Una dieta a base de alimentos crudos, la llamada "crudivegana", congrega en el sur de España a un centenar de personas que, en pleno siglo XXI, tratan con este régimen de cuidar su organismo y evitar enfermarse.

"La Cascada", es el lugar que acogerá, los próximos 12, 13 y 14 de septiembre, al primer Festival Internacional de "crudívoros".

Los "crudívoros" aseguran que la suya es el única dieta que no desvirtúa o destruye las propiedades de los alimentos, ya que al hervir éstos las enzimas se destruyen y éstas son necesarias para la digestión.

Según Balta Lorenzo, quien introdujo esta dieta en España hace ya 18 años, este es el modo de alimentarse más antiguo, ya que antes de descubrir el fuego, los humanos tomaban, como el resto de los animales, la comida cruda.

"La cocina no existe en la naturaleza, no hay plantas o árboles que den frutos cocidos, por lo que lo natural es el alimento crudo", afirmó.

OTROS PAISES
Pero no sólo España tiene adeptos a este estilo de vida. Alemania, Gran Bretaña, EEUU o Filipinas son otros países que tienen seguidores, algunos reconocidos, como el doctor Douglas Graham, que prepara a deportistas de elite.

La dieta "crudivegana" cuenta en varios de estos países con programas de televisión, revistas especializadas y restaurantes de lujo.

Durante el próximo congreso internacional, esta comunidad divulgará su dieta y sus vivencias y harán actividades como yoga, biodanza o meditación.

Muchas de las personas que visitan la "sede" española lo hacen porque tienen problemas de salud o de adicciones.

"Aquí se han convertido al 'crudivorismo' enfermos de sida, de cáncer, comedores compulsivos o adictos a la cocaína, y los que no se curaron, mejoraron", relató Balta.

La dieta "crudívora" tiene la variante "frugívora", en la que sólo se ingieren frutas, y por ejemplo en Francia, cuenta con la corriente "Instinto Nutrición", que incluye una alimentación compuesta de carne, pescado y huevos crudos.