Culto

Manuel García a fondo: de Cuba y el Festival de Viña a por qué no ha estado en La Pampilla

El reputado cantautor estuvo en el segmento Fe en la Cultura, de Desde la Redacción de La Tercera, donde habló de su relación con Silvio Rodríguez, su paso por Cuba, sus planes y su experiencia en los festivales del país.

Manuel García a fondo: de Cuba y el Festival de Viña a por qué no ha estado en La Pampilla. FOTO: Pedro Rodríguez

Hay un vínculo indudable entre Silvio Rodríguez y Manuel García. La obra del uno fue clave en la del otro. Desde hace años, el cantante ariqueño ha dicho que el cubano es una suerte de radar para su creación, a quien escucha desde pequeño, como un espejo formativo en el que siempre se fue observando.

Por lo tanto, no pareció extraño -muy por el contrario- que el hombre de La danza de las libélulas fuera el encargado el pasado lunes 29 de abril de abrir la serie de cuatro shows de Rodríguez en el Movistar Arena de Santiago, los que culminaron anoche.

Foto: Pedro Rodríguez.

“Ha sido muy importante también compartir con parte de su rancho. Es decir, de la gente que tiene que ver con él y que trabaja con él. Sus ingenieros, la gente que lo asiste y algunas personas muy lindas que conocimos también de forma muy natural, amorosa y también en vías de trabajo allá en La Habana, Cuba”, describe el cantautor, presenta el viernes pasado en el segmento Fe en la cultura del programa Desde la redacción, de La Tercera.

De hecho, García grabó en 2023 una nueva versión de su disco Pánico en los estudios Ojalá de Rodríguez en La Habana, además de realizar una colaboración con el creador de Ángel para un final para su clásico El viejo comunista. Hace sólo un par de días, el chileno interpretó el tema Las nubes, original del cubano, para un disco tributo a su huella creativa que llevará el título Álbum blanco para Silvio Rodríguez.

Eso sí, ya está dicho, el vínculo tiene raíces aún más anchas e históricas. “Su música se empezó a difundir de manera muy especial y particular. Primero, porque estaba prohibida en Chile y entonces se escuchaba, por ejemplo, a alguien cantar un pedacito de algo que había escuchado en una cinta de cassette. Uno decía: ‘qué lindo, esa canción de un autor que se llama Silvio, ¿Silvio cuánto?’ No sabemos. Luego, por ahí sonaba el Unicornio, el año 82 empezó a sonar el Unicornio, pero sin tampoco mucha presentación en la radio”.

“Luego, una tía mía se sabía pedacitos de la canción, se sabía pedacitos de algunas canciones, se sabía pedacitos de Playa Girón, se sabía lo mismo, porque había escuchado en cintas de cassette, así que de pronto era en una casa de un amigo donde uno escuchaba una cosa y la memorizaba. Luego, me acuerdo de haber sintonizado en algún momento Radio Moscú, el programa Chile Escucha. Y Radio Moscú, de repente uno sintonizando, en el final del dial, estoy hablando de la ciudad de Arica, entonces se metían los barcos pesqueros, era una señal que no estaba oficialmente registrada y de repente entraba. Y me acuerdo de haber escuchado una vez la canción que se llama Debo partirme en dos”.

“Y así, un primo me prestó una vez una cinta que se le había mojado de cassette, sonaba por un solo lado mal, pero se escuchaban cosas extraordinarias, pero eran como pedazos segmentados. Y yo, el primer día que entré al liceo, ya que había que ir desde el barrio al centro de la ciudad, había que bajar un cerro. Yo me gasté la plata de la locomoción en una cinta de cassette pirata”.

“Antes de irme al liceo me fui más temprano y con el dinero que tenía para la locomoción, fui a buscar música. Y miré una cinta de cassette que decía Silvio Rodríguez - Al final de este viaje. Me pareció que era la persona que andaba buscando, porque como digo, ni siquiera el nombre estaba claro. Y esa cinta de cassette, esperé toda la tarde ansioso para llegar a casa, la puse y comienza el disco con Canción del elegido. Y eso ya me acuerdo yo que me causó una especie de fiebre, o sea, me impactó tanto que yo venía cantando de muy niño, muchas canciones con mi papá. Y habíamos tomado la guitarra a los 12 años para cantar a Los Jaivas, a Eduardo Gatti, las músicas que aparecían en La Bicicleta, un cancionero de La Bicicleta, todo ese tipo de canciones que también había un movimiento súper fuerte de toda esta canción chilena que estaba empezando”.

