Calzones que se comen
Para aquellos que les gusta sacar la ropa a mordiscos.
De todo hay en la viña del señor: en un sex shop de Providencia encontramos boxers con sabor a champaña rosé, calzoncitos con gusto a piña colada y sostenes que saben a frambuesas de la pasión. Esta lencería comestible importada desde EE.UU. está fabricada con celulosa, sacarina, saborizantes y aromatizantes. La idea es que la "prenda" se deshaga en la boca del amante y/o de la tigresa. Por si acaso, el producto es bajo en calorías. Como diría mi abuelita, blindada en unos chiteco de elástico vencido: "ya no saben qué inventar, hija querida". $8.000 la unidad. Sex Shop Novelty, Padre Mariano 10, of 507.
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