Con el impulso de la masiva convocatoria que el sábado se registró en el Obelisco, en Buenos Aires, Mauricio Macri estaría desarrollando una última estrategia para los pocos días que quedan de campaña de cara a las elecciones presidenciales de este domingo.

Según el diario La Nación, se trató del "acto más masivo que haya encabezado alguna vez (el mandatario)". El mismo conteo del medio habló de casi 320 mil personas, pero en el entorno de Macri hablaron de casi un millón. Así, durante el segundo y último debate entre los seis candidatos presidenciales que se celebró este lunes en la capital, Macri adoptó una postura más "agresiva", "desafiante" y "ofensiva" según describen los medios trasandinos. Para los expertos, el Presidente habría logrado neutralizar la ventaja discursiva que había conseguido Fernández en el primer debate. "No cambio para acomodarme y tengo un compañero de fórmula que siempre da la cara", dijo.

Los ataques contra el candidato peronista, Alberto Fernández, que lidera las encuestas, no tardaron en llegar. "Aguantar la agresividad kirchnerista es duro, pero aguantar que digan que son los que saben, es increíble", señaló el Presidente en respuesta a las acusaciones de Fernández sobre las políticas aplicadas durante los últimos tres años y medio. Así, el momento más tenso se produjo cuando Macri le preguntó a Fernández cómo él en su cargo de jefe de gabinete durante el mandato de Néstor Kirchner y el primer año de Cristina Fernández, no supo nada sobre la corrupción que se desarrollaba a su alrededor. El diario Clarín declaró este lunes que "Mauricio Macri coronó el domingo un fin de semana soñado".