Cómo Irán encontró lagunas en las defensas aéreas de Israel
Aunque el sistema de defensa israelí es uno de los más avanzados del mundo, la proporción de misiles iraníes que lograron penetrarlo se duplicó durante la guerra de 12 días de junio, según datos revisados por el Wall Street Journal. Especialistas afirman que hubo cambios en la estrategia de Teherán.
Durante los enfrentamientos que Israel e Irán mantuvieron durante 12 días en junio, algunos de los ataques iraníes consiguieron penetrar el sistema de defensa antimisiles israelí, considerado ampliamente como uno de los más sofisticados del mundo.
Aunque la mayoría de los proyectiles y drones fueron derribados, una serie de cambios en la estrategia de Teherán permitió que sus fuerzas encontraran lagunas en las defensas aéreas de Tel Aviv, mediante un proceso de ensayo y error.
Expertos en defensa antimisiles que analizaron datos de fuentes abiertas e imágenes públicas de fragmentos de los misiles afirmaron al Wall Street Journal que Irán empezó a disparar misiles más avanzados y de mayor alcance desde una mayor variedad de ubicaciones en el interior de su territorio.
Junto con ello, según los especialistas, sus fuerzas cambiaron la sincronización y el patrón de los ataques, además de aumentar la dispersión geográfica de los objetivos.
De acuerdo a un análisis de datos de distintos centros de investigación realizado por el citado periódico estadounidense, Irán disparó menos misiles a medida que pasaban los días.
Sin embargo, pese a esto último, su tasa de efectividad se incrementó.
Cabe recordar que el sistema de defensa antimisiles de Israel está compuesto principalmente por tres partes: la Cúpula de Hierro, la Honda de David y el sistema Arrow (II y III).
La primera, que también es la capa inferior del sistema, funciona desde 2011 y tiene la capacidad de interceptar cohetes de corto alcance, morteros y artillería.
La Honda de David, que se encuentra a nivel intermedio, opera desde 2017 y puede interceptar misiles balísticos y de crucero, así como cohetes de mediano y largo alcance.
El sistema Arrow, que también funciona desde 2017, puede interceptar misiles de largo alcance que incluso vuelan por fuera de la atmósfera.
A pesar de que solo algunos de los misiles y drones lanzados por Irán lograron llegar a sus objetivos durante los enfrentamientos de junio, el hecho de que lo hicieran demostró que incluso los sistemas más avanzados pueden ser penetrados.
Cómo los misiles de Irán lograron penetrar las defensas aéreas de Israel
Los datos del Instituto Judío para la Seguridad Nacional de Estados Unidos (JINSA, por sus siglas en inglés) afirman que, en la primera mitad del conflicto entre Israel e Irán, el 8% de los misiles iraníes consiguieron evadir las defensas israelíes.
Dicha cifra se incrementó significativamente en la segunda mitad de la guerra, hasta llegar a un 16%, según el organismo con sede en Washington.
La directora del Centro de Análisis de Datos del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS) de la Universidad de Tel Aviv, Mora Deitch, precisó al Journal que la tasa de éxito no incluye misiles que no se pudieron disparar o que fueron interceptados antes de llegar al espacio aéreo israelí.
Asimismo, dijo, tampoco distingue entre los proyectiles que pudieron impactar zonas abiertas en Israel y aquellos que los interceptores israelíes no detectaron.
La tanda de ataques por parte de Irán que tuvo mayor efectividad ocurrió el 22 de junio, es decir, dos días antes del final de la guerra que se extendió entre el 13 y el 24 de dicho mes.
Según los datos revisados del JINSA, 10 de los 27 misiles disparados por las fuerzas iraníes impactaron objetivos en Israel esa jornada.
El director asociado de política exterior del instituto, Ari Cicurel, comentó al citado periódico que los datos sugieren que Irán adaptó con éxito “cómo, cuándo y qué” disparaba.
Al ser consultado sobre este tema, el ejército israelí declaró al Journal que no comparte detalles sobre las tasas de intercepción y rechazó hacer comentarios sobre las cifras del JINSA.
El politólogo sénior del centro de estudios RAND del Pentágono, Raphael Cohen, aseguró que “cualquier sistema de misiles, incluso uno sofisticado como el de Israel, eventualmente tendrá fugas”.
Y agregó: “La clave de cualquier sistema de defensa aérea no es tanto construir un sistema perfecto con una sola capa, sino más bien el efecto acumulativo”.
Durante el conflicto, el ejército israelí aseguró haber interceptado entre el 90% y el 95% de los misiles disparados por Irán.
Después de que se acordara un alto al fuego el 24 de junio, reportó haber interceptado el 86% del total de los proyectiles.
Según los analistas, la efectividad que los ataques israelíes han tenido contra objetivos militares iraníes contribuyó a evitar que Teherán desplegara sus misiles más antiguos, que tienen menor precisión y alcance.
No obstante, aquello también llevó a que Irán recurriera a misiles más avanzados y de mayor alcance.
Imágenes analizadas por especialistas muestran que fragmentos del misil hipersónico Fattah-1 de Irán cayeron en al menos dos localidades israelíes.
Dicho proyectil tiene la capacidad de descender en un ángulo agudo desde el exterior de la atmósfera terrestre a más de 10 veces la velocidad del sonido, detallaron los expertos.
De la misma manera, lleva una ojiva que se desprende durante el vuelo y que puede esquivar interceptores.
Los únicos sistemas antimisiles de Israel con la capacidad de cambiar de rumbo en pleno vuelo para rastrearlo son el Arrow III y la Honda de David. Es decir, los más avanzados.
La campaña de Irán durante la guerra con Israel también consideró cambios en la estrategia ofensiva, para así conseguir una mayor efectividad en la penetración de las defensas israelíes.
Los analistas afirmaron que pasaron de hacer grandes ataques nocturnos a disparar oleadas más limitadas durante el día, desde una variedad más amplia de ubicaciones.
A esto se le sumó que alteraron sus patrones de lanzamiento y los intervalos entre los ataques.
En palabras del especialista en defensa antimisiles del INSS, Yehoshua Kalisky, las fuerzas iraníes “intentaron separar el sistema de defensa israelí”.
De esta manera, según los expertos consultados por el Journal, a medida que avanzaron los ataques y disminuía el número de interceptores, las tropas israelíes pudieron haberse visto forzadas a conservar recursos y atacar solo los misiles que representaban una mayor amenaza.
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