SEÑOR DIRECTOR:

Preocupa que, cuando de escribir una nueva Constitución se trata, nuestro país es diverso y plurinacional, pero para trabajar 40 horas en lugar de 45, somos un solo Chile.

Sin flexibilidades, este proyecto primermundista se aleja de la realidad de la mayoría. Con una inflación anual de dos dígitos, advertencias del FMI respecto a una probable recesión y el constante aumento de la pobreza, a la gente no le quedará más remedio que emplearse informalmente para llegar a fin de mes. Una vez más, la realidad superará a la ficción, pues no porque un grupo de privilegiados que se dedica a la política se encierre en sus oficinas a trazar una ruta, el camino estará libre de tropiezos y abismos.

Miguel Marinovic Sfeir