Histórico

Ocho mitos y verdades en torno a la taquicardia y las arritmias

Algunos tipos de estos síntomas pueden prevenirse con sencillos cambios de hábito y no representan necesariamente una enfermedad catastrófica, según explica un especialista.

Se le llama taquicardia a la percepción de pulso cardíaco rápido, por sobre los 100 latidos por minuto, explica el doctor Rolando González, experto en arritmias del Departamento de Cardiología de la Universidad Católica. En tanto, se entiende por arritmia a la percepción de un latido cardíaco irregular, ya sea en un episodio aislado o único, o en ráfagas, llamadas comúnmente "palpitaciones".

Las causas que dan origen a estos dos fenómenos del corazón son variadas, pueden ser benignas o ser un indicador de una enfermedad cardíaca, indica el doctor González. Muchas personas sanas prestan demasiada atención a la percepción de su corazón y se preocupan en forma innecesaria. Pero también sucede que otros desatiendan la manifestación de una patología que podría ser potencialmente letal.

Para acabar con las interrogantes, el facultativo describe algunos mitos y verdades en torno a la percepción del latir de mi corazón (taquicardias y arritmias).

1. ¿Debo darle importancia a cualquier palpitación inusual que se presente?

FALSO: Si esta palpitación no se presenta de manera permanente, puede deberse a causas de tipo circunstancial que no tienen necesariamente que ver con los síntomas de un trastorno cardíaco.

Por ejemplo, tras la actividad física intensa es normal que la frecuencia se eleve hasta 160 latidos por minuto y que la persona advierta esta taquicardia. Los estados febriles también pueden ocasionar taquicardias, así como la ansiedad y el estrés. Quienes la perciben en tales circunstancias padecen una taquicardia de tipo sinusal (aceleración normal del latido), la cual no constituye un problema médico. El pulso normal a 70 por minuto, imperceptible, se recuperará en forma espontánea.

La taquicardia permanente no es normal y si ésta ocurre deben investigarse causas como insuficiencia cardíaca, hipertiroidismo, anemia y arritmias.

Las "palpitaciones" o latir irregular constituyen uno de los motivos más frecuentes de la consulta cardiológica. La mayor parte de estos pacientes no padecen de enfermedad cardíaca y las palpitaciones son benignas. La causa de las palpitaciones pueden ser originadas por un exceso de adrenalina fruto del estrés, alteraciones emocionales, malos hábitos como poco cuidado del sueño, alcoholismo, excesos de café o te, entre otros.

La única manera manera de saber si esas palpitaciones son benignas es consultar a un cardiólogo y realizar un simple electrocardiograma.
 
2. El consumo de estimulantes puede provocar una taquicardia

VERDADERO: Algunas sustancias estimulantes como la cafeína, teína, nicotina y el alcohol en exceso pueden provocar taquicardias y arritmias debido a que provocan un aceleramiento momentáneo del metabolismo y alteran los diferentes marcapasos naturales que tiene el corazón. De igual modo, drogas ilegales como la cocaína y la heroína, entre otras, también provocan este tipo de síntomas.
 
3. Las pastillas para adelgazar inciden en que se produzca una taquicardia

VERDADERO: La mayoría de las píldoras para adelgazar actúan acelerando el metabolismo basal (aumenta la adrenalina) para quemar más calorías que de costumbre. Para dicho fin se utilizan sustancias como la efedrina y la sibutramina las que, al producir esta aceleración, pueden provocar taquicardias. Las pastillas para adelgazar, además, son causa de hipertensión arterial.
 
4. Sólo los trastornos cardíacos causan taquicardias

FALSO: No sólo los trastornos cardíacos provocan taquicardias, aunque sí son una causa frecuente de ellos. También otras enfermedades como el hipertiroidismo, la insuficiencia renal, un tumor suprarrenal o la fiebre pueden dar origen a una taquicardia. Esta puede estar fuertemente vinculada con la patología de origen.
 
5. Un alto nivel de colesterol en la sangre me convierte en candidato para una taquicardia

VERDADERO: Elevados niveles de colesterol en la sangre terminan alojándose en las arterias y las del corazón no son la excepción. Cuando las arterias que suministran sangre al corazón se obstruyen, el corazón deja de recibir nutrientes y oxígeno y, por tanto, se daña. Ello lleva a  una insuficiencia cardíaca, una de las causas más frecuentes de taquicardia.

Debido a lo anterior, es importante mantener una dieta baja en grasas saturadas, mantener un peso adecuado y ejercitarse con regularidad, ya que los ejercicios de tipo aeróbico, cómo caminar, andar en bicicleta o trotar, bajan el colesterol y la glicemia. En  muchos pacientes no basta con hacer dieta y tener hábito deportivo, en ellos es necesario tomar remedios para bajar el colesterol.
 
6. Enfermedades como la diabetes e hipertensión no tienen nada que ver con las taquicardias

FALSO: La hipertensión y la diabetes causan daño vascular. Este daño a las arterias lleva a su obstrucción y los diferentes órganos no reciben la sangre que necesitan y como consecuencia de lo anterior se dañan. Es por ello que quienes padecen estos problemas de salud y no siguen el tratamiento prescrito por su médico corren el riesgo de desarrollar una insuficiencia arterial de diversos órganos: accidentes vasculares cerebrales, insuficiencia renal, infarto al miocardio, etc. La falla cardíaca avanzada siempre se acompaña de arritmias.
 
7. Si sufro algún trastorno cardíaco, tengo más posibilidades de tener taquicardias

VERDADERO: Los pacientes con cardiopatías congénitas, insuficiencia cardíaca, los que han sufrido infartos o los que han tenido algún tipo de cirugía cardiovascular tienen un alto riesgo de desarrollar arritmias.

No todas las arritmias que perciban serán de mal pronóstico, en estos casos es necesario hacer un test de esfuerzo y un registro continuo de 24 horas del electrocardiograma (Holter)  para documentar de qué arritmia se trata.

El tratamiento en estos casos debe apuntar a la causa: tratar la insuficiencia cardíaca, la hipertensión o la isquemia miocárdica, por ejemplo. Según el caso se usarán fármacos antiarrítmicos, fulguraciones (cauterización del foco de la arritmia) y defibriladores implantables (marcapasos que dan una descarga eléctrica y permiten al corazón recuperar el latido normal.)
 
8. Las taquicardias se pueden prevenir a través de la detección precoz y el cambio de hábitos de vida

VERDADERO: Quienes no padecen de cardiopatías de ningún tipo, pero que tienen factores de riesgo como colesterol alto, diabetes, hipertensión y/o tabaquismo, entre otros, pueden perfectamente cambiar su condición y prevenir la manifestación de estas anomalías con un cambio en sus hábitos de vida e ingesta de los medicamentos adecuados.

Evitar el cigarrillo, el alcohol, mantener una dieta saludable y ejercitarse con regularidad son los factores de protección que las personas en esta condición pueden desarrollar.

Por otra parte, procurar vivir una vida tranquila, empleando técnicas de relajación que ayuden a manejar el estrés, contribuye a disminuir los riesgos de padecer ésta y otras afecciones cardíacas de origen no congénito.

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