Golpe a Jackson y quiebre en la derecha: la trastienda del accidentado acuerdo en el Senado

Álvaro Elizalde asume como presidente del Senado.

En la bancada de senadores del PS ven la elección de Elizalde para la presidencia de la Cámara Alta como una derrota del ministro Segpres que sostuvo tratativas con el senador RN Manuel José Ossandón.


Terminada la votación para elegir al presidente del Senado, en la que se impuso el socialista Álvaro Elizalde, los senadores de RN se juntaron improvisadamente en un costado del hemiciclo para conversar.

Los ánimos estaban caldeados pues acusaban a sus pares de la UDI y de Evópoli de haberlos marginado de las negociaciones que finalmente le cedieron el primer año de presidencia de la Cámara Alta al PS.

A pesar que desde noviembre pasado, tras las elecciones parlamentarias, venía trabajándose un acuerdo marco entre la derecha y la centroizquierda, que permitiría rotar la presidencia del Senado y compartir la presencia en comisiones legislativas, hasta última hora el nudo fue qué grupo político asumiría en primer año.

Por el lado de la centroizquierda, también la DC acusaba al PS y al PPD de haberla marginado de la repartición de la testera. Todos esos elementos, al final derivaron en que las conversaciones se entramparan, a pesar que en los últimos días los negociadores se reunieron a diario para tratar de encontrar salidas.

La fórmula final recién vio la luz a las 23.20 del jueves, en la sede del Senado de Santiago, donde estaban reunidos José Miguel Insulza y Alfonso de Urresti en representación del PS; Juan Ignacio Latorre (RD) y Claudia Pascual (PC) por Apruebo Dignidad; Matías Walker por la DC y Guido Girardi por el PPD, quien fue el encargado de someter la propuesta a consideración de los interlocutores de la UDI y RN

Así, luego de ese encuentro, Girardi llamó por teléfono al jefe del comité de RN, Rodrigo Galilea, para comunicarle cuál era el diseño al que habían arribado las fuerzas del bloque de centroizquierda e izquierda (PS, PPD, DC, PC, RD y FREVS) que indicaba que el PS partiría el primer año (2022); en el segundo año (2023), sería el turno de la derecha (UDI o RN); el tercer año (2024), le correspondería al PPD y, el cuarto año, volvería a manos de la derecha.

Aunque las versiones tienen algunos matices, todas coinciden en que Galilea no comprometió el apoyo de RN y solo informó que lo consultaría con su bancada. El problema para Renovación, es que -a esas alturas- el acuerdo ya estaba prácticamente cerrado por la mayoría de los senadores, salvo por los mismos RN, los independientes y el representante Republicano, José Manuel Rojo Edwards.

La propuesta de acuerdo calzaba, además, con la postura de la UDI de ceder el primer año al PS, en vista de que será un año crucial para la supervivencia del Senado, tema que se está debatiendo en la Convención Constitucional y donde solo los socialistas tendrían cierto margen de maniobra para influir entre sus convencionales y el futuro gobierno de Gabriel Boric.

Los tres senadores de Evópoli también se convencieron de esa estrategia y también estaban detrás del mismo plan.

En todo caso, en la UDI admiten que ello también ayudaba a dejar fuera de carrera al RN Manuel José Ossandón, quien era la carta original de su partido para competir por el primer año de presidencia en la Cámara Alta.

En el gremialismo explican de que había sospechas de que Ossandón estaba en tratativas con el gobierno de Boric, en especial con el ministro secretario general de la Presidencia (Segpres), Giorgio Jackson, para comprometer votos a favor de la futura reforma tributaria (definida como la prioridad de la actual administración), a cambio de que los senadores de Apruebo Dignidad (PC, RD y FREVS) respaldaran su candidatura a la testera.

Esas sospechas, que eran compartidas por el PS, las hicieron públicas incluso los senadores UDI Iván Moreira y Claudio Alvarado, quien dejó el Congreso ayer y fue negociador de su partido en este acuerdo, mientras que el senador socialista Alfonso de Urresti definió estas tratativas entre Jackson y Ossandón como una “imprudencia”.

El mismo Ossandón, además, informó que sostuvo dos reuniones presenciales con Jackson. Si bien negó que se comprometieran apoyos cruzados, admitió que efectivamente había abordado con el ministro el escenario de la reforma tributaria y le propuso establecer un mecanismo de trabajo prelegislativo para evitar “la chimuchina política”.

Consultado el senador Latorre si efectivamente evaluaron la posibilidad de respaldar el nombre de Ossandón, respondió que analizaron distintas alternativas que se iban conversando con las autoridades del gobierno entrante. “La derecha estaba dividida. Si bien en un momento en Apruebo Dignidad nos parecía tentadora la idea del senador Ossandón para partir el primer año, entendiendo que podíamos llegar a un acuerdo más global respecto, por ejemplo, del proceso constituyente y que él era una voz del Apruebo, o apoyar la reforma tributaria, no estaban las condiciones para generar ese acuerdo. Lo más seguro, en este caso, era llegar a un acuerdo con la UDI, donde partiera el PS, que además nos da garantías de impulsar el proceso constituyente”, dijo el representante de RD, quien precisó que la posibilidad de apoyar a Ossandón fue “una idea que fuimos conversando, desde enero, conversaciones que tuvimos con el gobierno y la Segpres”.

Al ministro Jackson también se le preguntó si al Ejecutivo le gustaba la alternativa del senador RN en la testera y solo respondió que en su momento se dialogó con varios sectores y que valoraba que se haya llegado a un acuerdo, no solo en el Senado, sino también en la Cámara. “Estuvimos conversando con todas las distintas fuerzas, en una conversación que depende, por supuesto, de ambas cámaras, y ellos son soberanos para tomar las decisiones y nosotros ayudamos a facilitar algunas conversaciones. Estamos contentos de que haya dos acuerdos, tanto en la Cámara y el Senado. Y vamos a ponernos a disposición de ambas mesas para conocer sus prioridades”, dijo el jefe de la Segpres.

En la bancada de senadores del PS, sin embargo, comentan que el episodio lo ven como una derrota de Jackson y que inevitablemente esto va a repercutir en las relaciones con La Moneda.

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