“Y entonces fue un impacto súper grande escuchar lo que él hacía, ver que lo hacía con una sola guitarra, que se desdoblaba como en 3 o 4 guitarras cuando uno la escuchaba. En fin, eso provocó que hasta el día de hoy para mí sea una influencia muy importante”.

-¿Y cómo fue conocer a Silvio Rodríguez? También estuviste con él en La Habana.

Yo la primera vez que lo conocí lo entrevisté para un documental que la productora Macondo, a través de Alfredo Troncoso, estaba realizando acerca de Atahualpa Yupanqui. Para una conmemoración de los 30 años de Allende en el Estadio Nacional, entrevisté a César Isella, León Gieco, y también Silvio Rodríguez. Ahí tuvimos un encuentro bonito donde yo no me presenté como trovador ni nada, solo le hice las preguntas que le tenía que hacer. En un momento me acuerdo que mirando su tatuaje emblemático que tiene en la mano, que es una calavera que representa la muerte y la vida, una flor, que se le hicieron en el Playa Girón, me acordé de todas esas historias y leyendas de cuando él era joven”.

“Y me acuerdo que no le escuché una parte de una pregunta y le hago una segunda pregunta, y me dice: ‘yo creo que esa pregunta ya te la respondí en la primera’. Yo quería que me tragara la tierra y el universo entero. Me puse nervioso. Sí, ahí me produjo mucha calma su presencia en ese momento, sí me pareció que él mismo parecía un animal mítico como el unicornio azul, tiene unos ojos buenos, se mueve de manera muy rápida para desplazarse, curiosamente camina siempre muy rápido, siempre se me va muy rápido, siempre está muy por allá o está muy por aquí, pero ya cuando habla está concentrado en lo que uno le va a decir, dispone como todo el tiempo del mundo para esos momentos”.

-Estuviste grabando en Cuba en sus estudios Ojalá. ¿Cómo viste el país, tomando en cuenta que siempre está en la coyuntura y en el último tiempo se han sucedido protestas y cambios?

Bueno, los cubanos o las cubanas son gente muy amorosa, muy linda, muy profunda, muy culta por lo demás. Eso también porque la gente a veces tiene una idea rara de Cuba, porque han pasado por todas estas contingencias políticas y sociales, también actualmente como parte del devenir de su historia, pero son gente muy profunda, muy culta y que hay mucho que aprender de ellos.

“No se crean que es un país que se cae a pedazos todo el rato. No, no, se han levantado muchas veces. Entonces, bueno, nada, ahí sentir ese calor y ese cariño finalmente tenía que ver también, como digo yo, con compartir algo que después me di cuenta que era el entorno amoroso y cercano al mismo Silvio Rodríguez, y que él tiene ese gesto por eso de venir en un momento y agradecer que uno esté ahí en su estudio. Él nos pasó a saludar”.

“Pero sabemos que Cuba es un país, por lo mismo, que está en un centro neurálgico de la historia de la humanidad. Entonces, por un lado, está la tensión natural de esa relación tensa con Estados Unidos, por decir lo menos, por no hablar directamente de lo que significa un bloqueo económico tan brutal para un pueblo. Y por otro lado, las propias decisiones políticas y sociales que como pueblo ellos tienen todo el derecho a resolver entre sí. Es decir, no han sido una sociedad perfecta, pero han intentado hacer lo mejor que se puede hacer desde el sentido de lo que se ha llamado la Revolución, sobre todo basada, diría yo, en la filosofía, en la literatura, en la posición y aspecto más visionario de José Martí. José Martí es un fundador importante de valores, de construcción de identitaria como pueblo y del quehacer político, no solo teórico, sino que en la praxis”.

