Después de que las fuerzas de Estados Unidos realizaran una ofensiva con bombarderos y submarinos contras tres instalaciones nucleares de Irán el sábado 21 de junio, las autoridades iraníes advirtieron que podrían haber represalias por los ataques estadounidenses.

El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi manifestó en una publicación de X este domingo: “Estados Unidos, miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ha cometido una grave violación de la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y el TNP (Tratado de No Proliferación) al atacar las instalaciones nucleares pacíficas de Irán”.

“Los sucesos de esta mañana son indignantes y tendrán consecuencias duraderas. Todos los miembros de la ONU deben estar alarmados por esta conducta extremadamente peligrosa, ilegal y criminal”.

“De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y sus disposiciones que permiten una respuesta legítima en defensa propia, Irán se reserva todas las opciones para defender su soberanía, sus intereses y su pueblo”, sentenció el titular de la cartera en el post de la red social.

En los días y semanas previas de la ofensiva estadounidense, los líderes iraníes habían advertido repetidamente que habría represalias en caso de que el país norteamericano se involucrara directamente en el conflicto para apoyar a Israel.

El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, manifestó el pasado miércoles en un discurso televisado que Irán no se rendirá y alertó a Estados Unidos que cualquier intervención militar de su parte “implicará daños irreparables”.

Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha reiterado su exigencia de una rendición incondicional por parte de Teherán y ha instado a que detengan su programa de enriquecimiento de uranio.

Desde Israel han enfatizado que los ataques que sus fuerzas iniciaron el pasado 13 de junio tienen el objetivo de evitar que Irán desarrolle armas nucleares, acusación que es rechazada por las autoridades iraníes y ante la que han sostenido que su programa nuclear tiene fines civiles.

Dos días antes de que las tropas israelíes empezaran su ofensiva aérea, la cual ha sido respondida con el lanzamiento de misiles y drones, el ministro de Defensa iraní, Aziz Nasirzadeh, advirtió a Washington que podría haber represalias si decidían apoyar directamente a su principal aliado en Medio Oriente.

“Todas las bases estadounidenses están a nuestro alcance y las atacaremos con valentía”, alertó el titular el pasado 11 de junio.

El país norteamericano cuenta con decenas de miles de tropas estacionadas en la región.

Aunque todavía no se tiene claridad sobre cómo Irán podría responder a los ataques de Estados Unidos del 21 de junio, estas son algunas de sus bases militares que podrían convertirse en objetivos, según un análisis realizado por el Washington Post.

1. Base Aérea de Al-Asad, Irak

La base aérea de Al-Asad, una instalación iraquí ubicada a 240 kilómetros al oeste de Bagdad, es operada conjuntamente por las fuerzas aéreas iraquíes y estadounidenses.

Sus instalaciones albergan a miles de tropas estadounidenses. Se trata de su mayor despliegue de soldados en el país.

Irán y sus aliados la han atacado en repetidas ocasiones durante los últimos años.

Después de que Estados Unidos efectuara un operativo para acabar con el general iraní Quasem Soleimani en enero de 2020, Irán disparó 16 misiles contra bases que albergaban efectivos estadounidenses en Irak.

11 de esos proyectiles impactaron en Al-Asad, según rescata el Post, lo que implicó que decenas de soldados estadounidenses quedaran heridos.

En dicha ofensiva, las fuerzas iraníes también dispararon misiles contra una base militar en Erbil, en la región semiautónoma de Kurdistán, ubicada al norte de Irak.

El ataque más reciente contra Al-Asad fue realizado en agosto del año pasado, por milicias respaldadas por el régimen iraní.

2. Base de Tanf, Siria

La administración Trump anunció este mes la reducción de la presencia militar de Estados Unidos en Siria, de ocho bases a una: la de Tanf.

Esta se encuentra ubicada en el sur del país, en las cercanías de las fronteras con Irak y Jordania.

Sin embargo, según rescata el Post, los detalles sobre cuándo ocurrirá esa reducción son imprecisos.

En enero de 2024, un ataque con drones contra la Torre 22 —un puesto estadounidense en Jordania, ubicado a 19 kilómetros al sur de Tanf— generó la muerte de tres soldados estadounidenses y dejó decenas de heridos.

Se trató del peor ataque contra el ejército de Estados Unidos desde la caída de Kabul en 2021.

3. Actividad de Apoyo Naval, Baréin

Es una de las principales bases estadounidenses en el Golfo Pérsico.

En la llamada Actividad de Apoyo Naval de Baréin se encuentran la Quinta Flota de la Marina y el cuartel general de las Fuerzas Navales Centrales de Estados Unidos.

