Política

Boric vs. Kast: el inédito golpe en horario prime que descolocó al oficialismo y a la oposición

La crítica que hizo el Presidente al candidato republicano al anunciar en cadena nacional el Presupuesto 2026, incomodó al comando de Jara. En el oficialismo creen que Boric buscó provocar jugando al límite. ¿Quién fue el ganador de este nuevo round? Eso está por verse, señalan desde ambos rincones.

El Presidente Gabriel Boric, en la Cadena Nacional, sobre el Presupuesto 2026.

Varios presidentes de partidos y jefes de las bancadas parlamentarias –salvo los del Frente Amplio– salieron con una sensación extraña de la reunión con el Presidente Gabriel Boric sobre el Presupuesto 2026, realizada la tarde del lunes en el palacio de Cerro Castillo.

Aparte de que la Presidencia no convocó a un punto de prensa después de la cita, como suele hacerse en este tipo de actividades, muchos no entendieron del todo la decisión de no incluir la tradicional “glosa republicana” –platas que se dejan a libre disposición de la nueva administración en cada cambio de gobierno–. Ello a cambio de mayor flexibilización en la utilización de los recursos, fue la explicación del ministro de Hacienda, Nicolás Grau, buscando convencer a los presentes.

A varios de los comensales también les resultó difícil comprender el recorte de las platas del plan contra el crimen organizado, una de las principales preocupaciones de los chilenos hoy. Y para los más expertos en economía, la posibilidad de que el nuevo gobierno solo pueda reasignar un 1% de los recursos del Fondo de Estabilización Económica y Social.

Pero lo que más llamó la atención esa tibia noche viñamarina, según cuenta un jefe de partido, fue el hecho de que la conversación girara en torno al final del gobierno, a sus últimas apuestas legislativas y a no perder el protagonismo en esta recta final marcada por una campaña presidencial muy cuesta arriba. Y a mantener la bandera en alto hasta el 11 de marzo del próximo año, día del cambio de mando presidencial.

“El esfuerzo del gobierno está puesto en terminar lo mejor posible. Y así será”, fue el mensaje con que el Mandatario abrió el encuentro, según revela uno de los presentes. “No hubo ninguna mención a Jeannette Jara”, agrega otro dirigente, entendiendo igual que era una reunión numerosa en que cualquier opinión se podría filtrar.

Solo los políticos más experimentados presentes en el comedor de la casona, y con un agudo olfato político, descifraron que el objetivo principal de La Moneda hoy es el legado de Boric y la defensa de su gobierno, para lo cual trabaja un equipo liderado por la exministra Aisén Etcheverry, actual jefa de planificación estratégica del mítico Segundo Piso.

“A Boric le está costando asumir que su tiempo ya se está acabando y le está costando mucho perder protagonismo y ceder espacio”, advierte un influyente dirigente oficialista, miembro del equipo de Jara, que no estuvo presente en aquel encuentro pero que se mostró sorprendido con la posterior arremetida del gobernante.

La embestida de La Moneda

Al día siguiente, pasadas las 16.00 horas, el Mandatario grabó la cadena nacional para informar el ingreso al Congreso del Presupuesto 2026, con ejes puestos en seguridad, salud, pensiones y vivienda.

En una cuidadosa puesta en escena, el Jefe de Estado –de camisa blanca almidonada y chaqueta azul marino, escoltado por dos grandes banderas chilenas con el escudo al medio y un atril también con la insignia nacional– defendió la propuesta que ese mismo día fue enviada al Parlamento y planteó la tensión central del debate presupuestario, que busca instalar La Moneda.

“Chile no tiene por qué elegir entre irresponsabilidad fiscal o indolencia social, entre contener la deuda pública o cumplir con el aumento de las pensiones. Existe un camino en donde la seriedad fiscal y el compromiso con las urgencias de ustedes, las familias chilenas, se encuentren”, afirmó.

Sin mencionarlo, Boric lanzó un fuerte dardo al candidato presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast: “Por eso es irresponsable, además de indeseable, la propuesta de recortar 6 mil millones de dólares de gasto que algunos han levantado, sin decir de dónde pretenden hacerlo”.

