Un silencio impactante se tomó el Jeunesse Arena de Rio de Janeiro. Cuando se supo que UFC volvería a Brasil con un evento que traería a José Aldo a defender el título de peso pluma, inmediatamente los fanáticos se volcaron a comprar los tickets. En su casa y con su gente, parecía que la celebración estaba asegurada.

El rival de turno: Max Holloway. El hawaiano, que llegaba como campeón interino y con 10 victorias consecutivas previas al combate, ha tenido un alza considerable durante los últimos años. Con ese cartel subió al octágono y sorprendió al mundo de las artes marciales mixtas.

En un primer round donde el brasileño fue protagonista, Holloway sólo estudió y resistió los golpes. Ya en el segundo se le vio con más actitud e, incluso, desafiando a Aldo para que lo encarara, en un gesto que recordó a Conor McGregor y Nate Díaz. Ese pareció ser el momento que marcó la pelea.

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Luego de la provocación, Aldo se descolocó. Reflejo de ello fue la patada con giro que lanzó antes de finalizar el segundo asalto. Holloway leyó su actitud y se aprovechó de ello. Bajando un poco más la guardia y esperando un paso atrás, conectó dos jab que marearon al campeón, para rematarlo con dos más y llevar la lucha a la lona. Ahí, el brasileño no tuvo más que hacer: intentó escapar, pero no le resultó.

Con una serie de golpes en la cabeza y el árbitro dando más tiempo del que correspondía, la lucha llegó a su fin. Aldo, otra vez, perdía su defensa contra el campeón interino (le pasó con McGregor), dejaba con lágrimas a los asistentes y también con dudas sobre su futuro en la división. Mientras, Holloway señalaba que "esta es una nueva era, quiero mi bono y quiero mi cheque", provocando los abucheos de las pocas personas que se quedaron a ver su premiación.

Revisa las imágenes del combate:

AP Photo/Leo Correa

REUTERS/Ricardo Moraes

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