¿Qué señal dar? La encrucijada de Boric ante las trabadas negociaciones constitucionales

30 de Noviembre del 2022/SANTIAGO Gabriel Boric, Presidente de la República durante la inauguración de la estatua del ex Presidente Patricio Aylwin, que se encuentra en el frontis del Palacio de La Moneda. FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO

Hablar o no hablar. Qué decir y qué no decir. Ese es el dilema que enfrenta el Presidente en un momento clave del acuerdo constituyente. Con la mesa negociadora entrampada en resolver el mecanismo del nuevo órgano redactor, el Socialismo Democrático y expresidentes presionan para que el líder de la alianza de gobierno ordene a Apruebo Dignidad y abra el camino hacia un órgano mixto. El tenor de su mensaje y su contenido podría remover el tablero y encauzar un acuerdo, pero no dejará a todos contentos. “Si va a ratificar la posición de Apruebo Dignidad, no servirá de mucho”, dice uno de los negociadores del Socialismo Democrático.


¿Dar o no una señal pública liderada por el propio Mandatario? ¿De qué tenor y alcances? Esas son algunas de las preguntas que, en estas últimas horas, se repiten en el oficialismo y son parte de la encrucijada que tiene que resolver el Presidente Gabriel Boric, cuando a tres meses del plebiscito constitucional en que se impuso el Rechazo, los partidos políticos no han logrado llegar a un acuerdo que permita encauzar -nuevamente- el proceso constituyente.

Contrario al movimiento inicial al que se vio forzado con la derrota y que lo obligó marginarse de las conversaciones como parte de una estrategia para enfocarse en las “prioridades ciudadanas”, el Jefe de Estado está siendo presionado por partidos de gobierno y también de oposición para que intervenga y dé una señal que mueva el tablero y permita que alguna de las partes ceda.

Hasta ahora, uno de los nudos en las tratativas es la composición del nuevo órgano. Si será 100% electo como ha defendido el oficialismo públicamente o si tendrá componentes mixtos. Apruebo Dignidad (AD), por un lado, se ha mantenido en una postura menos flexible respecto de este punto a la que ha expresado -bajo cuerdas- el Socialismo Democrático, quienes están abiertos a una fórmula intermedia. Es por eso que -sobre todo en la centroizquierda- esperan que la señal del Presidente apunte a “abrir la cancha” y permita negociar los porcentajes de integración con la derecha.

Hasta ahora, los partidos que son parte de las conversaciones tienen cuatro propuestas sobre la mesa: un órgano de 99 electos (oficialismo y la DC), una instancia redactora de 50 personas electas como el Senado (Chile Vamos), un órgano de 60 integrantes electos (Demócratas) y una instancia redactora de expertos designados por el Congreso (Amarillos).

Como nadie ha cedido, la opción de que salga humo blanco está puesta en que Apruebo Dignidad se abra a aceptar un órgano mixto. Por eso desde ayer los negociadores exploraban una quinta alternativa que podría transformarse en la idea de consenso: se trata de un órgano mixto que tenga una cifra en torno a 70 redactores electos y 30 designados.

Por lo mismo, lo que diga Boric es considerado clave para muchos en el oficialismo. “Si va a ratificar la posición de Apruebo Dignidad no servirá de mucho”, dice uno de los negociadores del Socialismo Democrático.

En ese sector interpretan que la postura que ha defendido AD -y en particular el partido del Mandatario, Convergencia Social- ha incidido en que las conversaciones no avancen. De hecho, la semana pasada generó incomodidad la propuesta que hizo su timonel, Diego Ibáñez, de dejar los comicios constitucionales para septiembre del próximo año. Más aun, la postura que defendió el Frente Amplio este lunes para flexibilizar el calendario electoral con el objetivo de ganar tiempo y evitar una derrota electoral en las urnas.

En ese escenario es que quienes han conversado con el Mandatario le han pedido que entregue un mensaje que obligue a su coalición de origen a ceder y permita a la centroizquierda -con un costo menor para el sector- negociar con Chile Vamos una instancia que no sea electa en su totalidad. Una concesión que no será fácil para nadie, pero que -dicen las mismas fuentes- es una posibilidad que hace un rato viene sumando adeptos en los distintos sondeos de opinión.

