Bucarest, la capital de Rumania, tiene una extensa área verde en el corazón de la ciudad, se trata del parque público de Cismigiu, el espacio verde más antiguo y el lugar donde antes se daba cita la alta sociedad.

El parque ocupa unas 17 hectáreas, siendo el más grande dentro de una ciudad, posee varias entradas y monumentos que recuerdan la historia de esta tierra.

En la Rotonda Rumana hay doce bustos de importantes escritores nacionales, gente que incluso compuso parte de su obra en estos jardines, como es el caso de Mihai Eminescu, a quien honraron con un manantial que lleva su nombre.

También encontramos el Monumento a los Héroes Franceses, que recuerda a los soldados que murieron en la Primera Guerra Mundial durante la campaña rumana.

HISTORIA
En 1854 se inauguró formalmente el Parque Cismigiu y así comienzan a pasear por sus senderos la alta sociedad rumana. Se unen también los poetas, vendedores ambulantes, gitanos y mendigos.

El parque tiene sus orígenes en la construcción de dos fuentes públicas sobre un lago que había en el lugar. El jefe de la obra fue Dumitru Siulgi Basa, él tenía a su encargo la tarea de supervisar las fuentes, por lo que se lo empezó a llamar "cismigiu" o gran maestro de las fuentes, y ahí el nombre.

Hacia el año 1830, se dispone que el lago se vacíe y se construya en su lugar un jardín público. El proyecto se le encargó a un ex jardinero y paisajista de los jardines imperiales de Viena, Wilhelm Mayer.

Con el transcurso de los años, al jardín se le fueron agregando rincones, kioscos, un pabellón para la orquesta y hasta góndolas que recorren el lago. También se plantaron nuevas especies de árboles, por lo que fue tomando su propia forma, hasta que adoptó la definitiva después de que Bucarest se convirtiera en la capital de Reino de Rumanía en 1871.

En 1882 llegó la electricidad en el alumbrado público del parque y posteriormente se construyeron edificios en sus laterales, como el ayuntamiento y una importante escuela secundaria.

Actualmente, el Parque Cismigiu es el lugar de encuentro favorito de los habitantes de Bucarest y en el verano suelen haber espectáculos al aire libre, conciertos de orquestas militares, loterías y demás. En el invierno en cambio, como son muy fríos, el lago se congela y se convierte en una buena pista de patinaje para turistas como pobladores.