Arraigo
Sentir el olor de un bosque de eucaliptos y escuchar el sonido del mar en el mismo lugar esuna paradoja. Sin embargo, en esta casa en Cachagua se vive así, con ese sonido y ese olor.


El verano en Aguas Claras, como la vida de esta casa durante vacaciones, es excepcional. Bosque, montaña, playa y mar confluyen en un mismo lugar. Aquí se cabalga por la mañana, se baja a caminar sobre la arena en la tarde, se exploran quebradas, se cosecha el huerto, y se termina el día tendidomirando el atardecer.
Sin duda es una casa hecha para compartir, un refugio antiestrés para desconectarse del ruido de Santiago y un lugar diseñado para respetar y disfrutar de la naturaleza. Por eso, incluso sus propietarios, el director de cine publicitario y dueño de la productora Familiacine, Alejandro Harriet, y la directora de arte en comerciales Carolina Cross, durante mucho tiempo optaron por no tener luz.
“Precioso y romántico, peromuy poco práctico”, dice sonriéndose la dueña. “Prendíamos el generador una vez al día para llenar los estanques de agua y aprovechábamos de bañar a los niños y cocinar. Cuando caía el sol comenzábamos a prender velas. La tenue luz y el silencio nos hacían relajarnos tanto que nos dormíamos siempre bien temprano”, recuerda.
Es que desde un principio se quisomantener una sensación de arraigo con este mágico y apacible lugar. Por eso no se talaron los eucaliptos, sino que se incorporaron a la cabaña.No es extraño ver alguno nacer desde la escalera o terraza. Por eso se construyó con madera y piedra de la zona. Y por lomismo, la vivienda se abre al exterior con ventanales que la recorren por completo.
“Es una casa llena de niños, amigos y naturaleza. Un lugar sencillo donde a veces nos llegan invitados especiales: codornices, picaflores, conejos y hasta hemos visto zorros dentro de la casa”, concluye Carolina Cross.
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