Republicanos adopta primeras definiciones y conforma equipo asesor constitucional con abogado Jorge Barrera a la cabeza

El partido que lidera Arturo Squella fichó al constitucionalista -exrepublicano- para que asuma, junto a un grupo de 10 abogados la coordinación de los 22 representantes de la colectividad en el Consejo Constitucional. Barrera, con quien buscan dar una señal de "moderación y diálogo", llegará desde Estados Unidos para estar seis meses en Chile abocado a su nuevo encargo. Su estreno será este lunes, en una nueva jornada de trabajo del Partido Republicano.


La noche del domingo 7 de mayo, cuando el Partido Republicano se dio cuenta de que estaba arrasando en el recuento de votos y que tendría una bancada de más de 20 consejeros constitucionales, los dirigentes republicanos supieron de inmediato que este nuevo escenario los obligaba a pensar una estructura que les permitiera manejar su bancada, administrar su mayoría y darle conducción al Consejo Constitucional.

Al día siguiente, el lunes 8 de mayo, el presidente de los republicanos, Arturo Squella, tomó su celular y llamó a un viejo conocido de la colectividad: el constitucionalista y académico de la Universidad San Sebastián Jorge Barrera (41). El abogado, que desde 2020 está viviendo en Estados Unidos, se ha transformado en un orejero jurídico de varios de los líderes del partido. En esa primera conversación, Squella le propuso que se viniera a Chile para ayudar a la colectividad y a los consejeros en su trabajo.

Esa primera conversación luego fue tomando forma a medida que pasaban los días. Además de Squella, Barrera mantuvo diálogos con Cristián Valenzuela y con el comisionado Carlos Frontaura. La oferta finalmente se cerró este martes. Despejados varios puntos prácticos, personales y administrativos, el asunto quedó listo para concretarse.

Así, los republicanos le pidieron formalmente a Barrera que sea el jefe de asesores y coordinador constitucional de la bancada de consejeros, lo cual implica que se venga al país -ya que está viviendo en Estados Unidos- por cerca de seis meses para acompañar a la colectividad y sus representantes en la recta final de este proceso constitucional.

De esta manera, su debut será este lunes en Casablanca, en el segundo cónclave de coordinación de la tienda. La idea es que ese sea su primer encuentro con la bancada, instancia en la cual, además, la colectividad estrenará su equipo de 10 abogados que también se sumarán para ayudar a los futuros representantes del partido en el Consejo Constitucional.

Eso sí, el resto de los abogados que conformarán el equipo, según afirman en el partido, todavía están en conversaciones para sellar sus fichajes.

En la colectividad comentan en privado que una de las razones para elegir a Barrera como el coordinador de la bancada tiene que ver con mantener la señal política de “moderación y diálogo” que ha querido instalar la colectividad con sus consejeros. “Ponerlo a él es señal del interés de que esto salga adelante”, dice un dirigente republicano.

Quienes supieron del ofrecimiento a Barrera dicen que de inmediato le interesó, pero a su vez implicaba tomar algunas decisiones. Lo primero: renunciar a su trabajo en el Congreso de Estados Unidos. Desde marzo de 2022 trabaja en el staff de asesores del área de derecho internacional y comparado. Lo segundo: coordinar los asuntos familiares.

Y, por último, debe despejar ámbitos académicos. Barrera se fue a Estados Unidos para estudiar un doctorado en ciencias jurídicas en la Universidad de Notre Dame. De ese posgrado está bien avanzado: ya entregó su tesis, la cual la hizo sobre el derecho a la educación y las libertades educativas en el derecho constitucional comparado. Incluso en agosto partía como profesor adjunto de derecho y educación en la George Mason University.

Por lo mismo, la oferta de los republicanos lo obligó a ajustar sus planes. Las clases las tendrá que hacer remotas, su familia lo acompañará un tiempo en Chile y luego estará yendo y viniendo entre Estados Unidos y Santiago. Su doctorado, por otro lado, ya está casi listo y quedó liberado de su trabajo en el Congreso norteamericano.

Con todo eso listo, quienes conocen de las gestiones del partido comentan que Barrera compró el martes los pasajes para llegar este domingo a Santiago. El objetivo es que se pueda sumar de inmediato a una segunda jornada de trabajo que tendrán los consejeros electos durante el lunes y martes de la próxima semana, en el mismo hotel de Casablanca.

Las razones para fichar a Barrera

Además de la señal de “moderación” que puede evocar su nombre, en el partido pensaron que Barrera calza perfecto por el “vínculo histórico” que tiene con los republicanos. Fuentes de la colectividad comentan que más allá de algunas diferencias en ciertas posiciones, el abogado proviene de los orígenes republicanos. Luego de militar siete años en la UDI, renunció para irse con José Antonio Kast y ayudarlo a formar el partido.

De hecho, fue su primer secretario general y fue pieza clave para escribir los estatutos y redactar la declaración de principios del partido. Renunció a la colectividad cuando se fue a estudiar su doctorado. En ese minuto optó por alejarse de la vida político-partidista para dedicarse a la academia, algo que siempre le había interesado. Su incursión académica venía de antes, ya que había cursado un máster en derecho y política de interés público en la Universidad de California.

Al partido le interesaba sobre todo tener a alguien que pueda tener “mucha fluidez” con Frontaura, y Barrera es muy cercano al único comisionado del Partido Republicano en la Comisión Experta. Son amigos y han trabajado juntos. Cuando Barrera entró a trabajar como asesor legislativo en la Fundación Jaime Guzmán (FJG) -donde estuvo cinco años-, Frontaura era consejero en el mismo lugar.

El mandato de Barrera es lograr un “equipo coordinado y coherente”. Para eso la idea es que junto con el partido pueda conformar un grupo de 10 abogados que serán el apoyo principal de la bancada en el Consejo. La cercanía de Barrera con el proceso constitucional se remonta incluso al mes de enero, cuando los republicanos lo sondearon para que pudiera ser uno de los árbitros del partido en el Comité Técnico de Admisibilidad.

Otro punto que jugó a favor, comentan en el partido, son los “nexos, redes y contactos” que tiene Barrera con la derecha. No solo con Chile Vamos, sino que con el mundo de la izquierda, donde destaca, por ejemplo, su amistad y cercanía con el comisionado socialista Gabriel Osorio.

Barrera durante tres años fue asesor legislativo de la exsenadora UDI Ena von Baer. De hecho, él fue uno de los tres abogados que ayudaron a escribir el requerimiento de los senadores de Chile Vamos para impugnar en el Tribunal Constitucional (TC) los indultos entregados por el Presidente Gabriel Boric.

Además, porque el derecho constitucional es su especialidad y, durante su carrera, se ha caracterizado por defender banderas que para los republicanos son fundamentales. Por ejemplo, ha sido litigante de varias causas en el TC, entre ellas, un requerimiento para que la gratuidad en la educación superior no discriminara a estudiantes de instituciones privadas.

También ha llevado causas a favor de la libertad religiosa y educativa, como cuando litigó para permitir en el TC la objeción de conciencia institucional de los hospitales privados que reciben fondos públicos, o la sentencia de 2021 que priorizó los derechos de los padres a educar a sus hijos. Incluso, su nombre sonó como carta para suceder a Jorge Bermúdez al mando de la Contraloría.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.