En un emocionante definición, la selección chilena cayó por 26-25 (13-13) frente a Arabia Saudita , hipotecando sus opciones a la histórica clasificación los octavos de final del Mundial de balonmano.

Chile tuvo opciones de quedarse con el resultado desde el principio. Durante la primera parte, los dirigidos por Mateo Garralda se impusieron de gran forma apostando a una estrategia conservadora, al contraataque, en el que Rodrigo Salinas fue el principal artillero, con 5 tantos.

Arabia Saudita, en cambio, mostró su poderío en el ataque usando las bandas para la ofensiva. Desplazamientos rápidos, que remataban desde el costado, fueron los tintes del juego árabe.

Durante el complemento, los chilenos quisieron utilizar la rotación del balón en la línea de ataque para abrir los espacios y apuntar. Fue difícil, pues rápidamente el rival entendió el juego nacional, que se vio muy trabado en los goles.

Arabia, en cambio, mantuvo un juego veloz y siguió viendo en los costados el mejor pasadizo al gol. Muchos goles fueron anotados en ventaja numérica para los verdes, que encontraron una baja reposición defensiva en el septeto nacional.

Los minutos finales fueron los más complicados. Allí, golpe a golpe fueron definiendo el resultado, pero fueron los árabes quienes mejor manejaron la presión y se aventajaron en 3 goles (20-23).

Al final, Chile consiguió empatarlo pero falló en sostenerlo, y se conformó con un mezquino marcador que ahora lo tiene mirando el resultado entre Bielorrusia y Hungría para saber si clasifica o no a los octavos de final del Mundial de Francia (16.45 horas).