Interpelación a ministra Schmidt: Las críticas al rol de Chile en la COP25 que reflotará la oposición en la Cámara de Diputados

CAROLA

Hoy, la Cámara de Diputados interrogará a Carolina Schmidt luego del cuestionado rol que cumplió Chile en la cita climática que se desarrolló en Madrid en diciembre pasado. La instancia servirá, además, para consultar a la secretaria de Estado sobre la agenda de descarbonización del gobierno, la crisis hídrica y la no firma del acuerdo medioambiental de Escazú, entre otras materias.


Fue el penúltimo día del 2019 cuando la Cámara de Diputados aprobó una nueva interpelación sobre un ministro del gabinete de Sebastián Piñera. El 30 de diciembre, a 15 días de que finalizara la COP25, el hemiciclo -por 70 votos contra 55- dio el vamos para abordar a la titular de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, luego de que el diputado ecologista Félix González ingresara una solicitud por el cuestionado rol de Chile en la cumbre climática de Naciones Unidas.

Lo que señaló el parlamentario -quien liderará este martes la interpelación a Schmidt- es que tras la participación de Chile en la conferencia que se realizó en Madrid -cuya sede original era Santiago- "se ha puesto en vergüenza al país por la forma en que se hicieron las cosas en algo tan delicado como la COP. También hay un grave daño al planeta: perdimos un año en poner en práctica lo medular del Acuerdo de París". Para el diputado, "el gobierno nunca entendió que esto no era un evento social, no era el Mundial del 62 como repitieron muchas veces".

Las críticas al gobierno vinieron temprano. Desde que se anunció a fines de 2018 que la ONU había aceptado la oferta de chilena de albergar la conferencia, expertos dijeron que el país no estaba preparado y que el Ejecutivo había pecado de "soberbia" por su desconocimiento en esta cumbre. Los trascendidos decían, incluso, que en sectores de la Cancillería no estaban contentos: el poco tiempo para preparar la COP25 y la cercanía con la Apec podían representar un riesgo en la imagen internacional si es que algo llegaba a fallar.

A pesar de eso, en la cartera de Carolina Schmidt comenzaban a preparar con entusiasmo la versión 25 de la conferencia que, aunque representaba un desafío enorme, también se tomaba como una gran oportunidad para adoptar mayores compromisos y liderar la transformación global hacia el desarrollo sustentable, como dijo ella misma en una entrevista a La Tercera en enero del año pasado.

El primer escollo fue encontrar un lugar disponible. En una carta enviada a la oficina de Cambio Climático, la ministra reconocía problemas para albergar la cumbre. La falta de lugares disponibles y las dificultades de movilidad en diciembre en Santiago, motivaron a la jefa de Medio Ambiente a solicitar trasladar el evento para enero de 2020. Sin embargo, la petición fue negada por el organismo: la rigurosidad del calendario de esa oficina de la ONU exigía cumplir con las fechas acordadas. Con el correr de las semanas, por otra parte, desde la sociedad civil se reprendió la falta de acción de la cartera de Medio Ambiente para concretar los temas que se abordarían en la conferencia.

No fue solo una vez que se cuestionó durante el año la capacidad de Chile para cumplir con los estándares de la cumbre. El obstáculo más grande que debió enfrentar el gobierno, sin embargo, fue en octubre: el estallido social y las complejas manifestaciones en las calles obligaron al Presidente Sebastián Piñera a anunciar que no sería posible ser sede de la COP25 -tampoco de la Apec que sería en noviembre- ya que la prioridad del Ejecutivo estaba en restablecer el orden público, la seguridad ciudadana y la paz social.

A los días, se conoció que España se había ofrecido como casa y así lo había aceptado Naciones Unidas. Aunque Chile ya no sería sede, se mantuvo la presidencia de Carolina Schmidt y con ello su liderazgo en las negociaciones climáticas.

