Histórico

Sarah Kane y su crudo teatro de la realidad

<p>La autora inglesa fue juzgada durante casi toda su vida -se suicidó a los 28 años- por la violencia de sus obras. En nuestro país se presentan dos de ellas.</p>

Sarah Kane entró a escena como un verdadero torbellino. Repudiada por buena parte de la crítica que en 1995 vio el montaje de Desvastados, su primera obra y donde la inglesa presentaba a un periodista cuarentón y moribundo que invita a una niña retardada e ingenua a la habitación de su hotel, donde la ataca y ridiculiza antes de que un soldado armado irrumpa en el lugar y lo destroce todo, convirtiendo la escena en un campo de batalla de Bosnia.
El montaje es un recorrido acerca de la violencia sexual, humana y política que transformó a la pieza en la más controversial estrenada en los últimos 30 años en el Reino Unido, asociando indisolublemente el nombre de la dramaturga a la palabra escándalo, haciéndola representante -contra su voluntad- y encasillándola dentro del movimiento In Yer Face (En tu cara), que buscaba proponer verdad mediante la demostración de escenas límites de crueldad, sexo o furia.
En este mundo extremadamente sombrío, violento y desvalido fue en el que se movió la escritora a lo largo de las cuatro obras que alcanzó a escribir antes de su suicidio en 1999, a la edad de 28 años. Sin embargo, no todas ellas alcanzaron a ser montadas antes de su muerte, ya que Psicosis 4:14 (1998), considerada autobiográfica, es una invitación póstuma a su dolor, el que escribió mientras se encontraba internada para tratar la depresión que por años la atacó.
En el intertanto, escribió El Amor de Fedra (1996), Purificados (1998) y El Ansia (1998), obra que la lanzó definitivamente a la fama como una autora reconocida y alabada.
Hoy los mismo que la calificaron como "dramaturga mediocre" o describieron sus obras como una "inmundicia", reconocen el valor de su trabajo que destaca por la inteligencia de sus diálogos y la lucidez de su planteamiento, donde lo escrito es primordial, dándole razón al dramaturgo Harold Pinter, quien desde un inicio cayó rendido ante la "verdad" pura que la escritora presentaba. 
SARAH NACIONAL
En todo el mundo, y Chile no es la excepción, la obra de Kane es actualmente parte de los "clásicos" de la dramaturgia contemporánea.
El primero en exportar su trabajo fue Alfredo Castro, quien dirigió las adaptaciones nacionales de Devastados, con Paulina Urrutia, en 2002; y Psicosis 4:48, protagonizada por Claudia Di Girolamo -en una actuación que fue calificada como brillante- y Francisco Melo, en 2004.
Posteriormente vendrían los montajes de El Amor de Fedra, utilizado como punto de partida por Manuela Infante para su obra Hipólito; El Ansia, en 2006, dirigida por Constanza Brieba; y en la actualidad Psicosis 4:48, que vuelve nuevamente a los escenarios nacionales de la mano del director Ronald Cortéz y los alumnos recién egresados de la Escuela de Teatro Imagen.
La obra, que se presenta hasta el 27 de abril en la sala Sidarte, reviste una nueva aproximación a un texto que en su origen deja a libre interpretación muchos de sus elementos, como la cantidad de actores que deben estar en escena o la forma de abordar un escrito que fluye entre disgreciones poéticas, juegos de palabras y preguntas sin respuestas. 
Para Cortéz, su montaje tiene como positivo la corta edad de sus intérpretes que hace "interesante este cruce de jóvenes que podrían hacerse cargo de un texto que es muy biográfico, que si bien es un texto europeo, permite encontrar muchos nexos, sobre todo con cosas que tienden a no decirse", explica.
"Creo que hay un mundo interior que ella no logró expresarle a nadie, pero que sí logra decir en su dramaturgia, sobre todo en Psicosis, donde se da un diálogo interno planteado como un diálogo con ella misma, levantando temas súper contemporáneos que pone en crisis desde un lugar muy lúcido".
Las diversas lecturas que el texto permite, debido en especial a su falta de direcciones dramáticas, hacen de ésta una de las obras más complejas de Kane, donde además es casi imposible escapar al tema del suicidio de la autora y su relación con la obra, en una suerte de autobiografía premonitoria.
"En Psicosis ella da a entender partes de su historia, de la relación con su profesión, con su enfermedad, con el amor -hay que recordar que ella era lesbiana- y de su vida".
Es más, el título remite a estudios realizados en Gran Bretaña que dicen que es aproximadamente a las 4:48 de la madrugada cuando el efecto de los fármacos ingeridos contra la depresión dejan de hacer efecto, dando paso a la angustia y a un aumento en la tasa de suicidios.
Sin embargo, este no es el único montaje que trae a la ecléctica, directa y enigmática figura de la británica a nuestro país. Porque a partir del 18 de abril en el Teatro Mori de Bellavista, pondrá en escena Sarah, donde la escritora será encarnada por la actriz Mónica Godoy.
El montaje se introducirá así por los espacios creativos y la vida de la atormentada autora, entre las 3:48 y las 4:48 horas del día de su muerte.

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