7 cosas acerca de Carolina 3 Estrellas
La bajista de la banda chilena Pánico, apadrinada por los ultra internacionales Franz Ferdinand, odia la institución de las nanas y tiene una empresa de catering. ¿Qué otras facetas esconde esta francesa de ojos extraterrestres?

1. Su nombre no es Carolina Tres Estrellas.
Es Caroline Chaspoul. Caroline –francesa, 36 años– se inventó ese alias cuando formó la banda Pánico con su pareja, el chileno Edi Pistolas, que tampoco se llama así, sino Eduardo Henríquez. Estrellas y Pistolas se conocieron cuando eran compañeros de colegio en París; se vinieron a Chile en los 80; se transformaron en una banda de culto en los 90 y se radicaron en Francia en 2001. Ahora son algo así como ahijados de los mega estrellas Franz Ferdinand: la banda escocesa rayó con el celebrado disco Subliminal Kill (2005), los invitó de gira con ellos y les prestó su estudio en Glasgow para grabar el próximo disco de Pánico, aún sin nombre.
2. Tiene una hija de 7 años.
Se llama Ima, es bilingüe y lo pasa chancho cada vez que viene a Santiago: encuentra que es una ciudad cool y se quiere venir a vivir acá con sus amigas francesas.
3. Encuentra genial que en Chile se vean ovnis.
Carolina acaba de pasar dos meses en Chile tocando en clubes como Amanda y Estudio Elefante, y también en teatros abandonados de pueblitos del norte, donde viajó con los otros cuatro integrantes de Pánico para grabar un documental y un disco con sonidos que recogieron
en estaciones de ferrocarril, en pueblos mineros, en el Valle de la Muerte. Muy experimental. En el disco, que se lanza el próximo año, quieren contar historias del norte. "Grabamos testimonios de los mineros, por ejemplo, que son un poco como niños. Tienen eso de ir a buscar un tesoro hasta que lo encuentran, con los ojos brillantes. Es una cosa muy infantil, muy linda, de creencias y leyendas. En cambio, en Europa la gente no tiene nada que ver con lo que no es racional. Yo tengo discusiones con amigas mías y les digo: sí, en Chile ven ovnis muy seguido y ningún problema. Hasta sale en el diario".
4. Cree que la madurez no es física.
"En los 90 Pánico tenía una propuesta muy juguetona: era nuestra forma de desmarcarnos de la escena local, que era muy seria y muy reivindicatoria. A nosotros, más que hablar de política, nos importaba hablar de la sociedad chilena, del machismo, de la homosexualidad, del catolicismo y de qué pasa si no eres católico. Pero, cuando creces, vas tomando distancia con esas cosas y encontrando otras formas de enfrentarlas. Ésa es la madurez, más allá de que ya no carreteo hasta las dos de la tarde del día siguiente. Es otra lógica: ya, nos encanta el
rock, tocamos desde hace mucho tiempo y queremos seguir haciéndolo durante mucho tiempo más, pero hay otras maneras de expresarse que nos gustaría probar".
5. Sobrevive gracias al catering.
En París, Carolina tiene una empresa de catering para producciones de moda y publicidad. Con Eduardo la administran y cocinan todo ellos mismos: comida italiana, chilena, francesa, vegetariana, lo que les pidan. "Como artistas tenemos mucho trabajo durante un año y, si al año siguiente no pasa nada, entonces es bueno tener algo concreto cuando necesitamos plata. Siempre hemos hecho cosas aparte de la música. Me gusta vivir dentro de la sociedad, me parece necesario justamente para que la música siga funcionando".
6. Le cargan las nanas.
"Ser mamá te impide cosas: por ahora no puedo tener un segundo niño. Me da pena, porque me encantaría que Ima tuviera un hermano chico, pero es difícil. Por ejemplo, en Francia no existe el sistema de la nana, que me CARGA. Es algo a lo que nunca me pude acostumbrar en Chile y a lo que nunca quiero acostumbrarme, porque lo encuentro un tipo de esclavitud. Pero también tengo una suerte que pocas mamás tienen: hay meses enteros en los cuales estoy absolutamente disponible para mi hija, mientras que, en general, los papás trabajan todos los días hasta tarde. Hacen pegas que no les gustan y, más encima, no pueden disfrutar de sus hijos. Así que no me voy a quejar. Yo encuentro que mi vida es bastante lujosa".
7. Toma menos y duerme más.
Carolina tiene cuerpo de veinteañera. Algunas arrugas surcan sus ojos extraterrestres pero se siente igual que a los 20. "Siempre tuve una nutrición súper sana, desde cabra chica aprendí a comer equilibrado. Ahora tomo menos alcohol, porque lo soporto menos. Pero no me cuido especialmente. Ah, duermo más. Antes no me importaba mucho, pero ahora me gusta dormir y le doy mucha importancia. Ahora digo: qué rico quedarse en la casa".
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