“Son un grupo significativo”: ¿por qué tantos chilenos declaran que no se vacunarán este invierno?
Pese al recrudecimiento de las enfermedades respiratorias típicas de esta fecha, un alto porcentaje de personas afirman que por ningún motivo se vacunarán esta temporada.
Según el último reporte de Vigilancia de Virus Respiratorios del Instituto de Salud Pública de Chile (ISP), la influenza es la principal enfermedad invernal de esta temporada.
De acuerdo al documento, la influenza representa el 48,3% de las enfermedades invernales, con mayor frecuencia en el grupo de 15 a 54 años.
Le siguen el rinovirus 29,5%, adenovirus (5,9%) y la parainfluenza: 103 (5,1%). Pero pese a la gran cantidad de casos de influenza, según el estudio GPS Ciudadano realizado por la consultora Datavoz a más de 2.200 personas, un 18% de los encuestados afirma que decidió no vacunarse contra esta enfermedad, sobre todo mujeres y personas entre 35 y 64 años.
“Son un grupo significativo”: ¿por qué tantos chilenos declaran que no se vacunarán este invierno?
Según la consulta, el 57% declara haberse vacunado, en tanto que un 26% no lo ha hecho, pero piensa hacerlo y un 18% declara que no lo hará. “Este 18% representa un grupo significativo, y los datos del GPS permiten observar ciertos patrones: esta decisión se concentra especialmente en mujeres y personas entre 35 y 64 años”, explica Eduardo de la Fuente, socio director en Consultoría Social y de Mercado de Datavoz.
Personas que declaran haber vacunado contra la influenza y/o covid
De la Fuente admite que aunque el estudio no pregunta por las razones específicas, teoriza que este comportamiento podría estar vinculado principalmente a una fatiga pandémica, a una percepción de bajo riesgo y eventualmente personas que desconfían de las vacunas.
Añade que el dato también se relaciona con otro hallazgo relevante: el bajo nivel de confianza en instituciones como el Ministerio de Salud, que alcanza apenas un 21%. “Es difícil esperar una alta respuesta frente a campañas sanitarias si la fuente emisora de esos mensajes no logra generar conciencia en una importante proporción de personas”, dice.
Según De la Fuente, los grupos con mayor desinformación respecto al grupo de vacunación son los hombres y las personas más jóvenes, particularmente entre 18 y 34 años. Dice que ello puede deberse a un distanciamiento respecto a las campañas tradicionales, una baja percepción de riesgo y el uso de canales de información distintos a los institucionales.
Dice que sólo el 22,7% de los jóvenes entre 18 y 34 se declara “muy informado” sobre el calendario y lugares de vacunación, frente a un 64% en el grupo de 65 años y más. Por ello señala que el desafío es doble: adaptar los formatos y lenguajes a públicos que no necesariamente buscan esta información, y recuperar confianza en las fuentes que la difunden. “Es probable que la comunicación directa, haciendo evidentes los riesgos, podría generar mayor impacto”.
Pese a ello, según la muestra, el 54% cree estar preparado ante una eventual alerta sanitaria por enfermedades respiratorias. Pero cuando se les pregunta por sus vecinos, el panorama se ensombrece: 41% los considera “poco preparados”.
Casas preparadas para resistir el invierno
El sondeo también preguntó qué tan preparados están para combatir el invierno en general. En cuanto a equipamiento, el 87% afirma tener su calefacción en regla y el 84% tiene analgésicos. Pero solo 45% dispone de jarabe para la tos y apenas 22% tiene un generador de energía. La experiencia del apagón en la Región Metropolitana aún no deja huella en la mayoría de los hogares.
Y aunque el 55% ya acondicionó su hogar para el invierno (limpieza de canaletas, sellado de ventanas, etc.), un 14% dice que no lo hará. Entre los más jóvenes, esa cifra sube al 18%.
Un 55% declara haber hecho algo para preparar la casa para el invierno. Este porcentaje aumenta entre los hombres y personas de 65 años y más. Llama la atención, al igual que en la tabla anterior, que de todas formas hay un 15% que declara que no ha hecho nada y que tampoco piensa hacerlo. Las personas de 18 a 34 tienen el porcentaje más alto en esta categoría.
Según De la Fuente, estas cifras reflejan una brecha generacional que es histórica: los jóvenes habitualmente son más aversos al riesgo y también tienen una mirada más individualista del mundo.
Personas que declaran tener sus hogares preparados para el frío, lluvia y viento
Dice que para incentivar mejoras en la preparación del hogar, hay que conectar el mensaje con aspectos más cercanos a su día a día y en ese sentido el ahorro económico puede ser un buen driver: gastar menos en energía, en calefacción, en consultas médicas o medicamentos.
“Hacer evidente cuánto puede costar mensualmente no prepararse para el invierno y en qué otras cosas se podrían usar esos recursos, podría ser algo que llame la atención”, señala.
Elementos que las personas declaran tener en sus hogares para este invierno
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