Las pymes al centro para la reactivación económica de Chile



Por Alejandra Mustakis, empresaria

Mahatma Gandhi decía que cada uno debe ser el cambio que quiere ver en el mundo. Una reflexión que puede servirnos para la rutina, como también para las proyecciones a largo plazo en las distintas materias relevantes de un país. Sobre todo cuando buscan ser una solución para la reactivación económica que requiere Latinoamérica y específicamente Chile, ad portas de una nueva administración de gobierno.

Eso me gustaría ver en el próximo Presidente y en su plana ministerial, en los congresistas, funcionarios públicos y todos quienes comenzarán a cimentar el camino del nuevo Chile; la intención de cambio, concebida como un activo de nuestros tiempos, en donde reina el paradigma de la colaboración. Porque innovar, como me gusta decir, también implica poner al centro a los que muchas veces carecieron de la atención que hoy urgentemente merecen.

Me refiero, en primer lugar, al apoyo indispensable a las pymes, nuestro motor del empleo y uno de los segmentos más vulnerables. También al incentivo laboral, a la inclusión de las mujeres y en el apoyo a las mismas cuando muchas cumplan dos, tres o hasta cuatro roles. Hay sectores que necesitan un espaldarazo mayor, como la tecnología, la ciencia, la creatividad e innovación, sobre todo la de orden social, pues muchas guían las soluciones; incluso antes que el Estado.

Estos focos pueden resguardarnos de lo venidero. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que América Latina será la región que menos crecería en 2022, en un orden de 2,4%, quedando por debajo de Asia emergente y en desarrollo (5,9%), Oriente Medio y Asia Central (4,3%), Estados Unidos (4%), Europa (3,9%) y el África subsahariana (3,7%). No obstante, el Banco Central de Chile informó que nuestra economía mantendría su recuperación, con un crecimiento del 0,3% en noviembre y del 14,3% comparado con el mismo mes de 2020. Ante lo adverso, siempre hay motivos para creer en los cambios y en lo nuevo.

Según lo referido en prensa, el programa del nuevo gobierno tiene medidas específicas para mejorar las condiciones de las MiPyme. Por ejemplo, perfeccionar el sistema de créditos garantizados y la Ley de Pago a 30 Días, junto con integrar segmentos excluidos del sistema bancario; también una mayor apertura a las cooperativas, a un Banco Nacional de Desarrollo y a la red de centros de formación técnica estatales, junto con un plan nacional destinado a acortar las brechas digitales. Aspectos relevantes, pero que no pueden olvidar que todo cambio trae efectos cuando viene primero de nuestro interior.

Es necesario que la reactivación económica se base en nuevos paradigmas, como el medioambiente, la colaboración y el desarrollo, o la empatía y la confianza en nuestro talento, para que sea pujante y significativa. Algo que me gustaría ver en el sector público como también a nivel interno. La historia universal nos demuestra que nuestra fuerza puede multiplicarse si todos somos conscientes de ello. Recordemos a Humberto Maturana, quien decía que todo proceso de cambio cultural comienza por uno de transformación individual.

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