La tenista checa Karolina Pliskova, quinta mejor jugadora del ranking WTA, cayó sorpresivamente ante la griega Maria Sakkari (42ª), en la segunda ronda del Premier de Roma. La caída no le sentó bien a la deportista que, al finalizar el encuentro, en vez de saludar a la jueza del partido, como es la tradición, rompió con ira su raqueta contra la silla de la árbitro. Su reacción ya da la vuelta al mundo.

La quinta mejor tenista del mundo tuvo una jornada negra, en la que no pudo encontrarle la vuelta al partido, pese a comenzar ganando, y terminó cayendo por 3-6, 6-3 y 7-5. Pliskova, con fama de fría en el circuito, protestó airadamente algunas determinaciones de la jueza, sobre todo en el último tramo del encuentro, cuando ya lucía descontrolada, lo que quedó de manifiesto en un punto cerca del final, que desató una elocuente discusión entre la jugadora y la umpire.

La tensión no volvió a bajar. Y es que, además de la reacción de la propia jugadora, su entrenador, Thomas Krupa, también perdió la compostura y, en medio de la discusión de su pupila, gesticuló y protestó desde la tribuna, lanzando incluso un insulto con la mano a través de la transmisión oficial.

No se descartan sanciones en contra de Pliskova, luego de su colérica reacción.