Fue un partido polémico. Dos jugadores expulsados, además de José Mourinho y su ayudante, fue el saldo que dejó la igualdad entre Villarreal y Real Madrid ayer en El Madrigal, el segundo empate en fila para los líderes de la Liga.

Primero fue Cristiano Ronaldo, quien se fue de la cancha diciendo que era "un robo". Luego, se conoció que Pepe le gritó al árbitro y a sus asistentes "¡Vaya atraco, hijos de puta!", lo cual quedó consignado en el informe y seguramente le cueste varias fechas de suspensión.

Pero ahora El Periódico Mediterráneo agregó otro ingrediente a la situación: los jugadores del Madrid habrían entrado al camarín del Villarreal, todavía molestos por el resultado del partido.

Según la información que complementa Sport, el grupo de jugadores blancos fue liderado por Cristiano Ronaldo, quien incluso se habría sacado la camiseta frente a sus rivales como muestra de su indignación -en actitud "chulesca" o provocadora, dicen en España-, gritando "¡esto es de vergüenza, no es fútbol profesional!".

El portugués y algunos de sus compañeros se habrían "encarado con los locales, invitándolos a pelearse", lo que se suma a que algunos jugadores habían esperado al árbitro afuera de su camarín.

Con todo esto, el equipo de Mourinho quedó a seis puntos del Barcelona en lo más alto de la Liga de las Estrellas.