Resulta singular que un grupo que jamás claudicó en su vocación pop y que reportó algunos de los  pasajes más estimulantes del rock alternativo chileno de los 90 se arroje en veredictos definitivos: “Todo lo que teníamos que decir sobre pop rock ya lo dijimos. Nuestro trabajo como grupo de ese estilo ya terminó, ya fue, cerramos un ciclo, es un formato que ya decidimos abandonar después de todos esos años”.

Con esa advertencia, Eduardo "Edi Pistolas" Henríquez, líder, vocalista y  mentor de los históricos Pánico, cuenta que sus inquietudes giraron desde hace años hacia otros lenguajes, menos tradicionales y esquemáticos, como la música electrónica, el shoegaze, el krautrock, el techno y las aventuras experimentales. El cambio de piel dio como resultado Nova Materia, su nuevo proyecto junto a la otra alma inequívoca de Pánico, la bajista y también cantante Carolina "Tres Estrellas" Chaspoul, el que empezó en 2015, que supone un freno indefinido en el curso de su banda madre y ya tiene fecha cerrada para su debut en vivo en el país. Será el viernes 22 de abril, en la primera jornada del encuentro L'Arts con que el Centro Experimental Perrera Arte celebrará sus 21 años.

“Pistolas”, radicado en París junto a Chaspoul, sigue: “Hay muchos detalles de esta iniciativa que se conectan con Pánico, son reconocibles para cierta gente, como los ritmos bailables o algunos sonidos de la electrónica, pero no quisimos darle el nombre de Pánico. Pese a que seguimos con Carolina, queríamos salir de los esquemas y partir de cero, mezclar otras cosas. Además, el resto de los integrantes volvió a Chile o le dio prioridad a otros planes, por lo que no había opción”.

En ese sentido, el vínculo es elocuente. No sólo porque el nervio dance de Nova Materia lo acerca a la cara más enérgica que Pánico presentó en temas como Qué pasa wey! o Transpíralo; también porque el flamante dúo tuvo su cuna en Resonancia (2012), la última entrega del conjunto nacido en los 90. Un disco hermético y complejo de masticar, grabado en San Pedro de Atacama y donde asoman sonidos tan poco habituales como los de piedras desérticas o fierros, además de la utilización de micrófonos de contacto destinados a captar las vibraciones de la superficie.

De hecho, Nova Materia cruza tales experimentos con las textura de cajas de ritmo y sintetizadores,  fabricando una electrónica bailable que no se detiene, sin interrupciones, como un loop que tiene inicio pero pareciera jamás concluir, tal como lo mostrarán en su próxima escala en la capital, donde también prometen golpes, tambores y fierros sobre el escenario. “Es un viaje de una hora, la idea es que la gente entre en trance. Es todo bien salvaje. Nos sentimos conectados con lo que pasa hoy en Francia, donde todo es caos, donde da la sensación que el planeta va tan mal que las cosas hay que hacerlas ahora. No como en los 90, que se pensaba que lo brillante sería el futuro”, cuenta el músico.

Para entrar en ese viaje, la dupla ya editó el EP Aparece en sueños -disponible en plataformas de streaming- y ya prepara para fin de año su primer álbum. Con ese itinerario, Pánico, que en el nuevo siglo vivió uno de sus períodos más activos, hoy está en un receso sin plazos determinados, apenas una presencia fantasmal en el presente de ambos artistas. El cantante explica: “Pánico está en descanso. Hemos estado separados y con distintos proyectos. Si volvemos, tiene que ser con algo nuevo, no quiero que nos juntemos para hacer shows con temas del pasado. Eso sería muy poco Pánico”.

Finalmente, el show de Nova Materia también tendrá en esa misma noche a Electrodomésticos y Miss Garrison, mientras que un día después será el turno del Aguaturbia, Tito Escárate y los Galanes Suplentes, Angelo Pierattini y deRuts. Las entradas se pueden retirar desde hoy en Tienda Nacional y La Perrera.