A un mes y medio de la primera vuelta presidencial, Boric apuntaba a una propuesta realizada por Kast el pasado 12 de agosto, en el marco de un seminario internacional de inversiones. En esa oportunidad, el líder republicano –que puntea la mayoría de las encuestas presidenciales– prometió que, de ser electo, haría un ajuste fiscal de US$ 6.000 millones en 18 meses, junto con poner como ejemplo de gobernabilidad al polémico presidente de Argentina, Javier Milei.

Su plan –en ese entonces– fue duramente cuestionado por economistas de los comandos de Jara; de la carta de Chile Vamos, Evelyn Matthei, y por los propios candidatos. Sin embargo, en las últimas semanas este flanco para Kast y su equipo económico fue creciendo mediáticamente, ya que el líder republicano no lograba explicar bien cómo llegaría a tal monto de ahorro en tan poco tiempo.

Fuentes de Palacio señalan que, según sus análisis internos, esta “inconsistencia” de Kast aparecía ante los ojos de la ciudadanía asociada a la poca convicción del candidato en temas relevantes, como la garantización de la Pensión Garantizada Universal (PGU) y la implementación de la reforma previsional.

Ya a mediados de agosto, a propósito de la declaración de Kast apuntando a que el Congreso “no es tan relevante como imaginan”, La Moneda había dejado en claro que el republicano sería su blanco. Pero la atención mediática que concitaba esta discusión presupuestaria fue el caldo de cultivo perfecto para la arremetida de Boric de esta semana contra el candidato –a quien ven como el más probable contendor de Jara en la segunda vuelta del 14 de diciembre.

Desde La Moneda señalan que el polémico párrafo se incluyó en el mensaje de Boric muy cerca de la fecha de la cadena, y que fue una decisión premeditada del Presidente y su círculo cercano, del cual son parte los ministros Álvaro Elizalde (Interior) y Camila Vallejo (Segegob).

En cierta forma, ello quedó demostrado al día siguiente cuando, a primera hora, la vocera de gobierno descartó una “intervención electoral”, que a esa hora la derecha salía a denunciar en bloque y en distintos frentes.

“Cuando se instala esta idea de recortar 6.000 millones en 18 meses, sin decir cómo, es una promesa sin plan, vacía, que puede tender a confundir o poner en riesgo cuestiones que son de gasto muy importantes. Entonces, lo que hace el Presidente es totalmente pertinente”, dijo la vocera de Gobierno el miércoles en la mañana en radio Cooperativa.

Sin embargo, el hecho de que se haya utilizado una cadena voluntaria, transmitida en horario prime por los canales de televisión para transmitir un crítica política, no solo irritó a la oposición, sino que no fue bien visto por sectores del oficialismo, especialmente desde el Socialismo Democrático.

No todos –afirman diversas fuentes– estuvieron de acuerdo con que fuera necesario incluir esas interpelaciones en el discurso, ya que podría haberlas dicho en cualquier otro momento, con ocasión de la defensa o expansión de alguna política pública y no ligarlo con el anuncio de la Ley de Presupuestos.

Diferentes reacciones en la derecha

Las frases del Mandatario sorprendieron a Kast y a su principal asesor, Cristián Valenzuela, quienes estaban cenando juntos al momento en que se transmitió la cadena nacional. Solo se enteraron de lo que había dicho Boric horas después, lo que explicaría la demora en la reacción.

“No, Presidente. Vamos a recortar 6.000 millones de dólares en gasto político sin afectar beneficios sociales como la PGU. Y vamos a partir por todos los funcionarios corruptos que usted llevó al gobierno y que en estos cuatro años se han robado la plata de los chilenos más pobres”, publicó esa noche Kast en su cuenta en X.

Al día siguiente, en un acto en La Florida, agregó que lo que había hecho el Presidente ”fue un acto de cobardía, fue un acto de corrupción y fue un acto de mentiras. No sé si estaba siguiendo el discurso en un teleprompter o improvisó”.

