“Usted le falló a los niños en Chile, señor Presidente”.

Con esa frase, un hombre emplazó al Presidente Gabriel Boric este miércoles, cuando se aprestaba a iniciar su discurso en la presentación del informe anual de la situación de los derechos humanos en Chile del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).

Desde el público, el sujeto acusó que se continuaban cometiendo violaciones a los derechos de los niños en residencias del Estado. “Están siendo drogados y encerrados con candado”, afirmó.

Lejos de silenciarlo, el Mandatario se cruzó de brazos sobre el podio y lo escuchó atentamente. Y una vez que el hombre finalizó su enjuiciamiento, respondió: “Generalmente cuando hay este tipo de intervenciones desde las autoridades tendemos a reaccionar a la defensiva. Yo trato genuinamente de no hacerlo porque veo y entiendo la rabia, la preocupación que hay detrás y comparto la necesidad de velar y garantizar los derechos de los niños que están tanto en el sistema de protección como en el sistema de reinserción”.

El Jefe de Estado, tras el impasse, dio paso a su alocución, en la que destacó la labor del INDH al señalar que “es una institución que no es de uno u otro gobierno, no es de uno u otro sector político, sino que es del Estado de Chile y le pertenece a cada uno de nuestros compatriotas porque los derechos humanos son siempre”.

Fue en ese punto que Boric se salió -aunque discretamente- del diseño de repliegue que se había acordado con los equipos de Presidencia para la recta final de la campaña presidencial.

Lo hizo para cuestionar a sectores políticos -la derecha, aunque sin nombrarla- que se han opuesto a iniciativas relacionadas a los derechos humanos en el Parlamento.

“Debo decir que este debate no ha sido fácil, porque a veces sectores importantes de la política chilena parecieran estar permanentemente tratando de negar la importancia de los derechos humanos", dijo.

El Presidente afirmó que en los últimos años a su administración le ha costado “la aprobación del presupuesto no sólo del Instituto Nacional de los Derechos Humanos, que ha sido difícil y a veces se ha ganado por muy pocos votos en el Parlamento, sino también del Museo de la Memoria, que más de una vez han querido dejarlo sin financiamiento pensando en que cierre”.

“De los sitios de memoria, por eso ingresamos al proyecto de ley de sitios de memoria, y por lo tanto esto nos recuerda que la causa de los derechos humanos es una causa por la que debemos luchar permanentemente y estar permanentemente concientizando y convenciendo a quienes no piensan igual que quienes tenemos convicciones progresistas”.

Defensa al Plan de Búsqueda

En su discurso, Boric también defendió de las críticas el Plan Nacional de Búsqueda, Verdad y Justicia, una política pública permanente del Estado -impulsada en su administración- para esclarecer las circunstancias de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos durante la dictadura militar. Esto, luego que la mañana del miércoles recibió su informe bienal.

“Hoy día el debate, la disputa es también una batalla cultural respecto de estos avances civilizatorios de la humanidad, no de un sector político determinado. En la mañana recibí el informe de los primeros dos años del Plan Nacional de Búsqueda por Verdad y Justicia. Allí, en conjunto con el comité de seguimiento, vinculado íntimamente también a las organizaciones de derechos humanos, pudimos constatar las acciones realizadas y la consolidación de esta política inédita para Chile”, destacó.

Y luego agregó: “Inédita porque aunque parezca inverosímil, durante todo este tiempo la labor de la búsqueda, el empuje de la búsqueda de los detenidos desaparecidos y de los ejecutados políticos sin entrega de cuerpo correspondió a las familias. Las familias llevaron adelante esa tarea y fueron ellas las que empujaron al Poder Judicial y al Poder Político para poder lograr los avances que han habido hasta ahora. Pero el Estado, hasta el día de hoy, no se había hecho cargo”.

Contra los overoles blancos

Boric, además, condenó la seguidilla de acciones cometidas por los denominados overoles blancos particularmente en liceos emblemáticos como el Instituto Nacional José Miguel Carrera.

“Creo que es importante decirlo con todas sus letras: el caso de los overoles blancos que estigmatiza a toda una comunidad educativa o a varias comunidades educativas, los que están realizando ese tipo de acciones están cometiendo delitos", acusó.

En esa misma línea, el Jefe de Estado apuntó que “no es justificable bajo ningún punto de vista ese tipo de violencia, que llega incluso a dañar a las comunidades, no puede ser tolerada”.

“Acá tenemos que hacer todos los esfuerzos, con diálogo, con participación, pero también cuando corresponda, con sanción, para que esas personas que son totalmente minoritarias en las comunidades escolares y que están permanentemente generando un conflicto e incluso dañando a sus propios compañeros, amenazando, rociando con bencina a sus profesores, que no vuelva a suceder”, remarcó.

Y luego reforzó: “Eso sencillamente es inaceptable”.