La cruzada de la Isla de Pascua para dejar de ser “el basurero del mundo”

Rapa Nui emerge como epicentro de la lucha contra la contaminación plástica en el Pacífico durante la "Cumbre de Líderes del Pacífico 2024", donde desde diversas latitudes han llegado representantes para abordar la urgente problemática, destacando la necesidad de medidas concretas y la cooperación internacional.


Al recorrer las extensas playas de la Isla de Pascua es imposible pasar por alto un problema que ha afectado al territorio isleño durante años: la basura que llega a diario desde el mar y el daño causado por esta es patente en cada rincón de la costa, presentándose como un desafío que requiere, según los habitantes, “acciones concretas” en lugar de meras conversaciones. Es por ello que por primera vez la isla se erige como la capital del combate contra la contaminación plástica en la región.

Este remoto paraíso, ubicado a 3.700 kilómetros de las costas continentales de Chile, ha sido sede esta semana de la “Cumbre de Líderes del Pacífico 2024 por la Protección de los Océanos y el Desafío de la Contaminación del Plástico y Microplásticos de la Región”. Un evento que, desde el miércoles hasta el viernes de esta semana, ha congregado a más de 100 invitados de 40 territorios de todo el mundo, principalmente de las islas polinesias.

El objetivo principal de esta cumbre es unir esfuerzos para resguardar el área marina protegida más grande de Latinoamérica, donde aproximadamente 4,4 millones de desechos plásticos se acumulan, incluyendo lugares emblemáticos como la playa de Anakena, donde los microplásticos se han convertido en parte de la panorámica.

“Estas jornadas nos llevarán a reflexionar y a integrar saberes ancestrales con conocimientos científicos para abordar el cambio climático, la contaminación y la protección de los océanos”, afirmó la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, dando inicio a una etapa crucial para detener el fenómeno.

Y es que el problema de la contaminación no se limita a lo local: la isla recibe desechos de América del Norte, Centro y Sur, así como de países asiáticos. Un estudio realizado por la Universidad Católica del Norte hace menos de un año reveló que entre el 20% y el 80% de los peces y aves de Rapa Nui presentan microplásticos en sus estómagos.

La presencia de delegados de diversas latitudes, incluyendo representantes de Hawái (EE.UU.), Fiji, Palau, Samoa, Tonga, Nueva Zelanda, Nueva Caledonia, la Polinesia Francesa, Galápagos (Ecuador), Canadá y la Organización de las Naciones Unidas, denota la urgencia de hacerle frente a este problema, que termina impactando severamente a la isla.

“El debate que se está llevando a cabo en las Naciones Unidas aborda una triple crisis planetaria: el cambio climático, la contaminación y el mantenimiento de la biodiversidad. En este momento, uno de los elementos contaminantes más importantes es el plástico”, afirmó la coordinadora residente de las Naciones Unidas en Chile, María José Torres.

En tal sentido, este evento busca ofrecer una contribución significativa al debate sobre el tratado internacional para combatir la contaminación por plásticos, actualmente en discusión en la ONU. Además, se están preparando las bases para un tratado entre las naciones polinesias, con el objetivo de unir fuerzas para combatir la proliferación de plásticos.

Esta cumbre se vislumbra como una antesala clave de las discusiones que tendrán lugar a partir del 21 de abril en el Intergovernmental Negotiating Committee on Plastic Pollution (INC) en Ottawa, Canadá. De hecho, se espera que la actual cita en Isla de Pascua sirva para unificar a las islas polinesias y prepararse para sentarse a conversar con potencias como China, Estados Unidos o Rusia, vistos como algunos de los causantes de la severa contaminación.

La postura de Chile

Chile busca alcanzar acuerdos progresivos para enfrentar la contaminación por microplásticos. “Chile juega un papel importante en estas negociaciones debido a su tamaño. Queremos ser parte de la solución, pero también reconocemos la necesidad de una transición progresiva en lugar de una prohibición abrupta de plásticos”, adelantó el subsecretario de Medio Ambiente, Maximiliano Probaño, respecto de las conversaciones próximas a realizarse en Canadá.

Frente a esto, se prepara un documento con una serie de puntos generales que buscan enfrentar la crisis a partir de los propios intereses del país. En esa línea, se relevan medidas prioritarias como la existencia de un solo principio rector para todo el planeta y que no existan otros instrumentos. Asimismo, se quiere que tal mecanismo deba cubrir todo el ciclo de vida de los plásticos, a través de una transición que aborde el rol de los recicladores de base e incluya un reporte obligatorio de todos los estados.

Aun así, conocedores de la gestión que se ha estado llevando a cabo en Isla de Pascua con las demás islas polinesias para impulsar un propio acuerdo en la cumbre en territorio nacional, insisten en que Rapa Nui, más bien, quiere incorporar sus intereses con países que comparten la misma problemática. Y desde el Estado chileno, esto se observa con buenos ojos, ya que aseguran que se comparte el mismo principio rector pero con ciertos matices.

La sociedad civil en la Isla de Pascua, en todo caso, también tiene algo que decir y es objeto de una mirada crítica hacia la gestión municipal, según lo afirma la fundadora de la ONG TAPU, Ana Pakarati, la única organización dedicada a la conservación y protección marina en la isla.

“Nuestro océano está triste y la presencia de estas personas siempre debe ser respetuosa con la labor de conservación que llevamos a cabo. Para incentivar a la gente a cuidar nuestras aguas, es mejor que tengamos voz y voto en las decisiones. Nosotros somos el área protegida marina más grande de Latinoamérica, no la municipalidad, no Chile”, señala.

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