Molestar, mi deporte preferido
Hace dos años, este actor argentino vino a Chile con Malena Pichot (la famosa "Loca de mierda") a presentar un stand up. Tras esa presentación, lo ficharon en Vía X para conducir el noticiero humorístico Esto se va a saber, proyecto que lo ha tenido viviendo entre Santiago y Buenos Aires. El 18 de enero volverá a desplegar, con su compañera de fórmula, su hilarante talento de comediante en el renovado show Campa/Pichot.

Paula 1137. Sábado 14 de diciembre de 2013.
STANDAPERO
Me empezó a gustar el género mirando a los standaperos de fuera. Tengo 37 años, y cuando hace ocho empecé a hacer stand up hacía ya una década que era actor. Estudié unos meses con un profesor, empezamos a armar espectáculos, fue creciendo la cosa y hará cuatro años, con Malena, la cuestión explotó.
Creo que el chiste te permite hablar de cosas que son muy ciertas. Permite hacerte pensar. Y molestar. A mí lo que me gusta es molestar. Mo-les-tar. Aun a riesgo de que te genere una incomodidad absoluta, o una contradicción; o incluso hacerte pensar algo que está en las antípodas de lo que estoy diciendo. Pero hacerte pensar.
Hay algo muy desexorcizante que está buenísimo en el stand up: que es poner arriba del escenario todo. Yo siento que el stand up me hace mejor persona. No lo hago por eso ni lo tomo como una filosofía ni como terapia. Pero que sucede, sucede. Al hablar de barbaridades que te pudieron haber ocurrido en la vida, al hablarlas con la gente metiéndolas en un monólogo, ya eso pasa a ser una cosa de todos. Es muy liberador. Es como una prueba también: ver hasta dónde estoy dispuesto a ir. Hasta dónde estoy dispuesto a decir y a mostrar mis miserias.
No creo ser el mejor en el stand up. Y no es falsa modestia. Me encantaría ser el mejor y trabajo todos los días para serlo. Pero no lo soy. Sí creo que en este lugar estoy cómodo. Digamos que no creo que le esté robando la plata a la gente; sobre todo a esos invitados que no pagan la entrada.
PURO CHILE
He estado 9 meses que paso algunos días de la semana en Santiago y el resto en Buenos Aires. Es decir, he podido hacerme una idea de cómo son los chilenos. Y creo que son más bien formales y eso contrasta mucho con nuestra idiosincrasia. Nosotros a la vez estamos acostumbrados al otro extremo. A hacer todo el tiempo lo que nos parezca. El argentino es más de caerte sin avisar, más relajado, más amiguero, más de decirte las cosas en la cara. Real: un argentino te puede decir cualquier barbaridad, se atreve a decírtela. Acá no. Hay cosas de las que no se habla, cosas que no se dicen.
Debe ser porque la dictadura marca mucho. Cuesta mucho tiempo desembarazarse de eso, de ciertas estructuras mentales, de ciertos prejuicios. Acá en Chile la dictadura fue ayer nomás y, además, fue larguísima; y eso no es gratuito. Eso es un daño enorme. Acá todavía hay mucho prejuicio en el humor, que por lo general es un humor como un poco antiguo. Se ríen por ejemplo del ¡ay, sos puto!, je, je. Hay todavía mucho chiste _de connotación sexual. En ese sentido el humor argentino es mucho más evolucionado, tiene otro vuelo.
Cuando vinimos a presentarnos por primera vez en Santiago con Malena Pichot teníamos mucho miedo, no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar. Además, con Malena tenemos un humor bastante molesto; y la verdad es que la reacción del público fue increíble. Mucha gente joven. Ahí está la esencia de que acá están pasando otras cosas y de que un montón de temas que eran tabú están empezando a dejar de serlo.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.