Histórico

Londres se prepara para recibir museo de "Ripley"

Esta semana, en la ciudad británica abrirá las puertas un museo dedica exclusivamente a mostrar que "la realidad es más increíble que la ficción".

El morbo y la búsqueda de lo insólito siempre han estado presentes entre los hombres. En Londres, conscientes de esto, un nuevo museo esta próximo a abrirse. En él será posible encontrar desde un trío de cabezas humanas reducidas por los indios jíbaros de Ecuador, instrumentos de tortura y una vaca con dos cabezas; éstas junto a otros 500 objetos dan vida a "Ripley, aunque usted no lo crea".

El museo dedicado a lo insólito abarca cinco plantas de un gran edificio en el corazón de Londres. "Visite el lugar más extraño en Londres", invitan los carteles que anuncian la apertura del museo en Picadilly Circus, el que se espera se convierta en una de las mayores atracciones londinses. "Siempre habíamos querido abrir en Londres, una de las capitales más importantes, y cuando vimos que el número uno de Picadilly Circus estaba vacante, saltamos para aprovechar la ocasión", explica Edward Meyer, vicepresidente de exhibiciones de Ripley Entertainment, un imperio con museos en 30 ciudades, que son visitados por 13 millones de personas anuales.

Estos centros están dedicados a demostrar que "la realidad es más increíble que la ficción", y que fue el motivo central de Robert LeRoy Ripley (1890-1949), un antropólogo aficionado, obsesionado por lo insólito y lleno de excentridades, entre las cuales la de ser dueño de 100 automóviles aunque no sabía conducir. En 1933, Ripley desplegó su colección de cosas raras traídas de todo el mundo en la Feria Mundial de Chicago, y atrajo a 2 millones de visitantes. De ahí nació la idea de crear exhibiciones permanentes bajo el lema de "increíble, pero cierto".

La de Londres incluye un lagarto albino, un automóvil Mini Cooper cubierto enteramente con un millón de cristales Swarovski, una torre de Londres fabricada con fósforos, un cinturón de castidad y el sweater utilizado por Marilyn Monroe durante su última sesión de fotos, en las playas de Malibu, en California. También figuran hormigas pintadas con los rostros de miembros de la realeza británica y un retrato de un guerrero mexicano ejecutado en una tortilla por Enrique Ramos, de México D.F.

Sin embargo, la "pieza estrella" son las cabezas traídas de las profundidades de las selvas de Ecuador, que están acompañadas por un filme mostrando los rituales de reducción de cabezas de los jívaros, feroces guerreros que cortaban y reducían las cabezas a sus enemigos, y luego se las colgaban en el cuello, como prendas. "Creo que esta exhibición será una de esas que los londinenses jamás visitan, como el Museo de Cera de Madame Tussaud, pero que son un paso obligado para los turistas en Londres", vaticinó una irlandesa, Deidra 0'Grady, tras visitar la exhibición.

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