Con Eduardo Vargas en la mira: manual para entender las polémicas decisiones de Ricardo Gareca en la Roja

En la primera convocatoria del Tigre en la Selección hubo varias sorpresas. El técnico dio algunas explicaciones, pero hay más razones que las que reveló públicamente. Sin embargo, por obligación, el estratega tuvo que echar pie atrás en algunas determinaciones.



El viernes 8 de marzo, Ricardo Gareca entregó su primera convocatoria como técnico de la Selección. Entre esta y la próxima semana, la Roja se medirá con Albania y Francia, en los duelos que marcarán el inicio de la era del Tigre, al menos dentro de la cancha. En esos compromisos, el entrenador pretende ir dándole forma a un estilo que buscará plasmar en las obligaciones más importantes que le depara 2024: la Copa América, que se jugará en Estados Unidos, y, principalmente, el reinicio de las Eliminatorias. El último, de hecho, es el desafío más importante y el que el propio técnico reconoce como su prioridad. “Me trajeron para clasificar al Mundial”, se le escuchó decir durante el anuncio de los 24 nombres que comenzarán el ciclo.

Como suele pasar en estas instancias, hay retornos y ausentes notables. Entre los primeros se inscriben, por ejemplo, Claudio Bravo, Mauricio Isla y Eduardo Vargas. En la otra categoría, otros emblemáticos como Gary Medel y Arturo Vidal. Algunos, como Ben Brereton, no restaban en los planes iniciales, pero fueron incluidos forzosamente, producto de la contingencia. Erick Pulgar, Diego Valdés y Carlos Palacios fueron desafectados porque el plazo de sus recuperaciones excede el que contempla la fecha FIFA de marzo. La misma suerte debería correr Javier Altamirano, quien protagonizó una angustiosa escena este domingo, en el marco del duelo entre Estudiantes de La Plata y Boca Juniors. Su recuperación se estima en un mes.

Gareca fue enfático en admitir que en la conformación de la nómina confluían dos factores igualmente determinantes: la actualidad de los citados y el gusto personal. Incluso, en entrevista con La Tercera, le recomendó a Alexis Sánchez dejar el Inter de Milán para encontrar continuidad: “Sería bueno que Alexis vaya lo más breve posible a agarrar un equipo como el Marsella”, dijo el Tigre.

Y uno más: la necesidad de observar a jugadores que no conoce plenamente, pero de quienes espera que se transformen en aportes importantes para su proceso. Los imponderables, que entran en otra lógica, había que superarlos de algún modo. Es, en efecto, lo que el Tigre intentará.

Nadie descartado

El estratega procuró ser claro respecto de que la ausencia de nombres que marcaron una época en el fútbol nacional, a los que también puede sumarse, por ejemplo, Charles Aránguiz, no implica, necesariamente, su exclusión definitiva del proceso que apunta a la cita planetaria de 2026, que organizarán conjuntamente Estados Unidos, México y Canadá. “Que Gary no esté convocado no significa que vaya a estar en el futuro. Para estos partidos hemos considerado en esta lista. Yo me comuniqué con los muchachos, a modo presentación y a nadie le aseguré nada”, declaró, por ejemplo, respecto del Pitbull, de buena actualidad en el Vasco da Gama, de Brasil.

Gary Medel y Arturo Vidal, en un entrenamiento en la Selección

De hecho, hay un factor clave para entender por qué Medel o el mismo Vidal no están en la lista: el amplio conocimiento que Gareca tiene de ambos, a quienes enfrentó en varias ocasiones cuando era el seleccionador de Perú. En ambos casos, sabe que si están en plenas condiciones físicas le garantizarán rendimiento. En el caso del Rey, eso sí, hay una salvedad: el estratega está plenamente informado de la inestabilidad física del actual volante de Colo Colo, incluso desde que pasó por el fútbol brasileño. En ese sentido, considera que el King es un jugador poco confiable en la actualidad, considerando que hasta el cuerpo técnico de Jorge Almirón ha tenido que dosificar sus esfuerzos para evitar una sobrecarga muscular, pero que tiene la calidad suficiente para sumarse y ser clave en momentos específicos para que los espera que llegue en un nivel cercano al ideal.

