"No podía quedarme mirando en la televisión cómo sucedían los hechos y quería ser parte del derrocamiento de la dictadura. Fue por una necesidad política, histórica, no por una necesidad fotográfica", cuenta Claudio Pérez sobre sus orígenes como artista gráfico, hace ya 30 años, y que lo han convertido en uno de los fotoperiodistas más reconocidos del país.

El tema de la represión militar, la resistencia frente a la Dictadura y las culturas populares han marcado el trabajo fotográfico de Pérez, el que hoy es resumido en la muestra  Ritos y Memoria, una antología visual, que se inaugura hoy en la Sala de Artes Visuales del GAM. Se trata de 150 fotografías en gran formato y una selección de fotografías tamaño postal, que dan cuenta de la violencia del Estado y de la represión y de la valentía de quienes protestaban contra el régimen, registradas en blanco y negro. La fotografía en color aparece en las series sobre ritualidad quechua, un trabajo que Claudio Pérez viene realizando desde 2004 y que ratifica su vocación de fotógrafo documentalista.

En la exposición destaca El Amor Ante El Olvido (2007), una serie de retratos íntimos de las madres de detenidos desaparecidos, el Muro de la Memoria (1999 - 2014), una revisión al estado actual de conservación del mural fotográfico ubicado en el puente Bulnes, trabajo que rescató e imprimió en cerámica 975 imágenes de los desaparecidos en nuestro país, y Huellas persistentes (2009 - 2001), inquietantes fotografías de lugares de detención y tortura.

Pérez, quien ha trabajado para medios internacionales como Bloomberg News, Stern Newsweek, Der Spiegel y El Gatopardo, era un veinteañero que vivía en Brasil desde 1979 y que decide regresar a Chile a fines del 83 cuando se iniciaron las protestas. "Pensaba que no era tan difícil calcular el diafragma y la lucecita y me ayudaba leyendo libros de la Kodak y así empecé a aprender como la mayoría de nuestra generación que nos hicimos fotógrafos en la calle".

Sus primeros trabajos en medio de las nacientes protestas, las recuerda como que "había que ser ágil, correr junto a los amigos fotógrafos de la AFI (Asociación de Fotógrafos Independientes) que le enseñaron que nunca había que andar solo. La AFI fue un soporte legal y emocional también, porque ahí aprendimos a hablar de fotografía. Los artistas fotógrafos de la AFI nos enseñaban a ver el lado de la emoción, porque a veces éramos muy objetivos", recuerda.

Pérez destaca su trabajo para documentar la historia del pueblo de Andacollo, pueblo que tiene un arraigado ritual religioso. "Los indígenas en Chile no son reconocidos y a nosotros nos importan un pucho nuestros indígenas", señala. "Me arranqué (de las protestas) por temor de convertirme en otro más de la cultura de la muerte y no tener sentimientos frente a nada, y me llamó el norte. Al final la fotografía es una excusa, para estar en los lugares donde tienes que estar, para pertenecer a algún lugar", cuenta.

Claudio Pérez fue fotógrafo de prensa en el diario Fortín Mapocho y el semanario Página Abierta. Sus fotografías están en las colecciones permanentes del Museo Salvador Allende, Museo de Tessaloniki (Grecia) y Colección Leticia y StanislasPoniatowski (México). El martes 1 de julio en la sala C1 del GAM se lanzará un libro-catálogo de esta exposición, editado por PérezLópez Editores junto con Lom Ediciones.

Ritos y Memoria, una antología visual, de Claudio Pérez

Sala de Artes Visuales

17 Mayo al 6 Julio

Lunes a Sábados de 10 a 21.30 horas

Domingos de 11 a 21.30 horas

(Edificio B, piso -1)

Entrada Liberada