Histórico

La maldición de Montevideo: "A los chilenos les pesa el Centenario"

Una historia de golpes, bravatas, emociones y fútbol, en la que Chile nunca ha sacado la mejor parte ante Uruguay, jugando en su mítico estadio. ¿Cómo se explica el registro derrotista en este coliseo? Las respuestas vienen desde ambos países.

Dicen que el Centenario se asemeja mucho al histórico Coliseo Romano. Los jugadores, cual gladiadores, sienten cómo vibra el cemento de la vieja estructura del estadio cuando caminan hacia la cancha por un túnel muy estrecho. Intimidante en todos los sentidos, menos para los uruguayos, que están acostumbrados a la sensación. Para la visita, en tanto, puede transformarse en un suplicio emocional.

Una de las grandes víctimas de esta tortura ha sido la selección chilena. La estadística es contundente y extremadamente negativa: 23 partidos jugados, siete empates y 16 caídas. Ningún triunfo desde que enfrentó por primera vez a la Celeste en este mítico recinto, el 10 de enero de 1942, cuando sucumbió por 6-1. Ése es el peso derrotista que busca sacarse la Roja de encima este martes, a partir de las 20 horas. El contexto, por lo demás, triplica la complejidad, puesto que la hinchada local agotó en horas, hace tres semanas, las 60 mil entradas que se pusieron a la venta para este duelo eliminatorio. Hay una sed de revancha mayor después de la Copa América.

¿Por qué Chile nunca ha podido conquistar este coliseo, donde hasta Venezuela obtuvo una victoria por 3-0? Casi todos los argumentos, por distintos que sean, desde uno y otro lado, apuntan a una misma respuesta. Falta de fortaleza mental de todos los combinados nacionales que han pisado la casa del primer Mundial de fútbol.

Daniel Enríquez es hace poco el director de desarrollo de la Asociación Uruguaya de Fútbol, pero también es entrenador, gerente deportivo (le dio su primera oportunidad como técnico a Marcelo Gallardo en Nacional) y autor del libro Back Izquierdo. Guardando las proporciones, es una especie de Jorge Valdano uruguayo. “!Es que jugamos en el Centenario! Tenemos que mostrarle a Chile que estamos en el Centenario”, comenta el ex defensor, a quien le caracteriza la prudencia de sus opiniones, pues agrega que “lo que pasa es que ahora Chile es el equipo de mejor juego en Sudamérica. Si nuestra selección quiere ganar, va a tener que mostrar mucho más que empuje”.

Más directo es Carlos Sánchez, titular seguro en el partido del martes. El volante que acaba de firmar por el Monterrey de México, de 30 años, acepta responder esta única pregunta de La Tercera, ya que no está en su día en que le toca atender a la prensa. Se sorprende al conocer el registro chileno en Montevideo. Su respuesta ante los hechos es tajante: “A los chilenos les pesa el Centenario”. Y agrega: “Lo que pasa es que es muy difícil ganar en nuestro estadio. Se siente una mística distinta y eso se hace notar a las visitas”.

Es verdad, eso sí, que el Centenario no es duro únicamente para Chile. Argentina, sin ir más lejos, obtuvo su primera victoria sobre la Celeste en esta cancha durante el proceso clasificatorio para Alemania 2006, bajo el mando técnico de Diego Armando Maradona. Fue el resultado que clasificó a la Albiceleste a la Copa y que generó la recordada (y cuestionada) frase “la tenés adentro”.

El dato lo aporta Jorge Savia, enciclopedia del periodismo deportivo uruguayo, editor del diario El País, medio en el que escribe desde 1973. Su visión del asunto es mucho más frío. “No es un tema anímico en el sentido de que Chile juegue temeroso en el Centenario. Lo que pasa es que la estadística está muy inclinada en favor de Uruguay, y dentro de esa realidad es que se ve el dominio de nuestra selección sobre la de ustedes”.

Savia cree que su primer Uruguay-Chile en Montevideo lo vio en 1957, cuando tenía siete años. “En una época donde Uruguay, con la última etapa de la generación del Mundial del 50, tenía jugadores mucho más fuertes que los chilenos”, indica. Lo demás, según este periodista, son sólo suposiciones fuera del campo. Y tiene razón.

La versión criolla 

Ya está dicho que el túnel del estadio Centenario que comunica los camarines con la cancha se caracteriza por ser muy estrecho. Así lo saben los jugadores chilenos que han actuado en el mítico recinto uruguayo, particularmente la selección que buscaba un cupo a la Copa del Mundo de Alemania 2006.

