Industria automotoriz busca reinventarse con nuevas tecnologías

Utilizando herramientas como el geofencing, IoT y hasta tinta electrónica, la industria automotriz propone innovar para convertir el rubro en uno totalmente tecnológico. Es el camino que tomó Ford, que pone sus esfuerzos en crear un auto que frene solo al entrar a la ciudad, mientras que otras marcas ya están diseñando vehículos que cambian de color. Ideas que buscan satisfacer al consumidor mientras se fortalece la seguridad y eficiencia.


En el afán de facilitarle cada vez más la vida al usuario a través de la conectividad, Ford, la marca estadounidense de automóviles, comenzó a trabajar en un nuevo tipo de auto que, básicamente, frena de manera automática al entrar a la ciudad. Usando la tecnología de geofencing, que es un perímetro virtual para un área geográfica del mundo real, esperan conseguir que sus autos respeten de forma automática los límites de velocidad de ciudades, barrios y calles específicas, sin necesidad de intervención del usuario.

Esta es una actualización de muchas que se han presentado en el rubro automotriz para acercar cada vez más la tecnología a la mecánica clásica. En este caso particular, la idea nace de los problemas de conducción que se pueden encontrar en la vida cotidiana, cuando el mobiliario urbano, por sus dimensiones y naturaleza, se interpone en el manejo de un vehículo sin aviso, sobre todo en ciudades en expansión.

Nicolás García, experto en electromovilidad y automóviles de la empresa Gama, explica que esta innovación va en pos de la nueva generación de autos que funcionan como extensiones de la persona. “El camino va hacia los vehículos completamente autónomos. Actualmente los autos tienen sensores de carril, de proximidad y modos que se adaptan para mantener la distancia con otros autos, acelerando y frenando según necesidad”. Los nuevos modelos, dice, van mucho más allá de los sensores. “Ahora tienen que estar conectados a una red compartida de internet mayor. Con eso se puede automatizar aún más la experiencia”, dice.

En el caso de los nuevos autos de Ford, su funcionamiento efectivamente es así. Este se basa en crear sobre un terreno real una zona virtual que sea capaz de enviar información, datos e instrucciones a los vehículos que se conecten a esta área a través de la red. La idea entonces es que automáticamente el auto respete las velocidades máximas apenas entren a este “círculo”.

Con la ayuda de internet y dos furgonetas eléctricas llamadas E-Transit, la marca ya está trabajando en este modelo, que hace hoy sus primeras pruebas en la ciudad de Colonia, donde estos dos vehículos proveen esa red para el resto de los autos, reforzando la seguridad de las zonas donde solo se puede manejar a 30 km/h.

En palabras simples, el auto conectado a la red entra a una calle dentro de la zona virtualmente delimitada, y los sensores envían una señal que activa de forma instantánea un limitador de velocidad inteligente, el que reduce, sin ayuda de un humano, la velocidad del vehículo a los 30 km/h. El conductor entonces recibe un mensaje de confirmación que le avisa de las decisiones inteligentes que ha tomado su auto.

El Geofencing es un perímetro virtual para un área geográfica del mundo real. Con esta tecnología Ford espera conseguir que sus autos respeten de forma automática los límites de velocidad de ciudades, barrios y calles específicas, sin necesidad de intervención del usuario.

Seguridad más allá del vehículo

Cuando el auto de Ford se va de la zona delimitada, el sistema se desactiva también de manera automática, devolviendo al conductor la posibilidad de circular a otras velocidades. De la misma forma, el sistema puede anularse y detenerse de forma manual en el caso de alguna emergencia.

El comunicado de Ford sugiere que esta tecnología, aparte de servir como otra herramienta que facilita la conducción y el seguimiento de las instrucciones del tránsito, sirve directamente para ayudar a mantener la concentración de los conductores porque no tendrían que desviar la mirada para fijarse en las señaléticas que avisan estos cambios de limitación de velocidad. Incluso, eventualmente, podría reducir la cantidad de señales físicas presentes en el entorno urbano, facilitando el acceso a calles y la comprensión de ese entorno, creando ciudades inteligentes.

Estos beneficios de la seguridad vial, que van directamente relacionados con la tecnología de Ford, son una de las claves del éxito del proyecto, y la razón por la cuál, independiente de la existencia de estos autos y su probable llegada al país, no podría llegar e implementarse sin hacer otros cambios primero. “Acá llegan muchos vehículos con esa tecnología, pero existen limitantes más locales, como la conexión a internet de los autos. La carga de los mapas y todas las cosas que ayudan por ejemplo al Ford a frenar cuando tiene que hacerlo van determinadas por eso” explica Nicolás García.

El experto comenta que en Chile existe un gran uso y compra de autos que tienen sensores, utilizando IoT, pero no el internet que conecta al auto con el entorno social. Por lo tanto, los modelos nuevos que tengan esa tecnología podrían funcionar, pero no en toda su capacidad. Así como en Alemania, se necesitaría la creación de este mapa virtual de geofencing. “En ese caso es importante la infraestructura externa de las calles y carreteras, el estándar de las calles y las conexiones”, añade. Las precisiones de hoy son muy específicas, y con la ayuda de esta conexión externa el auto podría saber por dónde va, cómo están las calles, las reglas y limitaciones de cada área para accionar, sin la necesidad de un tercer dispositivo o app como Waze o Maps.

