La ex voleibolista holandesa Ingrid Visser, y su esposo Lodewijk Severin, fueron encontrados muertos ayer en Murcia, ciudad del sudeste de España, tras estar desaparecidos por 15 días.

Tras encontrar a las víctimas, las primeras informaciones de la policía española hablaban de un "homicidio violento". Más tarde se informó que se trataba de Visser, quien fue encontrada decapitada, y su marido.

De hecho, la identificación demoró algunas horas hasta que fue posible realizar un examen de ADN.

Visser, que jugó en el equipo de voleibol Murcia entre 2009 y 2011, había viajado con su compañero a la región para realizar "una visita a una clínica" de fertilidad, informó el jefe de la policía de Murcia, Cirilo Durán, quien luego reveló la detención de tres personas: un español y dos rumanos.

El español, ex gerente del club CAV Murcia, Juan Cuenca, fue interrogado largamente y se investiga si pudo haber encargado el asesinato a los dos rumanos.

Según la hipótesis barajada por los investigadores, la pareja habría mantenido algún tipo de "negocio" con los tres detenidos, dado que "estuvieron todos ellos juntos" en una casa de la vecina localidad de Molina de Segura "al  menos la fecha del 13 y el día 14", precisó el jefe policial.

"Planteamos que unas desavenencias en los negocios puedan haber llegado a  ese desencuentro importante dentro de la casa y haberse producido el fatal desenlace", explicó sin más precisiones.

De 1,91 metros de altura, Visser vistió 514 veces la camiseta de su selección, lo que la convirtió en la jugadora de su país que más veces lo ha hecho. En 1995 ganó con la selección holandesa el campeonato de Europa de voleibol  y en 2007, el Grand Prix. Entre 2009 y 2011 jugó en España para el CAV Murcia. Un año después, en 2012, puso fin a su carrera deportiva.