Las primeras imágenes en prisión de Josef Fritzl, conocido como el carcelero de Amstetten, fueron difundidas hoy por la agencia de noticias Korpa.

Fritzl se encuentra en una prisión austriaca por haber encerrado a una de sus hijas en el sótano de su casa durante 24 años, y por haberla violado y golpeado sistemáticamente. Además, tuvo con ella  hijos-nietos, a uno de los cuales está acusado de matar.

En la fotografía divulgada hoy aparece solo y cabizbajo tras las rejas de la cárcel. Fritzl se encuentra a la espera del proceso judicial, que comienza el 16 de marzo próximo.

HIJA DECLARARA EN JUICIO
Elisabeth, la mujer que permaneció 24 años encerrada en el sótano de la casa familiar del austríaco Josef Fritzl, con quien tuvo siete hijos fruto de las continuas violaciones, relatará la semana que viene en el juicio cómo intentó siempre "complacer" a su padre para así resguardar a los niños de los abusos.

En un testimonio, que fue filmado para evitar acudir al tribunal, Elisabeth, quien ahora tiene 43 años, pero fue encerrada a los 18, contará que fue agredida sexualmente por su padre por primera vez cuando sólo tenía 11 años y que se defendió "golpeándole y gritando", según fuentes cercanas a la investigación.

"El monstruo de Amstetten", de 74 años, será juzgado la semana que viene por los cargos de asesinato, incesto, violación, privación de libertad y coacción. Según su abogado, ya ha asumido que pasará el resto de su vida en prisión.

De acuerdo a datos recogidos por Europa Press, Fritzl se declaró culpable de todos los cargos excepto el de asesinato, en relación al hijonieto que tuvo con Elisabeth y que murió poco después de nacer. Los fiscales le creen culpable de la muerte del bebé por omisión, lo cual es considerado asesinato por la Justicia austriaca.

Pero en el tribunal también se hablará de la falta de atención de las autoridades austriacas, como los fallos de la Policía por no darse cuenta de lo que ocurría en casa de los Fritzl a lo largo de 24 años. Elisabeth y sus hijos viven ahora bajo una nueva identidad y en un lugar que no ha sido revelado por las autoridades para preservar su intimidad.

El "monstruo de Amstetten" se defenderá en el juicio alegando que Elisabeth mantenía relaciones sexuales desde una edad muy temprana y que bebía y fumaba drogas. Según Fritzl, éste sólo quería salvarla. "No es un monstruo. Quería a su hija a su manera", explicó la semana pasada su abogado, Rudolf Mayer.