Histórico

La otra gigante que La Fura del Baus desembarca en Chile

En 1997 La Fura dels Baus visitó por primera vez Chile. Su vertiginoso espectáculo Manes sorprendió al público de la Estación Mapocho con litros de sangre artificial, fluidos, desnudos y hombres crucificados. En la demencial puesta en escena, plagada de hemoglobina, fuego, ritos paganos y frenesí, los espectadores estaban ubicados al medio de la acción, desplazándose libremente entre los actores. Los arriesgados intérpretes de La Fura tomaban de las manos al público, los arrastraban por el suelo, los mojaban, manchaban y empolvaban. Era cosa de entrar, correr, gritar y tratar de huir o refugiarse donde fuera. Describir la obra es imposible y resultaría un muy pobre relato de lo que se veía en escena. Fue una de esas experiencias intransferibles.

Desde el domingo 18 de enero, el grupo catalán volverá a reencontrarse con los chilenos, pero ahora con un montaje más familiar, que se presentará en Santiago y en las ruinas de Huanchaca, una ex fundición de plata al sur de Antofagasta, dentro del Festival Santiago a Mil. Una enorme marioneta de siete metros de altura, 500 kilos de peso y de color cobre, se convertirá en parte de la vida cotidiana de los transeúntes, siguiendo los pasos de la recordada Pequeña gigante, de Royal de Luxe.

La enorme marioneta de metal, que recuerda a la autómata del filme alemán Metrópolis, de Fritz Lang, se moverá gracias a una grúa y a 10 operarios al ritmo de los compases de Mahler. Adoptará posiciones imprevisibles: se lanzará al suelo, se elevará por los aires, se doblará, caminará e interactuará con un show de fuegos artificiales, proyecciones de imágenes, un muro formado por 60 cuerpos humanos y una rueda repleta de acróbatas que cuelga de otra grúa. La Fura contará con la colaboración de casi 100 personas, entre intérpretes, manipuladores y especialistas en escalada libre. Al principio, pensaron convertirla en una gran machi, pero la enorme complejidad y profundidad de las creencias mapuches fueron imposibles de materializar en un montaje de una hora de duración.

"La obra narra, como en muchos de los mitos tradicionales de culturas indígenas chilenas que leímos, una especie de viaje iniciático universal. Ritos de iniciación de la infancia al mundo adulto, viajes para encontrar la sabiduría o para llegar a otros estados de conciencia", adelanta, desde España, el director Pep Gatell, antes de llegar a Chile el próximo lunes.

"Otro tema que abordamos es la idea del destino. En cambio, en Antofagasta tocaremos el de la Creación, el mito construido poco a poco y como resultado del trabajo de muchos". Para el director, la gigante es una actriz y ha representado diferentes roles durante su trayectoria artística: "En esta representación encarna la culminación de la búsqueda de un ideal, la magia, el amor. A su vez, la rueda representa el viaje, el trabajo colectivo y el destino, a veces arriba, a veces abajo, pero siempre adelante".

La marioneta actuará como eje central del espectáculo Orbis vitae, que se realizará desde la próxima semana, a partir de las 21 horas, en Avda. Apoquindo y en la Alameda, frente a La Moneda. "Nos interesan las posibilidades de jugar con la arquitectura de la ciudad", dice Gatell. "Usaremos algunos edificios de Santiago como plataformas escénicas. En Antofagasta, debido a la belleza de las ruinas de la fundición, recrearemos los trabajos de las minas con personajes virtuales en las paredes de las mismas y encenderemos fuegos, para recrear una factoría en funcionamiento. Valdrá la pena desplazarse para verlo. Será el espectáculo que más interactuará con la arquitectura propuesta. En Las Condes y en la Alameda los espacios tienen menos personalidad".

TODAS LAS GIGANTES DELS BAUS
¿Podrá La Fura dels Baus superar el impacto de La pequeña gigante? El grupo ya ha montado espectáculos similares en otras ciudades con buenos resultados. La gigante fue bautizada con el nombre de Inana, la diosa de la fertilidad, en un montaje para la Exposición Universal de Hannover en 2000. A su vez, perdió la cabeza durante un eclipse total de sol en la ciudad operística de Friburgo, Alemania, durante el festival de 1999. La cabeza estaba en el estadio de fútbol de Munich, donde vio cinco minutos antes que su cuerpo el eclipse total. También representó el papel de "La Victoria" en las recientes celebraciones del Bicentenario del levantamiento contra los franceses del 2 de mayo, en Madrid. Incluso, en 1996 protagonizó un espectáculo en la Plaza de la Catedral de Barcelona, que fue transmitido por televisión por el canal Antena 3. Era un encargo para la empresa Pepsi y el espectáculo se llamó Pepsíclope y la transformación. Pero en esa oportunidad el público fue más incorrecto y provocador que La Fura. Los más de 10 mil espectadores a la primera aparición de la imagen del auspiciador empezaron a gritar: "Coca Cola".

La Fura dels Baus no era un nombre común en Cataluña. En castellano, significa El hurón del Baus. Cinco jóvenes actores escogieron el rótulo de su nueva compañía experimental en Barcelona en 1979 (el mismo año en que nació Royal de Luxe). Franco había muerto en 1975 y de repente todo pareció posible para este grupo de españoles que comenzaron movilizándose por Cataluña a bordo de una pequeña camioneta. ¿Cuál era el significado del nombre? El hurón puede ser entrenado, pero nunca domesticado, gracias a sus inclaudicables instintos salvajes y anárquicos. El Baus es una quebrada cerca de la ciudad natal de los miembros del colectivo, Moya, al norte de Barcelona. Treinta años después, ese espíritu anárquico será puesto a prueba en su próximo desembarco en Chile.

18 de enero, 21 horas. Av. Las Condes con Enrique Foster. Metro El Golf
25 de enero, 21 horas. Frente al Palacio de La Moneda por Alameda.
1 de febrero, 21 horas: Ruinas de Huanchaca. Antofagasta.

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