“Balas locas” en la zona sur de la Región Metropolitana: 6 víctimas y ningún detenido

Imagen-muerte-mujer-73PW
La fiscalía y la PDI advierten de la dificultad de encontrar a los autores de estos tiros que sulen dispararse a mucha distancia.

La fiscalía está agrupando las causas para analizar si hay relación entre los casos. Advierten que es difícil ubicar autores en este tipo de delitos.


Este año partió marcado por trágicos eventos para dos familias de la zona sur de Santiago. En la madrugada del 1 de enero, un niño de ocho años estaba jugando en una plaza cuando una bala le impactó en la columna. La celebración se canceló, pues la familia debió correr al el Hospital Sótero del Río para que fuera atendido.

Esa misma noche, otro menor que se encontraba en su casa, en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, también recibió el impacto de lo que, coloquialmente, se conoce como "bala loca".

Otro hogar, ubicado en el límite entre las comunas de San Ramón y La Granja, también suspendió los festejos la noche de Año Nuevo, cuando un disparo atravesó los muros de la vivienda. Por suerte, nadie resultó herido: el impacto llegó a un celular.

Semanas después, el guión se repitió. Esta vez, fue en la comuna de Puente Alto. A las 21.30 del domingo 19 de enero, una madre paseaba en la calle, con su guagua de diez meses, cuando sintió un disparo. Fue la pequeña quien recibió la bala.

Otros dos episodios similares se han sumado en los últimos días. El más reciente ocurrió en San Ramón el martes y terminó con el fallecimiento de una mujer de 73 años que se encontraba al interior de su casa. A pesar de que la fiscalía está investigando si se trata de un caso de "bala loca", los primeros antecedentes apuntarían a lo contrario. En los muros del hogar se encontraron entre seis y ocho impactos de bala y todo indicaría que ocurrió un enfrentamiento en las afueras de la vivienda.

La Fiscalía Metropolitana Sur está investigando todos estos episodios. Señalan desde la institución que están alerta por la gran cantidad de casos registrados, en poco más de un mes. "Los seis casos se han visto concentrados en este periodo. En general, cuando solo hay daños, las personas denuncian menos, y eso ha aumentado", dice el persecutor jefe de la Fiscalía de Delitos Violentos de la zona sur, Christian Toledo.

Delitos difíciles de probar

El fiscal Toledo advierte que se trata de casos muy complejos, cuya investigación, técnicamente, está llena de obstáculos.

"Se trabaja específicamente con la Brigada de Homicidios y el Labotario de Criminalística de la PDI, dado que son casos bastante difíciles de aclarar por la forma y circunstancia en que se producen. Pese a estas complicaciones, siempre han tenido una gran preocupación por parte del Ministerio Público, los fiscales y la Unidad de Atención de Víctimas", dice Toledo.

El persecutor a su vez adelanta que la Fiscalía Metropolitana Sur se encuentra agrupando todos estos casos en la Fiscalía de Delitos Violentos "para analizar los proyectiles que han llegado, el tipo de armamento utilizado e indagar si acaso tienen una relación entre si".

Quienes conocen de estas complejidades, aseguran que lo primero que se hace es determinar el armamento utilizado, el ángulo en que se habría realizado y el rango de distancia en que ocurrió el tiro. Esto suele ser difícil, ya que ocurren en barrios o comunas donde vive mucha gente. Si el disparo se realizó a un kilómetro de distancia y en la noche, cuando hay pocos testigos, es muy difícil saber quién fue el autor. Por eso, hasta la fecha, de los seis episodios, ninguno cuenta con detenidos, a pesar de que todos están en etapas iniciales de investigación.

De hecho, uno de los pocos casos en que se ha dado con el autor del disparo, fue el que mató al líder sindical Juan Pablo Jiménez, en 2013. Ese impacto ocurrió de día en la comuna de San Joaquín, por lo que el testimonio de algunos testigos fue clave para dar con el responsable, quien fue condenado por cuasidelito de homicidio.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.