Señor director:

Un país que está en contra del aborto en todas sus formas, que carece de políticas de educación sexual serias,  que no cuestiona ni reflexiona que haya niñas de 10 años embarazadas (en su mayoría, producto de abusos y violaciones proferidos por familiares cercanos), que considera que esa niña está obligada por ley -en honor al niño que está por nacer- a seguir con un embarazo para el cual no está ni física, ni económica, ni psicológicamente preparada, y que además llega a pensar que con un bono de $ 20.000 mensuales va a compensar en algo el difícil proceso que tendrá que padecer esa menor, es un país que no se ha dado el trabajo de discutir qué es lo que se entiende por "ético".

Si esto no es violento, no sé qué más puede serlo.

Paula Sáez A.

Psicóloga U. Diego Portales