“Fue un hombre revolucionario que cayó luchando. Eso en Cuba es un constructo que no se muere. Eso cuando la revolución cubana canalizó toda esa energía identitaria y toda esa fuerza histórica en la educación, en la música, en la cultura, en el deporte, en la ciencia. Cuando a Cuba se le ha dejado suceder y hacer, digamos, lo único que nos ha dado son cosas hermosas para el mundo. Es un pueblo muy hermoso. No se puede juzgar a un pueblo por su devenir político. Imagínense lo que fuéramos nosotros, que somos un dime y direte de una tensión también que no se termina de resolver nunca. O sea, esas son cosas que pasan en el fondo en los pueblos, que son cosas que pasan en familia. Pero la gente no se puede hacer una idea de decir ‘no, esta es una gente que está pobre, que está mal, un pueblo que se cae a pedazos y todos son comunistas y son gente mala’”.

Crédito Anabella Gilardone @anagilardone

“Es imposible concebir el mundo, por ejemplo, sin la música cubana en total. El jazz, la música antigua, la antigua trova.El bolero, todo lo que nació ahí. Las tradiciones, el son, los dúos, los tríos de música. La nueva trova cubana. La misma nueva trova cubana. O sea, tremendo”.

¿Volverá a Viña? ¿Por qué no irá a La Pampilla?

Justo en la previa de su show abriendo para Silvio Rodríguez, García ofreció dos emotivos e íntimos shows en el Teatro Municipal de Las Condes, donde celebró las dos décadas de Pánico, su debut en solitario tras el adiós del grupo Mecánica Popular. En lo inmediato, tiene pendiente un nuevo disco con temas ya listos, grabados en Cuba.

En el horizonte 2026, aparece su regreso a Lollapalooza, donde estará junto a su banda, en un formato más eléctrico.

-Vuelves a Lollapalooza, un gran festival. Pero, ¿volverías al Festival de Viña, donde ya estuviste? ¿Cómo recuerdas esa experiencia?

Claro, volvería, todos los escenarios para mí son importantes. Aprovecho de contar una cosa muy anecdótica que es curiosa; mis abuelos son ovallinos, tengo muchas familias en La Serena y repartidas por los valles, por el Elqui, por toda la zona de la Cuarta Región. En los tiempos en que trabajaba con Carlos Fonseca, y también ahora, me han invitado y desinvitado unas cinco veces por lo menos del festival La Pampilla. Y nunca he podido estar.

-¿Por qué no? ¿Qué pasa ahí?

A mí nunca me ha interesado ir a ningún festival, yo no soy una persona que ande levantando el teléfono para andar pidiendo ir a un festival. Por eso tengo gente que me ayuda a generar vínculos, puentes y yo confío en lo que me dicen. Pero a este festival no he ido y cuando me invitan, me desinvitan.

-¿Cómo te desinvitan?

Claro, porque hay un ánimo que la misma gente de la organizadora llama para decir ‘tenemos la fecha, si está a la disposición’. Está todo listo y de repente, no. No creo que sean los números por los que se caen las cosas, porque bandas muy amigas mías, gente muy querida con la que he grabado y tocado, siempre va a La Pampilla. Entonces ya yo no sé si la vez que me inviten voy a ir o no. Pero yo no soy de andarme haciendo lugar en ninguna parte, pero eso me parece anecdótico; ahora con respecto a Viña, sí, todos los escenarios a los que uno lo invitan, por lo general son escenarios en los que uno tiene que estar a la altura de las circunstancias.

*Estas son las próximas fechas de Manuel García:

14 Noviembre - Centro Cultural Espacio Matta, La Granja

08 Noviembre - Club Chinchorro, Arica

15 Noviembre - Teatro Provincial, Curicó

28 Noviembre - Sonesta Hotel, Osorno

29 Noviembre - Teatro Biobío, Concepción (AGOTADO)

03 Enero - Teatro Aula Magna, Valparaíso

04 Enero - Teatro Centenario, La Serena

16 Enero - Teatro Municipal, Temuco

*Ve aquí la entrevista con Manuel García en La Tercera:

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