Mural de Lastarria: Mathias Klotz y Sebastián Gray apoyan su desaparición

El martes fue cubierta de blanco la obra del artista Luis Núñez, creada en 2017 para el Festival Hecho en Casa y que ocuparía la fachada de un edificio en calle Rosal durante 6 meses. Convertida en punto de encuentro y toma de selfies, la obra fue defendida mayoritariamente por ciudadanos. Los arquitectos toman ahora la palabra.


Fue una de las intervenciones del Festival Hecho en Casa de 2017 que más resistió al paso del tiempo. Mural Patrimonial era el título del mural hiperrealista de 250 metros cuadrados, pintado por el artista antofagastino Luis Núñez en la esquina de las calles Rosal y Lastarria. La pintura recreaba una escena cotidiana en el mismo barrio en 1900, y en ella figuraban personajes históricos como Benjamín Vicuña Mackenna, Irene Morales y José Victorino Lastarria. A dos años de su realización, la obra fue borrada este martes con pintura blanca.

La desaparición del mural animó un debate en redes sociales, en el que también se discutió su calidad artística y el resguardo del edificio donde fue pintado. Ante el cruce de opiniones, la Municipalidad de Santiago y el Ministerio de las Culturas entregaron sus versiones.

Según explicaron ambas autoridades, en septiembre de 2017 el Consejo de Monumentos Nacionales entregó autorización para la realización del mural en el marco del Festival Hecho en Casa de ese mismo año. En un acuerdo entre los organizadores del festival y los administradores del edificio -diseñado en estilo Bauhaus por el arquitecto Ítalo Sasso-, la obra tendría una vigencia de 6 meses y luego el espacio sería pintado nuevamente de su color original.

En abril de 2018, sin embargo, la Municipalidad de Santiago solicitó extender la vigencia del mural "dado el éxito y el aporte para la comunidad". Y aunque la obra se había convertido en uno de los puntos más concurridos del barrio, la solicitud fue rechazada por el Consejo de Monumentos Nacionales, que además pidió expresamente a la Municipalidad de Santiago que notificara a los organizadores del Festival Hecho en Casa para que removiera el mural. Los vecinos del edificio también habían solicitado que se cumpliera el plazo establecido, y que la obra fuese cubierta.

El motivo por el cual el Consejo de Monumentos Nacionales negó la prórroga de la obra, se debe a que desde un principio el mural fue planteado como una intervención temporal en un edificio que es un referente arquitectónico.

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Mural de Luis Núñez San Martín. Foto: Hecho en Casa Fest.[/caption]

"Me parece bien que se borrara, y la verdad es que yo lo toleraba, porque el mural era muy bueno y estaba muy bien hecho. Pero era aceptable en la medida en que era efímero que, por lo demás, eran las reglas del juego. Fue lo que se propuso en un momento, y el artista lo sabía perfectamente", dice el arquitecto Sebastián Gray a La Tercera PM. "Los propietarios aceptaron la intervención del edificio, sabiendo que era efímero, por lo tanto es una discusión un poquito bizantina. Se está armando un supuesto debate por algo que ya tenía reglas relativamente claras para todo el mundo, salvo, tal vez, para el público general que no tenía por qué saberlas", añade.

El arquitecto Mathias Klotz también rescata la importancia de respetar los plazos acordados de duración de la obra. "Recuerdo haberlo visto (el mural) y dudo de su valor artístico o patrimonial si es que se trata de una obra así de reciente. Ahora, si estaba consensuado con los organismos correspondientes y los propietarios para que estuviera ahí durante cierta cantidad de tiempo, esos plazos deben cumplirse. Si no, estaríamos en presencia de un acto vandálico, aunque no es el caso", señala.

Otros arquitectos, como Dino Bozzi, también apoyan la eliminación del mural y subrayan la importancia de resguardar el edificio y su arquitectura. "Ese mural (aprobado como provisional) es atentatorio contra la integridad y claridad expresiva de la arquitecta del edificio y, por lo tanto, de la zona típica en que está. Ese edificio es bueno sin necesidad de decorarlo como pastel", apuntó en su cuenta de Twitter hace un año, opinión que volvió a hacer circular este martes.

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Mural de Luis Núñez San Martín. Foto: Hecho en Casa Fest.[/caption]

El Festival Hecho en Casa, por su parte, agradeció en sus redes sociales la oportunidad de haber intervenido esa esquina del barrio. "El mural fue un hito y aunque también lo echaremos de menos, sabemos que el arte urbano es un proceso vivo en constante cambio", publicaron.

La vigencia del arte urbano es un tema que sale a la luz con frecuencia. En 2013, el mural diseñado por Agatha Ruiz de la Prada e instalado a la salida del Metro Bellas Artes fue reemplazado por una intervención del muralista Inti Castro, también en el marco del Festival Hecho en Casa. La obra de la española alcanzó a estar cuatro años en las murallas, antes de que el artista chileno pintara dos nuevos murales. El año pasado, en tanto, el mismo Inti junto al muralista Mono González intervinieron nuevamente esas murallas para crear dos nuevas obras esta vez en conjunto.

"Lo que aquí importa, a mi juicio, es que uno puede hacer intervenciones efímeras de gran calidad artística. Hay una especie de ansiedad que emana desde la pobreza cultural de Chile de que lo poco que uno ve lo podamos asir y mantener para siempre. Y resulta que en otras partes del mundo, parte de la cultura es que las cosas van y vienen", concluye Gray.

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