TPP 11

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La Presidenta Michelle Bachelet y el canciller Heraldo Muñoz encabezaron la firma del TPP 11. Foto: AgenciaUno


El 8 de marzo se firmó en Santiago un importante acuerdo comercial entre 11 países de Asia Pacífico. Estos países son los firmantes originales del Trans Pacific Partnership (TPP), sin Estados Unidos. En su primer día de gobierno, el Presidente Trump retiró a Estados Unidos de un tratado que ya había sido firmado por los negociadores de los 12 países. El nuevo tratado se llama Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por su sigla en inglés). Los países firmantes son Australia, Brunei, Canadá, Chile, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Estos países representan el 13 por ciento del PIB mundial, su población conjunta es de 500 millones de habitantes, y su PIB per cápita (en paridad de poder de compra) es de unos US$ 28 mil.

Indudablemente, el retiro de Estados Unidos reducirá el impacto de este acuerdo sobre los países que lo suscriben.

Sin embargo, el tratado es un hito importante de notar, especialmente estos días en que los Estados Unidos parecen estar replegándose dentro de un caparazón proteccionista, cuando el mundo continúa su acelerada marcha hacia la integración comercial y financiera.

Para Chile, el acuerdo tiene ventajas evidentes, aun cuando el país ya cuenta con importantes acuerdos bilaterales de libre comercio con los mismos países. Por ejemplo, el Tratado multilateraliza las "reglas de origen" contenidas en los acuerdos bilaterales. Este aspecto del acuerdo puede entenderse con un ejemplo hipotético. Digamos que Chile exporta camisas de algodón a Japón pero importa el algodón de Perú. Sin el CPTPP, los insumos provenientes de Perú no cuentan hacia alcanzar las reglas de origen que exige el tratado bilateral de Chile y Japón y esas camisas podrían tener que entrar sin la franquicia que le otorga a Chile su tratado con Japón. Con el CPTPP ahora el insumo de algodón se cuenta hacia el contenido "plurinacional" que requieren las normas de origen del mismo, ya que ambos países pertenecen al acuerdo.

El CPTPP es más beneficioso que el TPP original en varios aspectos. En el TPP, una empresa inversionista, o un inversionista de cartera, podía demandar a un Estado nacional cuando aducía que sus intereses habían sido lesionados. Estas cláusulas fueron eliminadas del CPTPP, lo que permite a sus países firmantes ejercer su legítima soberanía nacional sobre áreas consideradas clave para su desarrollo, como por ejemplo limitar la inversión extranjera en, digamos, tabaco, o ejercer control sobre los flujos de capital cuando se lo estime conveniente.

Más allá de los beneficios tangibles, que indudablemente serán relativamente modestos, el hecho que los 11 países restantes del TPP original hayan decidido firmar este acuerdo aun sin su principal gestor, es una afirmación de su apego a la promoción del libre comercio por importantes miembros de la comunidad internacional, aun cuando Estados Unidos parece estar abandonándolo. ¡Viva el CPTPP!

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