Histórico

BMW 700: El auto que salvó a la marca alemana cumple 50 años

El 9 de junio de 1959 la compañía presentó su primer coche con estructura monocasco, aunque lo más trascendente del modelo es que permitió a la firma no ser absorbida por Mercedes Benz.

Llegaba a su fin la década del 50 y BMW, una de las marcas de automóviles más prestigiosas de Alemania Federal, atravesaba una profunda crisis, motivada por importantes pérdidas económicas y un descenso considerable en las ventas. A tal punto llegaba el problema, que se planteó como posibilidad el traspaso de BMW a Daimler-Benz AG, el fabricante de Mercedes Benz y rival histórico de los bávaros.

Sin embargo, cuando la venta parecía sellada, un grupo de accionistas se opuso, confiando en que un nuevo modelo enfocado a la clase media podría sacarlos del fondo. Ese auto era el BMW 700 Coupé, coche que fue presentado el 9 de junio de 1959 en la localidad de Feldafing, cerca de Münich.

Cincuenta años más tarde, la firma bávara reconoce el cambio que tuvo el curso de la historia, señalando al 700 como el auto que salvó a la compañía, pues se transformó en un éxito comercial mayor, incluso, que el Isetta. De hecho, en los seis años que se mantuvo con vida, sacó 188.211 unidades, una cifra cinco veces superior al modelo precedente, el 600.

PRIMER MONOCASCO

Diseñado por Giovanni Michelotti, el BMW 700 marcó distancia desde su concepción, pues si bien estaba basado en el 600 (que a su vez derivaba del Isetta), se diferenciaba por su estructura monocasco, o sea, que incluía en una pieza la carrocería con el chasis. Fue el primer BMW en disponer de esta estructura.

Mecánicamente contaba con un motor de 697 cc unido a una caja manual de cuatro marchas que desarrollaba 30 caballos de fuerza. Según la marca alemana, dicho bloque, que fue tomado de la moto R67 de BMW, "ofrecía la misma velocidad máxima e igual aceleración que su antecesor de seis cilindros y dos litros de capacidad".

Precisamente, la aceleración era uno de los aspectos que resaltaban en el coche, pues era capaz de alcanzar los 100 km/h en 30 segundos, con una velocidad máxima de 125 km/h, una excelente cifra para su tamaño y para los vehículos de la época.

Con estos antecedentes, el BMW 700 pasó a ser de inmediato uno de los modelos más esperados del Salón de Frank-furt de 1959, donde a la versión Coupé se agregó una variante de cuatro puertas. Posteriormente se sumaría un cabriolet.

Cuando se inició la venta en 1959, el éxito fue inmediato, al extremo de que algunas personas debieron esperar varios meses por su modelo. En su primer año se matricularon más de 35 mil unidades, con lo que se transformó en el 58% de los ingresos de la compañía.

La segunda generación del coche apareció en 1962. El cambio más significativo estuvo en el mayor espacio interior para los ocupantes, pues aumentó 320 milímetros de largo, mientras la distancia entre ejes creció 160 mm.

El primero en adoptar estas variaciones fue el sedán, recibiendo las denominaciones LS y LS De Luxe. En 1964 se sumó al Coupé.

Pese a la buena aceptación de los consumidores y a que se empezó a ensamblar en otros países, como Bélgica, Italia y Argentina, el 700 dejó de fabricarse en 1965 y BMW se alejó del segmento de los autos pequeños. Eso, hasta 2001, año en el que la marca bávara se reinsertó con el nuevo Mini.

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