Histórico

The Black Keys y Franz Ferdinand: los puntales del día más diverso de Lollapalooza 2013

<p>Ambos fueron los shows más convocantes de una jornada donde del rock de A Perfect Circle se pasó a la electrónica de Deadmau5.</p>

Faltaron sólo mil asistentes para completar las 70 mil personas del primer día -según cifras de la producción-, pero bastó para coronar a Lollapalooza 2013 como la edición más masiva de sus tres versiones. Ayer, en el Parque O'Higgins, la responsabilidad de esos números se hizo patente en dos shows: Franz Ferdinand, que a las 17.30 horas daba pie a la presentación más fervorosa y coreada que pasó por el recinto; y The Black Keys, que apuntalaron su categoría de cabeza de cartel, congregando al grueso de los presentes en torno a su blues rock de golpe directo.

La primera estampida fue responsabilidad de los británicos Keane, que entraron cerca de las 15.00 horas. Y el pase a la siguiente banda hace patente la diversidad que ayer reinó en la programación: desde el pop rock amable de los británicos hacia el metal ruidoso y a veces experimental de Tomahawk.

El grupo liderado por Mike Patton apareció a las 16.15 y se extendió hasta las 17.30, exigiendo los tímpanos en temas como Capt Midnight. Hacia el final, una dedicatoria de Patton "a Don Chancho", y un cover que no apareció el jueves, durante su debut en solitario en La Cúpula: How low can a punk get?, de Bad Brains, también presentes ayer.

Luego vino el turno de Franz Ferdinand y, tras el baile de sus guitarras frenéticas, vino la inmersión en el sonido más oscuro y denso de A Perfect Circle, con Maynard James Keenan, del grupo Tool, a la cabeza. Nuevo cambio de ritmo: a las 20.00 era el turno del DJ Deadmau5, que se anotó como el único cabeza de cartel pinchando discos en esta edición. Y de la rave sobre el pasto a la estridencia de The Black Keys .

BALANCE DE LA PRODUCCIÓN

"Lejos, ha sido el más masivo", dice Sebastián de la Barra, uno de los dos directores de Lotus, la productora local a cargo de organizar el festival Lollapalooza en Chile. Las razones, según él: "El público entendió que esta es una experiencia de fin de semana". De acuerdo a los datos de Lotus, el 90 por ciento de los accesos fueron adquiridos en abonos para los dos días.

"No hemos tenido tantos problemas como los años anteriores. La gente anda más tranquila, los artistas también", explica Maximiliano del Río, director de Lotus. Las 70 mil personas del sábado motivaron algunas implementaciones, como las torres de sonido que debutaron en esta edición. La posibilidad de extender Lollapalooza hacia tres días aún está en período de evaluación. Y aunque la versión 2014 está asegurada, aún ni siquiera asoma el día.

La segunda jornada vio a la gente aparecer con calma para ver las presentaciones de De Saloon y Perrosky. La primera gran convocatoria la marcó el local Manuel García, antes de ceder el público a Gary Clark Jr. El único show no musical de esta edición del festival estuvo a cargo del Mago Oli, que a las 14.15 horas subió al escenario infantil en Kidzapalooza.

Los accesos fueron algo menos expeditos que el primer día: tres controles alimentaban reportes de asistentes que demoraron por sobre los 40 minutos en los ingresos entre las 14.00 y las 16.00. La transmisión en vivo funcionó nuevamente vía streaming. Y un recuerdo no tan grato, familiar a las otras ediciones: cerca de las 22.00, el acceso a Movistar Arena fue cerrado, ante lo que explicaban como un colapso de la capacidad. Durante los casi 20 minutos en que no se pudo entrar hubo forcejeos y alegatos. Mientras, adentro, el DJ Steve Aoki descorchaba una champaña para celebrar un marco repleto, en una jornada que ya celebraba su final con fuegos artificiales.

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