Antuco, el eco-destino del Biobío
Uno no se imagina las sorpresas que hay aquí. Se trata de un lugar con potencial turístico único, que ofrece la posibilidad de realizar cabalgatas, trekking y canopy, entre otras actividades sabrosas en materia de turismo aventura. <br>

"En la montaña puedes olvidar casi cualquier cosa, pero jamás puede faltar entre tus pertenencias un cuchillo", comenta Myriam, quien nos acompañará durante parte de nuestra visita. Ella es la única mujer chilena que dedica su vida al oficio arriero, y sus más de 40 años de experiencia avalan por completo su advertencia.
Fuimos invitados a recorrer y descubir la zona cordillerana y principales atractivos de la Región del Biobío, rica en materia de ecoturismo, en compañía de los guías de Eco Latitud, un operador turístico conocedor de esta parte de Chile. Tras dejar atrás el aeropuerto de Concepción, iniciamos un viaje de dos horas y media hacia Antuco, pueblo en altura que ha sabido lidiar con el anonimato en materia de turismo y que carga con la triste estampa de la tragedia sufrida por conscriptos del Ejército en el invierno de 2005.
Sin embargo, sus 4.000 habitantes saben que aquí florece un potencial turístico que aún se mantiene oculto, pero que poco a poco ha sido puesto en marcha. Prueba de ello son los diversos restaurantes, cabañas y hosterías que paulatinamente están dando a conocer a Antuco como un nuevo destino en la zona cordillerana de la Octava Región.
Primero llegamos a Antucalhue Mountain Resort, un lodge con cabañas ubicado entre Antuco y el Parque Nacional Laguna del Laja, en la Ruta Internacional hacia Argentina. Este centro turístico será nuestro lugar de alojamiento. Está estratégicamente ubicado entre los grandes atractivos naturales de la zona, como los volcanes Sierra Velluda, Cerro Cóndor y el propio Antuco; la laguna del Laja y los saltos del río Malalcura. También ofrece un montón de actividades de verano, como la pesca de truchas arcoíris, canopy, cabalgatas y jornadas de trekking a los saltos de Malalcura y otros senderos insertos en el Parque Nacional Laguna del Laja, como Las Chilcas-Torbellino o la ruta a los glaciares de la Sierra.
Previo a la cena, nos aprestamos a caminar por el sendero Las Chilcas, en los albores del parque nacional. Una ruta de fácil acceso y apta para todo tipo de personas. Mientras avanzamos, contemplamos la aparición del río Laja, que permanece subterráneo desde que nace en la laguna homónima, cuatro kilómetros más arriba. Una fotografía obligada es el salto El Torbellino, un potente torrente de agua cuya energía es aprovechada en la generación de energía a través de una planta de Endesa y en el riego de los suelos de la zona. Si tenemos suerte, podremos ver cóndores en esta área, aunque más fácil es toparse con vizcachas, matuastos (una especie de lagartija más grande) y unas 45 especies de avifauna.
RIQUEZA VERDE
Al día siguiente, debemos amanecer temprano, para iniciar una jornada llena de actividades. Comenzamos el itinerario con el canopy, que comprende 840 metros de recorrido dividido en cinco tramos, en los que se atraviesa por las alturas las quebradas y riachuelos del sector de Malalcura, todo por un valor de $6.000.
Al mediodía, Myriam -la mujer arriera- nos espera con los caballos ensillados, listos para iniciar una travesía en un camino escarpado. Subiremos por un camino zigzagueante hacia el denominado Valle de los Carpinteros, donde luego de dos horas de camino, realizamos una parada para disfrutar de un asado al palo.
Continuamos el ascenso y las vistas son cada vez más espectaculares: aparece el esplendor del volcán Antuco, que durante el verano no presenta nieve en sus 2.985 metros de altura, y también se vislumbra la cumbre del Sierra Velluda, que presenta un glaciar en lo más alto.
Cuando llegamos a la planicie de la Meseta Los Zorros, observamos un suelo arenoso de origen volcánico. Sus planicies parecen infinitas, abruptas, cuya calma sólo es interrumpida por nuestra presencia. Finalmente, llegamos al refugio, donde nos espera un sabroso chivito. Esta vez comemos con las manos, armados tan sólo con un cuchillo, tal como nos enseñó Myriam.
El regreso lo hacemos por el mismo camino. A pie o a caballo, ambas son buenas alternativas para apreciar por última vez el Valle de Los Carpinteros, llamado así por la presencia -a veces invisible- de estos pájaros. El atardecer logra una exquisita mezcla de colores ocre que se reflejan en las cumbres. Pero aún nos queda actividad por delante. El día no ha culminado y por ello aceleramos el paso.
Ya de bajada, enfilamos hacia la Laguna del Laja, el embalse natural más grande de Chile. Un verdadero espectáculo que, en parte, se asemeja al Desierto de Atacama debido a su clima, muy ventoso y seco, que presenta un paisaje que no deja de ser sobrecogedor.
Aquí se instaló recientemente un memorial que honra a los caídos durante la tragedia de Antuco. Al despedirnos, da la impresión que la gente de la zona jamás olvidará el triste episodio.
Sin embargo, a pesar de la desgracia imborrable, el futuro de Antuco se vislumbra prometedor. Por lo menos, sus asombrosos encantos naturales dan fe de ello.
GUIA
COMO LLEGAR
Antuco se encuentra a 60 kilómetros desde Los Angeles (Región del Biobío), por la ruta Q-45. También se puede llegar en buses rurales que salen desde Los Angeles.
TOURS
Eco Latitud: ofrece rutas de trekking y escalada tanto en el parque como al volcán Antuco. Contacto: contacto@ecolatitud.cl. www.ecolatitud.cl
ALOJAMIENTO
Antucalhue Mountain Resort: lodge y cabañas, con piscina de agua de vertiente y hot tubs. Teléfono: (9)68496340. www.antucalhue.cl
Cabañas Puelche: desde $ 20.000 por noche. Teléfono: (43) 621098.
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