U. Católica empata frente a Iquique en el inicio del Clausura
Los cruzados igualaron 2-2 frente a los celestes. Castillo y Fuenzalida marcaron para los de la franja. Villalobos anotó los dos de la visita.

Iban 10 minutos de ilusión. Universidad Católica comenzó el pleito ante Deportes Iquique con un ritmo como el que siempre ha buscado Mario Salas. Con un conjunto enfocado para atacar por la izquierda con Jeisson Vargas y Diego Rojas como estandartes, los de la franja maniataban a un elenco que puso un mediocampo más combativo que creativo y que se dedicó solamente a mirar y a perseguir en el inicio.
Pero la UC de Salas es extremista. Inestable y predecible. Los nortinos, con sus batalladores Riquero, Caroca y Torres, le quitaron como si nada el balón a una escuadra que no parecía tener más ideas que explotar a sus talentos salidos de la cantera. Castillo se vio obligado a recogerse constantemente, Bravo, nuevamente, no hizo daño por la derecha, y poco a poco Fuentes con Carreñ empezaron a perder los balones divididos.
Y cuando Iquique puso el balón contra el piso, lo hizo muy bien. Bustamente se perdió una increíble ocasión en el final de la primera mitad, y la figura de Villalobos explotó en el complemento. El atacante, acostumbrado a convertirse a los precordilleranos, volvió loco al Huaso Álvarez y batió a Toselli con un zurdazo.
La decepción, otra vez, se hacía presente en Las Condes. Aunque un insistente Nicolás Castillo provocó una absurda falta penal de Bahamondes para igualar las acciones, y José Pedro Fuenzalida, que ingresó en un interesante nivel, se transformó en centro delantero para capturar un balón detenido de Vargas y desatar la algarabía.
Pero si hay rivales que saben dañar a Católica en San Carlos, es Iquique. Mario Salas lo sabía, pero pareciera que no aprendió la lección. Los cruzados, como en un importante porcentaje del encuentro, perdieron el balón, y los cambios que había realizado el Comandante, que implicaron las salidas de Fuentes y Carreño, descompensaron a una escuadra que minutos antes se había enfocado únicamente en llegar lo más rápido posible al pórtico de Naranjo.
Fernando Cordero, en un conjunto irregular, había sido de lo más parejo. Pero una falta innecesaria dentro del área a Villalobos hizo revivir todos los fantasmas que tiene esta UC. Los de no poder soportar un resultado cuando los puntos son claves. El iquiqueño definió, con sufrimiento, el empate que sería final.
Católica intentó reaccionar, pero la ausencia de un creador claro tras la salida de Rojas, sumados al desgaste de Vargas y Castillo, imposiblitaron que los cruzados prolongaran una racha notable de local: En el pasado Torneo de Apertura no habían enredado unidades en esa condición.
La hinchada de la franja se fue de la precordillera con la típica frase: “Estos puntos son los que se lamentan al final de año”. Además, la percepción es que la UC, pese a haberse reforzado con dos incorporaciones que respondieron y que son de lo más destacado del medio local, tiene errores que no se mejoran: Los excesivos cambios en el mediocampo de contención, el desequilibrio de un elenco poco lúcido a la hora de atacar y el desmedido adelantamiento de las líneas generan que Católica termine reventada. Y eso, ante conjuntos pacientes, combativos y racionales a la vez como Iquique, se paga caro. En la primera fecha, por lo menos, la conclusión es que los errores se están repitiendo, aunque este domingo estuvo a punto de concretar uno de esos triunfos que dan para ilusionarse. Pero la bestia negra Villalobos, nuevamente, quiso otra cosa.
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