De acuerdo a cifras reunidas por el citado periódico, ahí están desplegados más de 8.000 efectivos estadounidenses.

Según rescata la agencia internacional de noticias AFP, su puerto tiene la capacidad para recibir a los navíos más grandes del ejército estadounidense, tales como portaaviones.

La Marina de Estados Unidos ha usado esta base desde 1948, cuando era operada por la Marina Real Británica.

Varias naves estadounidenses tienen su puerto base en Baréin, incluyendo cuatro buques antiminas y dos naves de apoyo logístico. La Guardia Costera también tiene buques en el país, incluidas seis patrulleras rápidas, según los datos rescatados por AFP.

4. Base Aérea de Al-Udeid, Qatar

Estas instalaciones de propiedad qatarí albergan el mayor contingente estadounidense en Medio Oriente, según el Post.

La Base Aérea de Al-Udeid se encuentra ubicada a unos 32 kilómetros al suroeste de Doha, la capital de Qatar.

Es un puesto de mando avanzado del Comando Central estadounidense y tiene capacidad para más de 10.000 efectivos.

También alberga aviones de combate de rotación y el Ala Expedicionaria Aérea 379.

El Ejército de Estados Unidos afirma que la base incluye “aerotransporte, reabastecimiento aéreo de combustible, inteligencia, vigilancia y reconocimiento, y activos de evacuación aeromédica”.

5. Base Aérea Ali al-Salem, Kuwait

El país norteamericano dispone de distintas bases en Kuwait, lo que también incluye el llamado Camp Arifjan, sede del cuartel general de avanzada de su Comando Central, en donde también albergan existencias de equipo militar, según rescata AFP.

La Base Aérea de Ali al-Salem acoge el Ala Expedicionaria Aérea 386 y, de acuerdo al ejército estadounidense, es una “plataforma central de transporte aéreo y puerta de entrada para entregar poder de fuego a fuerzas conjuntas y de la coalición” en la región.

Estados Unidos también cuenta con unidades de drones del modelo MQ-9 Reapers en Kuwait.

6. Base Aérea de Al-Dhafra, Emiratos Árabes Unidos

Es la sede del Ala Expedicionaria Aérea 380, una fuerza de 10 escuadrones de aviones con drones MQ-9 Reapers, según rescata la citada agencia.

En la Base Aérea de Al-Dhafra rotan aviones de combate y se encuentra el Centro de Guerra Aérea del Golfo, para entrenamiento en defensa aérea y de misiles.

Qué amenazas podrían enfrentar las bases de EEUU tras los ataques a las instalaciones nucleares de Irán

Un funcionario europeo con conocimiento de la situación, quien habló bajo condición de anonimato para poder abordar temas delicados, afirmó al Post que funcionarios iraníes advirtieron a sus homólogos cataríes —la semana antes del ataque estadounidense— que las bases de Estados Unidos en el Golfo podrían ser objetivos de represalia tras una ofensiva estadounidense.

Según rescata el citado periódico, sus embajadas y complejos diplomáticos en la región también podrían convertirse en potenciales objetivos, por lo que Washington ha evacuado a parte de su personal y sus familiares de misiones en Irak e Israel.

Las milicias financiadas por Irán también podrían amenazar al personal y los intereses estadounidenses en Medio Oriente.

El jueves pasado, dos días antes de la ofensiva de Estados Unidos, el oficial de seguridad de Kataib Hezbollah, Abu Ali al-Askari, advirtió que “se han establecido planes operativos para ese propósito”.

Dicho movimiento es un grupo paramilitar chií con sede en Irak y respaldo de Irán.

“Sin duda, las bases estadounidenses en toda la región se convertirán en cotos de caza de patos… por no mencionar las sorpresas imprevistas que podrían aguardar a sus aviones en el cielo”, amenazó el oficial de seguridad de Kataib Hezbollah.

Cuando el Post consultó el jueves —es decir, antes de la ofensiva estadounidense del sábado— a la Oficina de Prensa del Pentágono sobre las medidas que estaban tomando para prevenir posibles represalias de Irán, esta respondió con un comunicado que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, había emitido el lunes.

En dicho escrito, que el titular compartió en su cuenta de X, se anunciaba el “despliegue de capacidades adicionales” en Medio Oriente.

“Proteger a las fuerzas estadounidenses es nuestra máxima prioridad y estos despliegues tienen como objetivo reforzar nuestra postura defensiva en la región”.

Por su parte, el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, aseguró ese mismo día que “las fuerzas estadounidenses mantienen su postura defensiva y eso no ha cambiado”.

“Protegeremos a las tropas estadounidenses y nuestros intereses”, sentenció en una publicación de dicha red social.