Atribulado por fallidas especulaciones financieras que amenazaban con derrumbar su imperio empresarial, el multimillonario alemán Adolf Merckle se suicidó hoy, confirmó hoy su familia.

El empresario de 74 años, considerado el quinto hombre más rico de Alemania, se arrojó delante de un tren en la localidad de Blaubeuren, cercana a la ciudad sureña de Ulm. Según supo dpa de fuentes policiales, el ejecutivo dejó una carta de despedida.

En un comunicado, la familia de Merckle indicó que la crisis financiera y la crítica situación de sus empresas a consecuencia de ésta lo habían convertido en un hombre quebrado. "Puso fin a su vida".

Merckle sufrió grandes pérdidas al especular con acciones de Volkswagen el año pasado que hicieron peligrar su conglomerado de empresas, entre las que destaca el mayor fabricante alemán de cemento HeidelbergCement, y el laboratorio químico ratiopharm.

En total, empleaba a más de 100.000 personas en cerca de un centenar de empresas. Su fortuna es valuada en unos 6.900 millones de euros (US$9.200 millones).

El empresario negociaba con los bancos acreedores un crédito por unos 400 millones de euros (US$530 millones) para poder seguir operando.

Merckle comenzó a amasar una ingente fortuna en los años 70 con la producción de genéricos, es decir de medicamentos cuyas patentes habían expirado. Informes de medios indican que movía los beneficios en el seno de su imperio empresarial de modo de minimizar las contribuciones al fisco.

Merckle era considerado un luchador nato. "No concibo dejar de hacer algo", era su lema. Supo aprovechar las crisis económicas para comprar empresas y edificar un imperio que facturaba cerca de 30.000 millones de euros (US$40.000 millones).

No le gustaba llamar la atención sobre su persona y menos sobre su fortuna. Solía viajar en segunda clase en el tren y sus vecinos lo veían con frecuencia movilizarse en bicicleta a pesar de su riqueza.

La crisis financiera hizo mella el año pasado en sus empresas, pero el gran golpe lo sufrió al especular con títulos de Volkswagen y perder casi 1.000 millones de euros (US$1.300 millones).

Los bancos le exigieron garantías adicionales para otorgarle créditos y Merckle se vio sumido en una profunda crisis.

Según datos de círculos financieros, el empresario necesitaba entre 700 y 1.000 millones de euros (US$940 y 1.300 millones). Otras fuentes cifraban las deudas del conglomerado entre 3.000 y 5.000 millones de euros (US$4.000 y 6.700 millones).

Tras un tira y afloja de meses, Merckle había conseguido negociar una moratoria para los próximos meses. El precio, sin embargo, era alto porque se le exigía vender las mejores compañías de su grupo.

La presión de las arduas negociaciones y la perspectiva de no salir de ellas como el ganador lo quebraron, indicó la familia. Adolf Merckle dejó esposa y cuatro hijos.