Otro de los regresos que no va de la línea con su necesidad de que los futbolistas tengan continuidad hace referencia a Claudio Bravo. El capitán no suma minutos desde noviembre y recién hace unas semanas pudo ser considerado como una alternativa en el Betis. Su técnico Manuel Pellegrini valoró el aporte que puede significar el oriundo de Viluco desde lo emocional. “Siempre ha sido un jugador importante por lo que nos ha aportado. Viene saliendo de una lesión larga y hay que ponerlo poco a poco, porque está empezando a entrar con el grupo”, señaló. “Le puede aportar mucho a Chile. Siempre será importante para sus equipos”, comentó el estratega chileno en conferencia de prensa.

El clamor por una oportunidad

El llamado de Vargas es uno de los que obedece más a la prerrogativa del técnico de elegir a jugadores de su gusto que a su rendimiento actual. De hecho, en 2024, el oriundo de Renca ha disputado apenas 49 minutos en dos partidos del Brasilerao por el Atlético Mineiro . Para Gareca, el exazul, igualmente, puede ser un elemento importante y se lo transmitió en los diálogos privados que reconoció que mantuvo con buena parte de los jugadores que pretende considerar en alguna parte del ciclo. Al dar la lista, defendió tajantemente su llamado.

Turboman, por cierto, le pidió una oportunidad. Le planteó la necesidad de aprovechar un impulso en la Roja para retomar su mejor nivel. Gareca, con seguridad, recordó los enfrentamientos que tuvo con el ariete desde la banca del combinado incaico. En la Copa América de 2015, donde Chile se deshizo de Perú en las semifinales, el jugador formado en Cobreloa fue clave: marcó dos veces ante los incaicos y fue el goleador del torneo continental. Ahora, al menos, lo concibe como un buen jugador de plantel.

Eduardo Vargas, en el Atlético Mineiro.

Convencido, aunque forzosamente de que Alexis Sánchez puede ser el centrodelantero, en Vargas observa una buena alternativa para reemplazarle por momentos. Ni hablar de si logra reeditar la explosiva dupla que conformaron ambos en la mejor época de la Selección. “Tienen que considerar el gusto del entrenador también. Me gusta y lo quiero ver en estos dos partidos y también me interesa que lo vea la gente. Sabemos que está sano y por distintas razones no es tenido en cuenta”, explicó este viernes.

Los casos de Brereton y Pizarro

En el caso de Brereton, inicialmente, optó por una explicación distinta y, en algún sentido, peculiar. “Es ver otras opciones, nada más. Son decisiones que uno toma. Me gustaría sí que aprenda español, creo que es importante. Él ha estado convocado hace dos años para la Copa América, ha tenido el tiempo suficiente para hablar español. Si hay un interés realmente de poder estar en la Selección, porque eso tiene que ver con la convivencia. Entonces, nos llamó la atención que no hablara español. No es un impedimento, pero me gustaría que hablara español, porque es fundamental para comunicarse dentro y fuera del campo de juego. En la medida que vea ese interés, el interés nuestro es permanente. Él no está condicionado, pero sí le manifesté personalmente y me gustaría ver una predisposición de él para aprender español”, declaró abiertamente.

La consideración parecía clave teniendo que en cuenta que uno de los factores cruciales de su estilo es conformar equipos de trabajo altamente cohesionados, en los que involucra fuertemente. Gareca es un técnico que toma varios elementos de la ‘vieja escuela’ y que transmite picardía. Transmitirle ese sello a un jugador que no domina el idioma se le hace especialmente complicado. Al revés, concibe como una obligación que el atacante del Sheffield United aprenda la lengua, casi como una señal de interés de ser considerado. Los números tampoco le ayudan: en las Eliminatorias no ha sumado goles y está lejos de ser el referente de área que requiere el combinado nacional.

Igualmente, la necesidad de llenar puestos ante dolencias que nunca son bienvenidas y siempre afectan la planificación, obligó al entrenador a retroceder en su plan original. De esta forma, aunque Brereton sigue teniendo las mismas carencias futbolísticas e idiomáticas que le dejaron fuera de la citación original, ahora tiene una chance de oro para demostrarle al entrenador un eventual error en su marginación. Íntimamente, Gareca también pretende medir la actitud que muestre el delantero de origen inglés para, en alguna medida, contradecir su criterio primario.

A Damián Pizarro, otro jugador potencialmente seleccionable, más por proyección que por efectividad actual, no le consideró por factores distintos. Por un lado, porque le vio lo suficiente como para formarse una opinión, sobre todo en el Preolímpico y, por otro, porque teme que cuando pase al Udinese tendrá que atravesar por un proceso de adaptación que le restará continuidad, justo en los meses en que se reanudarán las Eliminatorias. Este año, para peor, en Colo Colo tampoco la ha tenido: ha participado en cuatro duelos y no ha marcado goles.

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