Alexis Cortés (PC): “En su afán de plebiscitar al Ejecutivo, la derecha va a terminar plebiscitándose a sí misma”

El sociólogo comunista pasó de la Comisión Experta para integrar el comando oficialista por el “En contra”. El excomisionado asegura que es José Antonio Kast quien será evaluado en los comicios de diciembre. Además, descarta que en su sector hayan dicho fake news durante la campaña: “Hemos tratado de ser lo más rigurosos posible”.


El excomisionado del PC e integrante del equipo de contenidos del comando del “En contra” del oficialismo, Alexis Cortés, critica que la derecha haya endurecido su tono para transformar el plebiscito en un referéndum contra el gobierno. Por lo mismo, advierte que a Chile Vamos y los republicanos “les podría salir el tiro por la culata”.

¿Qué evaluación hace de la primera semana de la franja?

Lo más relevante es que las principales promesas de campaña del “A favor” han sido cuestionadas y calificadas como falsas e imprecisas. En buena medida la propuesta del “A favor” se sustenta en promesas de campaña que son difíciles de sostener desde el punto de vista constitucional.

¿Y la del “En contra”?

Lo central ha sido generar un encuadre que permita asociar el texto constitucional a aquello que nadie quiere. Esta Constitución retrocede en materias que ni siquiera la Constitución del 80 ha establecido. Por ejemplo, en materia de derechos de los trabajadores, en previsión social, en derechos de niños, niñas y adolescentes. También por cómo pone en riesgo, por una eventual inconstitucionalidad, algunas leyes que han sido difíciles de aprobar en Chile.

¿No cree que ustedes también han caído en esto de la desinformación? Han llegado a afirmar que nadie quiere que les roben los ahorros previsionales.

La preocupación principal de “Chile En Contra” es de qué manera el texto constitucional protege los ahorros de los trabajadores respecto del negocio de las AFP. Esta Constitución no entrega ninguna garantía para aquellos afiliados que eventualmente pueden perder sus fondos de pensión por shocks financieros como ocurrió en 2008 con la crisis subprime, donde, por ejemplo, la gente que estaba en el fondo A perdió el 45% de sus ahorros de pensiones.

¿Descarta que voceros del oficialismo hayan transmitido alguna exageración o mentiras?

Nosotros hemos tratado de ser lo más rigurosos posible, por lo menos a nivel de vocería. Yo no conozco todas las declaraciones que hayan dado los voceros del “En contra”, porque además son varios comandos y no todos son del oficialismo.

¿Cómo ve el cambio de estrategia del “A favor”? En su última franja tuvieron un mensaje mucho más duro y con referencia directa a figuras del oficialismo.

Ese spot refleja una visión bien cortoplacista que está retratada en la propuesta constitucional, la cual está más pensada en el debate contingente de la coyuntura y no en un texto constitucional que sea un compromiso intergeneracional que permita que el texto sobreviva más allá de cinco o 10 años.

Pero el mensaje de la derecha es plantear un referéndum y enmarcarlo en que si usted está en contra del gobierno tiene que votar a favor.

Probablemente lo que termine ocurriendo es que el referéndum sea respecto de las posibilidades presidenciales de la derecha. A lo largo de estos últimos meses se han encargado de que la discusión gire en torno a metas circunstanciales y electorales. Lo que ha primado son más bien las preocupaciones respecto de la elección municipal y la elección presidencial. Eso es una muy mala manera de construir una Constitución. Probablemente, si se hubiesen preocupado no de las próximas elecciones, no de cómo se golpea o no al Ejecutivo, tal vez el texto no hubiese presentado los déficits técnicos que presenta, poniendo en riesgo legislación vigente como la ley papito corazón o la ley antidrogas.

¿No teme que puedan capitalizar bien esa estrategia?

En su afán de plebiscitar al Ejecutivo, la derecha va a terminar plebiscitándose a sí misma, porque lo que hicieron fue poner propuestas de sus programas de gobierno, poner sus políticas públicas en la Constitución y yo creo que puede que el tiro les salga por la culata. Más que plebiscitar al Ejecutivo se va a plebiscitar a la figura de José Antonio Kast y su aspiración presidencial.

¿Su comando debería explotar más la figura de Kast?

Independiente del resultado del 17 de diciembre, este proceso fracasó, porque no fue capaz de ofrecerle al país un texto que permitiera que fuese considerado la casa de todos, porque es un texto que está mal hecho, que divide y que se lleva la pelota para la casa de un solo sector. El principal responsable de eso es José Antonio Kast. Ellos siempre fueron muy claros en que no querían una nueva Constitución y no querían un nuevo proceso. ¿Qué podía pasar para que eso cambiara? Bueno, que se redactara una Constitución más de derecha, más conservadora y más neoliberal que el texto vigente .

¿Por qué fue necesario incluir en la campaña la alusión al caso Hermosilla?

Si no se hubiesen filtrado los audios de Luis Hermosilla, él seguiría haciendo campaña por el “A favor”. Ese escándalo se relaciona directamente con el debate constitucional, no sólo porque él intervino activamente para defender el texto, sino que principalmente porque este texto entrega mejores herramientas a abogados como él para defender a los que siempre ganan. Es decir, favorece y entrega más garantías a quienes cometen delitos de cuello y corbata.

¿Puede ser un arma de doble filo? Ustedes tienen el caso de Democracia Viva.

La política tiene que ser caiga quien caiga y me parece que el sector ha sido bien consistente con eso. Nuestra preocupación es cómo este texto disminuye las herramientas de los organismos encargados de velar por el buen uso de los recursos públicos.

¿Su sector debería hacer un compromiso público de impulsar legislativamente mejoras al sistema político?

No me gusta la Constitución vigente, pero el remedio no puede ser peor que la enfermedad. Un compromiso en materia de sistema político siempre es bienvenido, pero debe ser definido por los partidos. En lo personal, me parece que serían señales positivas respecto de un diagnóstico que, hasta cierto punto, es bastante compartido: exceso de fragmentación y dificultad para que los gobiernos cumplan sus programas.

¿Antes o después del plebiscito?

El momento oportuno lo tienen que definir los partidos.

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