Para Kast y su equipo de confianza, la acción protagonizada por el Jefe de Estado se alejaba por completo del tono republicano que ha primado en los discursos presidenciales relacionados con la Ley de Presupuestos. “Me parece una afrenta contra la República y contra el cargo y la dignidad del cargo que él ocupa y que ganó en buena ley, pero usarlo para intervenir arteramente en la elección de este año... me parece totalmente impresentable”, diría el asesor estratégico de Kast en T13 Radio al día siguiente de la cadena nacional.

Lo cierto es que el golpe de Boric sorprendió a la cúpula republicana. Muestra de ello es que, mientras Valenzuela señaló que no irían “a reclamar” a Contraloría “porque este un tema político”, el presidente de la colectividad, Arturo Squella, dijo el viernes que la Contraloría “tiene que tomar cartas en el asunto”.

La UDI, en tanto, presentó el jueves un requerimiento a la Contraloría para que se pronuncie al respecto, al cual podrían sumarse los diputados republicanos.

“Es una forma abusiva de usar a los medios, que genera polarización, lo que no le hace bien a Chile”, señaló el senador Juan Antonio Coloma (UDI), hombre fuerte de la campaña de Matthei.

El análisis de Chile Vamos fue que La Moneda estaba intentando sacar de la discusión a la exalcaldesa, quien, en su calidad de economista, había liderado los cuestionamientos al Presupuesto 2026. Pese a ello, decidieron mantener una posición menos confrontacional.

“No creo que sea un acto de corrupción”, dijo Matthei tomando distancia de Kast y Valenzuela.

La incomodidad de Jara y el oficialismo

Sin rodeos, Jara tomó distancia del ataque de Boric a Kast en la cadena nacional transmitida el martes en la noche.

“El Presidente tomará sus decisiones en base a criterios que él tiene, pero lo que sí puedo decir es que ese no es mi estilo, más que nada un tema de estilo”, dijo la noche del jueves en el programa Candidato, llegó tu hora de TVN. Agregó que ella no habría optado por ese camino, reiterando que “no es mi estilo, no es mi forma”.

Desde el comando oficialista aseguran que Boric y La Moneda no conversaron ni anticiparon a Jara ni a su entorno lo que serían sus dichos en la cadena contra su eventual rival en el balotaje. Agregan que, de haber ocurrido, la exministra le hubiera dicho que no lo hiciera, tal como lo dijo en TVN.

Pero quizás lo que más los irritó en el comando de calle Londres es que la estrategia elaborada por el círculo de hierro del líder frenteamplista puso a Boric por sobre la abanderada oficialista, forzándola a reaccionar y tomar distancia del gobierno del cual fue parte.

Por lo mismo –agregan–, en el comando consideran que era innecesario que Boric se metiera. Más aún, creen que cometió un error, porque terminó cambiando el eje del debate. Pasó del cuestionamiento a Kast para que explicara cómo pensaba recortar esos 6.000 millones de dólares sin tocar beneficios sociales, al debate sobre la injerencia presidencial, un tema que solo le da réditos al republicano.

En La Moneda responden que desde hace un tiempo se tomó la decisión de salir a responder y no quedarse callados frente a “mentiras concretas” que afecten al gobierno. El plan definido incluye, además, salir en defensa “de valores o principios fundamentales, como la democracia y el respeto a los derechos humanos”. Y –agregan– cuando estimen que están en juego o en riesgo de retroceso políticas públicas y derechos sociales “que ha costado mucho conseguir”. La interpelación a Kast responde a ese último punto, advierten.

Esa lógica explica las críticas a Donald Trump en el discurso ante la Asamblea General de la ONU, como también su actitud en política interna con sus críticas a Kast.

Desde el oficialismo, sin embargo, señalan –en privado– que el Presidente buscó provocar, volviendo a jugar al límite, y logró su objetivo. Su acción descolocó al número uno en las encuestas y lo puso al centro de la discusión, en momentos en que algunos lo tildaban de “pato cojo”.

“El candidato furioso le quita llegada en indecisos y es un autogol en su estrategia de mostrarse en control y como un hombre de Estado”, aseguran desde La Moneda. Y advierten que podrían venir nuevos golpes. En la mira estaría Jorge Quiroz, coordinador económico de Kast.

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