Las mismas fuentes señalan que el Mandatario se está debatiendo respecto del momento y la forma, pero que ya tendría definido que hará un llamado que ayude a encauzar las conversaciones. Hay dos versiones, sin embargo, sobre su disposición a ceder ante un órgano mixto. Mientras algunos negociadores aseguran que el Mandatario habría dicho que respaldará el acuerdo al que se llegue, incluso si es que eso implica un órgano con integrantes electos y otros designados. Otras fuentes aseguran que Boric estaría más en línea con seguir “dando la pelea” con un organismo 100% electo, donde el rol de los expertos sea de acompañamiento y no deliberativo. Lo que sí le importa es que el tema se cierre antes de fin de año y no se siga dilatando y que -como ha señalado públicamente- que haya elecciones.

Parte de ese mensaje ha transmitido a algunos de los negociadores en los últimos días la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte. Según quienes han conocido el tenor de esas conversaciones, la secretaria de Estado habría dicho que el Mandatario afina los detalles de una señal “potente” que encamine la recta final de las tratativas.

En el oficialismo, con todo, advierten que una señal de Boric no se daría necesariamente esta semana. Los comicios internos de la UDI (que en verdad es solo la ratificación de Javier Macaya, ya que no tiene una lista que le compita) que se realizarán este domingo -agregan- podrían dilatar cualquier presión para que los partidos sellen algo antes del domingo. Además, recalcan las mismas fuentes, de consensuarse algo, la duda de si todos los partidos que están en la mesa firmarán sigue latente.

En Palacio, en todo caso, algunas versiones transmiten que el Presidente ya fijó en México una postura por un órgano electo y que, en ese sentido, de pronunciarse, lo haría después de alcanzarse un acuerdo.

La presión para que el Jefe de Estado irrumpa, en todo caso, provino de los expresidentes Ricardo Lagos y Sebastián Piñera.

“El Presidente Gabriel Boric tiene una responsabilidad muy grande. Sin duda alguna el país requiere una nueva Constitución y esa Constitución va a llevar la firma del Presidente Boric. Creo que él va a jugar un rol muy importante, no me cabe duda”, afirmó Lagos en línea con la presión de Socialismo Democrático para que el Mandatario, en su rol de jefe de la alianza de gobierno, ordene a Apruebo Dignidad a favor de un órgano mixto.

Algo más indirecto hizo Piñera. “Necesita una buena y nueva Constitución y por eso tenemos que tener dos cosas claras, no volver a cometer los errores de la Convención que fracasó, pero tampoco dejar de sentir la urgencia y el compromiso de llegar a un acuerdo que nos dé una Constitución”, comentó el expresidente.

Los vaivenes del Mandatario

Justo después del plebiscito de salida, el Presidente fue el primero en marcar el tono de lo que debía ser la negociación por el acuerdo constituyente 2.0. En una primera instancia fue enfático en señalar que el nuevo órgano redactor tenía que ser 100% electo.

Luego de eso, y tras algunos impasses con la ministra Uriarte y la vocera Camila Vallejo, la derecha pidió que La Moneda no interviniera en las tratativas y solo se dedicara a acompañar el proceso en un segundo plano.

Fue ahí cuando el Ejecutivo dejó de referirse al asunto. Por ejemplo, a inicios de noviembre, durante su viaje a La Araucanía evitó abordar el estado de las conversaciones entre los partidos. “La prudencia me ha enseñado a no arruinar las negociaciones en curso”, se limitó a comentar el Mandatario. Esa vez fue evidente su intención de no interferir.

Sin embargo, semanas después durante su viaje a México, Boric tomó distancia de esa postura y fue más enfático. Eso sí, no hizo referencias al órgano 100% electo. “Desde mi perspectiva, el que exista una elección es garantía de estabilidad para el futuro”, comentó el Jefe de Estado. Luego añadió: “Desde mi perspectiva, es relevante que existan miembros electos”. Mientras que en Apruebo Dignidad tomaron esas palabras como una señal de que sigue apoyando el órgano 100% electo, en Socialismo Democrático interpretaron sus dichos como un sutil guiño a un órgano mixto.

En el gobierno, en todo caso, aseguran que su intervención apuntó -sobre todo- a apurar el cierre de las negociaciones. “No esperemos una nueva crisis”, ha dicho.

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