“Operación Tejón del Dinero”: el plan secreto de EE.UU. para inculpar por narcotráfico a líderes de Venezuela

Nicolás Maduro hablándole a la Corte Suprema de Justicia en Caracas. Foto: Reuters

Un informe secreto dado a conocer por The Associated Press detalló una operación encubierta que, desde 2018, implicó la infiltración de decenas de agentes en el país sudamericano.


Este jueves, The Associated Press hizo publicó el informe secreto que detalla una operación encubierta durante varios años por la DEA (Administración de Control de Drogas de Estados Unidos). Esta operación, conocida como “Tejón del Dinero”, infiltró a decenas de agentes en Venezuela, con el fin de grabar a escondidas y armar casos por narcotráfico en las alta cúpulas del país.

En un principio, Washington reconoció que este plan podría considerarse violación del derecho internacional, destaca AP. El memorando de 15 páginas, que se escribió en 2018 y que estaba clasificado como secreto, indica: “Es necesario llevar a cabo esta operación de forma unilateral y sin notificar a las autoridades venezolanas”. Entre una lista de decenas de personas que el espionaje tenía por objetivo estaba el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Los objetivos incluían también al ministro de Electricidad del país, así como a José Vielma, uno de los primeros acólitos del fallecido Hugo Chávez, que ocupó varios puestos importantes, incluido el de ministro de Comercio y jefe del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria.

Algunos de los aliados más próximos a Maduro se vieron implicados en la investigación, como Alex Saab, el empresario liberado recientemente en un intercambio de presos por 10 estadounidenses y un contratista de defensa prófugo. Pero hasta ahora no estaba claro que las investigaciones estadounidenses contra Venezuela incluyesen tácticas legalmente cuestionables.

Además, apunta AP, la revelación ofrece una inusual perspectiva de hasta dónde estaba dispuesta a llegar la DEA para luchar contra las drogas en un país que prohibió la presencia de sus agentes hace casi dos décadas.

En un momento particularmente tenso entre Caracas y Washington, con la reanudación de las sanciones al país sudamericano a causa de la inhabilitación de la candidata presidencial María Corina Machado a las próximas elecciones, esta nueva revelación vuelve a tensar las negociaciones y relaciones entre ambos países. AP indica que este espionaje podría “agravar el resentimiento hacia Estados Unidos en toda Latinoamérica por la percepción de intromisión”.

Evan Criddle, profesor de la Facultad de Derecho William & Mary en Virginia, dijo a AP que el derecho internacional prohíbe las operaciones clandestinas como las descritas en el memorando que se realizan sin consentimiento en el territorio de un tercer país. Prevé que la difusión del memo “causará algún bochorno a Estados Unidos, impulsará a diplomáticos venezolanos a registrar objeciones y posiblemente inhibirá la futura cooperación”.

María Corina Machado, candidata presidencial de la oposición, en Caracas. Foto: Reuters

Declaraciones de Wes Tabor, exagente de la DEA que estuvo como agregado en Venezuela, apuntan a la visión que tenía la organización sobre sí misma: “No nos gusta decirlo públicamente, pero somos, de facto, la policía del mundo”. A pesar de no confirmar la acción, Tabor ya había dejado claro que, sobre todo en un país como Venezuela, las “medidas unilaterales” podían ser útiles.

“No estamos en el negocio de acatar las leyes de otros países cuando estos países son regímenes canallas y las vidas de los niños estadounidenses están en juego. Y en el caso de Venezuela, que nos está inundando de droga, el riesgo merece la pena”, aseguró Tabor a AP, que no consiguió declaraciones ni de la DEA ni del Departamento de Justicia.

De todos modos, Maduro ya había acusado a la DEA y a la CIA de buscar la desestabilización de Venezuela, e incluso mencionó la probable buena fe del presidente norteamericano. “Yo no creo que el presidente (Joe) Biden esté involucrado. Pero la CIA y la DEA son organismos independientes, imperialistas, criminales”, indicó el presidente venezolano en un programa de televisión.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dirgiéndose a un grupo de manifestantes durante unas marchas convocadas por el gobierno, el 24 de enero de 2024. Foto: Europa Press

Desde que empezó el gobierno de Biden en 2021, su administración ha estado suspendiendo las sanciones que pesaban sobre Venezuela, a medida que la atención del Departamento de Justicia se ha vuelto a Rusia, China y Medio Oriente. En medio de este escenario, se han registrado avances en la relación de ambos países, sobre todo en las negociaciones con la oposición, para que haya elecciones justas y libres este año.

De todos modos, con la candidata opositora María Corina Machado siendo inhabilitada esta semana, la relación entre Washington y Caracas ha vuelto a tensarse. El portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, explicó a la Voz de América: “El régimen de Maduro se comprometió en otoño sobre lo que iban a hacer para permitir elecciones libres y justas y permitir la participación activa de los partidos de oposición. Tienen hasta la primavera para avanzar en esos compromisos y lo estaremos observando de cerca”.

Reafirmando la posición de Washington, Kirby aseguró que su país no renovará las licencias que relajan las sanciones al sector energético venezolano: estas expirarán en abril. Según indica el portavoz, el relajamiento de las sanciones está vinculado con los avances democráticos que vaya mostrando el país sudamericano. La inhabilitación de Machado es vista, desde esa perspectiva, como un grave retroceso.

Póster en apoyo a Alex Saab, uno de los objetivos de la Operación Tejón del Dinero.

Maduro, en tanto, hizo este miércoles un llamado a las Fuerzas Armadas para que se preparen “para lo que sea”, aunque se refería más a la posibilidad de una conspiración al interior del país. “Fuerza Armada, poder militar, alertas y preparados para lo que salga, cuando salga y donde salga, para defender la patria, la Constitución y el pueblo”.

Esto, haciendo referencia a la serie de conspiraciones que, el 15 de enero, la Fiscalía General de Venezuela denunció. Fue el fiscal general, Tarek William Saab, el que anunció la detención de 32 personas y la orden de captura de otras 11, que supuestamente estaban involucradas en cinco conspiraciones contra Maduro. Días antes, el presidente había denunciado planes dirigidos desde Colombia por las bases locales de la CIA y la DEA, contando también con la participación de funcionarios de inteligencia del Ejército colombiano.

Al respecto, el fiscal Saab aseguró que los 32 detenidos están “convictos y confesos”, y que “toditos fueron sometidos a la prueba del polígrafo”. El exfiscal Zair Mundaray, en tanto, aseguró a W Radio que tal método “no es prueba válida para un proceso penal garantista. El polígrafo no sirve para establecer nada y además violenta el derecho a guardar silencio y a la no autoincriminación, que es un derecho humano fundamental”.

Maduro había dicho antes: “Detrás de todo esto está la base secreta de la CIA en Colombia. Lo vuelvo a denunciar y lo tapan en Colombia. Yo digo esto, que Maduro, el presidente de Venezuela, denuncia esto, fácil debería ser titular en algún medio colombiano… Se hacen los locos, fingen locura, fingen sordera. La base de la CIA en Colombia, con agentes de inteligencia del Ejército de Colombia, y la base de la DEA en Colombia dirigen, financian, preparan todas estas acciones violentas”.

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