El 15 de noviembre de 2003, el equipo dirigido por Juvenal Olmos visitaba al cuadro charrúa en Montevideo. La previa del compromiso había sido normal, hasta que ambos elencos coincidieron en el trayecto hacia el césped del estadio. A pocos segundos de abandonar el pasillo, los futbolistas locales comenzaron a agredir a los nacionales súbitamente. “Nos metieron por un túnel, apagaron las luces y nos agarramos a combos. Fue bien estresante, ellos lo tenían preparado para amedrentarnos. A mí me llegó un volador, no sé de dónde salió. Cada uno empezó a aforrar como pudo para intentar salir luego del túnel”, recuerda Miguel Ramírez, titular aquella tarde en la Roja. En definitiva, Chile cayó 2-1 ante los uruguayos y lo sucedido a la salida de los vestuarios condicionó el ánimo de los nacionales. “Había un ambiente bien tenso, muy similar a lo de ahora con Jara”, agrega el técnico de San Luis de Quillota.

Lo cierto es que el Centenario no es cualquier estadio. El edificio, que ha albergado finales de Copa América y Copa del Mundo, entre otros eventos, actúa casi como un rival más para los equipos que visitan la capital de Uruguay. Chile lo sabe y así los explican sus mismos protagonistas. “La selección uruguaya se agranda en ese estadio, se hace más fuerte. Además, el apoyo del público se hace sentir; no hay pista y la cancha está más cerca de la tribuna, eso hace que se sientan los gritos”, añade Cheíto, quien también visitó el recinto cuando jugaba en Colo Colo: “En un partido con Nacional, nos tiraban piedras, monedas y pilas cada vez que lanzábamos un córner”, añade.

Luis Musrri también recuerda sus actuaciones en el Centenario: “Siempre es especial jugar en un estadio con tanta historia”, explica el volante que participó en la caída del 20 de agosto de 1997 rumbo al Mundial de Francia. El ex azul, eso sí, espera que en el duelo del martes los nacionales no sientan la presión de actuar en el histórico coliseo: “No nos ha ido muy bien en el estadio y ellos siempre crean un clima importante en el Centenario. Ojalá esta vez sea distinto”, afirma.

Su historia en el Barrio Parque Batlle también tuvo un episodio especial en el mítico túnel: “También nos topamos con los uruguayos en el pasillo, pero lo que nos dijimos queda entre nosotros)”.

Orlando Aravena visitó el edificio como técnico de la selección mayor en dos ocasiones (1988 y 1989). En aquella cancha registró una caída y un empate, ambos en amistosos. “Siempre en el Centenario es difícil, los uruguayos ahí quieren hacerse notar, los partidos son con muchas asperezas y a todos les cuesta en ese estadio”, asegura el ex entrenador.

Por su parte, Jorge Aravena recuerda varias anécdotas actuando en el escenario que recibió la primera Copa del Mundo de la historia. La más importante ocurrió en 1985, cuando la selección chilena buscaba los pasajes para el Mundial de México. “Son pocas las selecciones que logran ganar en el Centenario.  Es un reducto muy complejo, muy difícil”, parte rememorando el Mortero, quien vivió de cerca el hostigamiento de los hinchas celestes. “Al salir del túnel a Hugo Rubio le lanzaron una piedra en la cabeza, debió ser atendido en la orilla de la cancha, antes de que empezara el encuentro”, explica.

Más tarde, en el partido se produjo el episodio más llamativo. Cuando Aravena se preparaba para rematar un tiro libre, el jugador local Venancio Ramos lanzó una naranja a la pelota justo cuando se producía el impacto. “Le hizo perder dirección y el balón salió desviado”, se justifica el ex volante. Pero su molestia se entiende. Si la jugada hubiese terminado en gol, la Roja hubiese clasificado a la Copa del Mundo de México.

Éstas son las historias que sobreviven del mítico estadio uruguayo, un recinto tan histórico como especial, donde los celestes se sienten a gusto y logran generar un ambiente que termina perjudicando a quienes se atreven a visitarlo. Los chilenos lo harán nuevamente este martes. El Centenario los aguarda. La buena noticia es que, por razones de seguridad, la organización del partido del martes decidió que los equipos ingresen al césped desde túneles separados.

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