“En el futuro la idea es que exista una red unificada que pueda conversar con los autos y pueda regularizar ese servicio, donde avise por dónde irse y cómo irse, manteniendo a todos los autos en el mapa conectados. Hoy existen ese tipo de autos, como algunos Peugeot o Volkswagen, además de lo que está haciendo Ford”, dice García. Estos modelos están basados en los principios de conectividad V2X (Vehicle to Everything) la tecnología de geoperimetraje que permite estos cambios de velocidad, de ruta y modalidad según espacio, incluso armando un perímetro de seguridad tras un accidente.

Específicamente en Chile, la idea podría complementarse a los últimos esfuerzos de los proyectos pilotos que pretenden controlar el exceso de velocidad, evitando a través de esta tecnología accidentes fatales, multas y atrasos.

Autos personalizables

Al igual que el apartado de seguridad, la tecnología ha podido dar pie a otras innovaciones que benefician la estética y la preferencia personal. Los nuevos modelos, que fijan también sus diseños en lo visual y lo práctico, han logrado avances notorios en los últimos años. “Ahora uno ve autos, en China sobre todo, donde nada se hace manual, ni abrir las puertas, ni prender luces internas. Ves sensores, tableros en camionetas donde existe un display completo con una pantalla de lado a lado del vehículo, incluso los que cambian de color”, dice el experto en electromovilidad. Esto es gracias, en parte, a la nueva tecnología del E Ink.

BMW presentó el E Ink este año como la novedad con la que los autos podrían cambiar de color en su exterior. El fabricante alemán lanzó su vehículo eléctrico BMW iX Flow con este sistema, el que permite cambiar el auto de color blanco a color negro presionando un solo botón. El apartado de personalización fue potenciado y desarrollado por estudiantes del Laboratorio de Medios del MI, y funciona con la ayuda de pigmentos de tinta tradicionales que se usan diariamente en la industria de la impresión, creando una nueva tinta electrónica.

Su técnica es sencilla aunque requiere de tecnología de alta gama. El revestimiento de la superficie de este auto tiene millones de microcápsulas con un diámetro que se parece al grosor de un cabello humano. Estas tienen pigmentos blancos cargados negativamente y pigmentos negros cargados positivamente. Al estimularlos, con señales eléctricas, la tecnología aporta diferentes pigmentos de color a la superficie, haciendo que cambie de color por fuera.

El nuevo vehículo de BMW, BMW iX Flow, utiliza E Ink, una tinta electrónica que, a partir de microcápsulas con pigmentos y tecnología de alta gama, logra cambiar el color del auto a disposición.

Este nivel de personalización que entrega la tecnología de corte por láser además entregaría, según el comunicado de la empresa, el beneficio de la eficiencia, Haciendo que el auto sea blanco reflectante en los días soleados para que esté fresco y que en los días fríos el color negro pueda absober mejor la luz solar, reduciendo a su vez el consumo de energía del vehículo eléctrico.

Los cambios de color se pueden ajustar y también programar según el día y el clima, dando pie a lo que la compañía considera como lo primordial, que es una fusión de lo real y el mundo virtual, el futuro de los autos. “En el futuro, los cambios también se controlarán con un botón en el salpicadero del auto o, tal vez, incluso con gestos de la mano”, explicó en el comunicado oficial BMW.

Un nuevo consumo para nuevos autos

Las novedades del mundo automotriz han cambiado también la forma en que los usuarios se relacionan con los autos y la compra de estos, sobre todo porque ahora un vehículo hace muchas más cosas que solo movilizarse de un lado a otro. “Se están convirtiendo lentamente en un dispositivo más. En la actualidad hay empresas que se han definido ya no como una empresa automotriz sino que derechamente como empresas de tecnología y movilidad, como Toyota”, cuenta Nicolás García.

En ese sentido, el cambio en el consumo mutó a un uso menos a largo plazo, como los teléfonos o las tablets, dando cabida a una nueva relación de compradores. “Ya no hablamos siempre del auto propio, estas actualizaciones toman en cuenta las nuevas maneras de tener uno, como el arriendo de corto y largo plazo, además del auto compartido”, dice el experto de Gama.

Los autos, al caer en la nueva categoría de tecnología, están constantemente cambiando y mejorando, haciendo su permanencia en el mercado mucho más corta entre una innovación y otra. Bajo esos parámetros, la tendencia va en probar y mejorar, cuidando siempre el adquirir automóviles cada vez más inteligentes, más sustentables y amigables con el medio ambiente, como los autos eléctricos. García dice que, por lo mismo, los precios se irán equiparando solos para poder ser accesibles en esta nueva forma de consumo. “Son la gran cosa del mercado del futuro. Estos funcionarán como medidores, calculando huella de carbono, horarios y todo, a parte de satisfacer los gustos estéticos y prácticos”, define.

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