En octubre del año pasado, la Presidenta Bachelet promulgó la ley de trabajadoras de casa particular, la cual entra a regir hoy modificando el régimen de descanso, jornada y remuneración de las trabajadoras domésticas, reduciendo de 72 a 45 horas semanales y la exigencia de realizar contratos en los primeros 15 días.

Uno de los principales objetivos de la Ley 20.786, que prohíbe la exigencia del uniforme en lugares públicos, es avanzar hacia la profesionalización de esta labor, que todavía tiene altos grados de informalidad en términos de normativas laborales.