El evento comenzó cuando estaba programado el 2 de diciembre en Madrid pero terminó con dos días extra de conversación. Así, la COP25 se transformó en la más larga de la historia pero con temas clave que no pudieron cerrarse. Aunque en los dos últimos días -el 14 y 15 de diciembre- los negociadores pasaron horas y horas en reuniones, no pudieron zanjarse acuerdos para el mercado de carbono (artículo 6 del Acuerdo de París) y en la compensación por eventos climáticos extremos. Ambos temas continuarán su discusión en la COP de Glasgow de este año.

Críticas en la COP25

Durante el evento las críticas a Schmidt aumentaban cada vez más.

Parte de la molestia fue manifestada por el representante de Papúa Nueva Guinea quien hizo saber a la ministra su descontento con cómo se estaban llevando adelante las discusiones ya que la presidencia chilena decidió sostener bilaterales exclusivamente con los países grandes -Brasil, India, China, Japón, Unión Europea- dejando fuera a países latinoamericanos y africanos, con el objetivo de destrabar los puntos en los que no se lograba acuerdo del artículo 6.

Desde del primer día y sin vuelta atrás, igualmente, la relación con la Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (un grupo de ocho países que comparten intereses y posiciones en materia de cambio climático) se vio entorpecida. Quienes conocen el funcionamiento de las COP reconocen que una de las claves para tener una cumbre exitosa está en la capacidad política de la presidencia para acercar posiciones.

A penas llegó a Chile, el lunes 17 de diciembre, la ministra Schmidt se dirigió a La Moneda para reunirse con el Mandatario y analizar la actuación del país en una cumbre que había sido catalogada como un fracaso por algunos organismos internacionales, que aseguraron que los acuerdos alcanzados "no aumentaban la ambición".  A la salida de esa reunión, acompañada de cuatro de sus pares, la secretaria de Estado respondió preguntas y manifestó su insatisfacción. "Vengo a rendirles cuenta como ministra del Medio Ambiente de Chile de lo que fue esta COP25", partió diciendo.

Sobre las críticas que recibió su gestión, la ministra notoriamente cansada aseguró que "lo dimos todo, alargamos la COP de manera inédita, sin rendirnos para negociar día y noche y buscar consensos. Muchos nos dijeron que no nos pusiéramos este objetivo (la negociación del artículo 6) como uno a lograr porque era imposible de alcanzar, pero no nos arrepentimos de haberlo hecho. Ante la urgencia de la crisis climática que enfrentamos no se debe tener miedo a las metas altas, solo hay que temer a no dar la pelea. Este era el lugar y momento de hacerlo".

Pero un día antes de eso en la oposición ya hablaban de la interpelación.

El cuestionario de hoy:

De acuerdo al documento que se presentó a la Cámara el 30 de diciembre, los diputados consultarán a la ministra por diez temas:

1. Preguntas sobre su rol en la Presidencia de la COP25 y, en particular, sobre su rol como negociadora de los acuerdos en materia medio ambiental adoptados en dicha conferencia.

2. Preguntas relativas a su criterio para convocar reuniones bilaterales y multilaterales con los comisionados de la COP25.

3. Preguntas sobre los compromisos adoptados por Chile en la COP25.

4. Preguntas sobre los acuerdos tomados y su relación con el combate de la crisis climática mundial.

5. Razones para solicitar a los delegados el envío de las declaraciones finales digitalmente.

6. Preguntas sobre las eventuales reuniones con empresas privadas.

7. Razones para mantener la negativa del gobierno de Chile a firmar el Acuerdo de Escazú.

8. Razones por las que el gobierno deja en manos de las empresas el cierre de las termoléctricas a carbón en Chile.

9. Preguntas relativas a la insistencia del gobierno en mantener zonas de sacrificio en nuestro país y no implementar medidas efectivas para resolver los problemas.

10. Preguntas sobre la falta de acción del gobierno y la negativa a tocar intereses privados para resolver la crisis hídrica agravada por el cambio climático.

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