Cuatro años antes de la tragedia de Hillsborough, el Liverpool ya había protagonizado un trágico hecho. En la final de la Copa de Europa, en Heysel, ante la Juventus, murieron 39 hinchas por incidentes. Un hecho que le costó al fútbol inglés seis años sin participar en torneos europeos. Pero fue lo ocurrido en 1989 lo que dio inicio al gran cambio del fútbol inglés para la seguridad en los estadios. Tristemente, el costo fue el fallecimiento de otros 96 hinchas, aunque en esa ocasión, no por peleas, sino que por malas decisiones de las autoridades, como recién hoy sentenció la justicia.

Aunque desde el momento de la tragedia, se supo que no tenía que ver con peleas entre fanáticos, el concepto de los hooligans apareció en la mesa, al igual como la idea de mejorar los recintos y la seguridad.

Lo primero fue apuntar a estadios modernos. La tragedia fue por la semifinal de la Copa de Inglaterra entre el Liverpool y el Nothingam Forrest en el estadio de Hillsborough, construido en 1899.

Después de los hechos, el gobierno de Margaret Thatcher decidió actuar con firmeza y dictó la Football Spectators Act, tras encargar una investigación a Peter Taylor, un juez de la Corte de Apelación, el segundo mayor estamento del sistema legal inglés.

Y el informe Taylor marcó varios cambios. Se crearon unidades especiales en la policía para infiltrar a los grupos organizados de hinchas violentos y se aplicó la mejor tecnología disponible para identificarlos.

Se prohibió la venta de alcohol y se elimaron las separaciones entre los espectadores y la cancha, ya fueran rejas o vidrio. Además, se terminaron los sectores para hinchas parados. La consigna fue un boleto, un asiento.

Con esta última decisión, hubo clubes que reclamaron por temas económicos. Las entradas para las galerías sin asiento eran las más baratas y ahora deberían subir el costo de los boletos, por lo que podrían tener menos asistencia.

Pero este cambió oblicó a buscar nuevas formas de financiamiento y aparecieron los sponsors y los contratos televisivos. Así Sky Sports, de Robert Murdorch, compró la transmisión del fútbol inglés, sacando a la BBC del escenario.

Así, en 1992 se crea la Premier League, que hoy se muestra como uno de los torneos mejor organizados del mundo, en recintos de primer nivel.