Temor en los países más ricos de la UE por posible éxodo masivo de rumanos y búlgaros tras el fin de las restricciones laborales
A partir de ayer, búlgaros y rumanos son libres de vivir y trabajar en cualquiera de los países de la Unión europea, sin necesidad de solicitar permiso de trabajo, lo que plantea preocupación para los países más fuertes del bloque.

La Unión Europea (UE) buscó calmar el temor de países como Reino Unido, Francia y Alemania a la posible llegada de grandes cantidades de rumanos y búlgaros tras el levantamiento de restricciones el miércoles, una medida que podría alentar el sentimiento antiinmigrantes en Europa.
A partir del 1 de enero, siete años después de que los dos países se unieron a la UE, los búlgaros y rumanos son libres de vivir y trabajar en cualquiera de los 28 países del bloque, sin necesidad de solicitar permiso de trabajo.
El cambio ha causado alarma en los países más ricos de la UE, donde la prensa y políticos de extrema derecha han dicho que la gente debe prepararse para una invasión de europeos del sur que les quitarán los empleo a los residentes, colapsarán los servicios públicos y se aprovecharán del estado del bienestar.
Con las elecciones del Parlamento Europeo en mayo, el recelo sobre el "turismo por beneficios" ofrece municiones a partidos de extrema derecha como el Frente Nacional de Francia, el Partido Libertad de Holanda y el británico Partido Independencia del Reino Unido.
Buscando calmar el debate, el comisario de Empleo de la UE Laszlo Andor dijo que ya había más de 3 millones de búlgaros y rumanos viviendo en otros países de la UE, y que era improbable que el número aumente en gran medida al terminarse las restricciones.
"Creo firmemente que restringir el libre movimiento de trabajadores europeos no es la respuesta al alto desempleo ni una solución a la crisis", dijo, en referencia a los problemas económicos de la UE tras el desastre financiero mundial de 2008.
En su declaración del miércoles, Andor reconoció que un gran ingreso súbito de personas desde otros países de la UE podría poner presión sobre los servicios sociales, de educación y vivienda en algunas regiones.
ALEMANIA
En tanto, en Alemania la pretensión de los conservadores de Baviera (sur de Alemania) de restringir el acceso de los inmigrantes al sistema de prestaciones sociales germano ha provocado el primer roce en la coalición de Gobierno de la canciller, Angela Merkel, con el Partido Socialdemócrata (SPD).
Las propuestas de la Unión Socialcristiana (CSU), que el partido debatirá la próxima semana en un congreso, parten del temor de que el país se convierta en destino de la que denominan "inmigración de la pobreza", ante la apertura de las fronteras a los trabajadores búlgaros y rumanos.
Para evitarlo, los conservadores bávaros plantean suspender el acceso a las prestaciones sociales durante los primeros tres meses de estancia del inmigrante en el país y actuar de forma más contundente contra los defraudadores, expulsarlos del territorio alemán e impedirles que vuelvan a entrar en él.
La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel intentó rebajar el nivel de la polémica y uno de los vicepresidentes del partido, Armin Laschet, insistió en que la inmigración de rumanos y búlgaros será "beneficiosa" en una sociedad cada vez más envejecida como la alemana.
El embajador de Bulgaria en Alemania, Radi Naidenov, criticó duramente el debate alemán sobre una posible ola de inmigrantes de su país y de Rumanía y calificó los argumentos de populistas, en unas declaraciones publicadas por el diario alemán Die Welt.
"Quien se vale de prejuicios y argumenta de manera populista daña en su conjunto las ideas europeas y con ello a todos", afirmó al rotativo.
REINO UNIDO
Por su parte, en Reino Unido los inmigrantes y visitantes extranjeros deberán pagar muchos de los servicios del Sistema Nacional de Salud británico (NHS) en Inglaterra, informó el ministerio de Sanidad.
Bajo la nueva iniciativa se les cobrará a los inmigrantes ciertas prescripciones médicas por servicios de emergencia, como también por consultas a dentistas y oftalmólogos.
Se evalúa además cobrarle a extranjeros por servicios primarios como cirugías menores realizadas por médicos de familia, además de tratamientos de fisioterapia.
Sin embargo, las consultas a médicos de cabecera y enfermeras seguirán siendo gratuitas para los inmigrantes y ninguna persona dejará de ser atendida en caso de un accidente.
El gobierno británico indicó que el plan busca combatir los abusos al NHS, aunque muchos médicos expresaron preocupación por la iniciativa.
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