Hirsch (Acción Humanista): “Es complicado que tomas no violentas terminen con gente presa, lo más probable es que no comparta esa parte del veto”

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A juicio del diputado, "la fórmula del gobierno mejora el proyecto de usurpaciones, pero de todos modos me merece duda la aplicación de la pena de cárcel para quienes realicen tomas no violentas".


El diputado y excandidato presidencial, Tomás Hirsch, adelanta sus reparos al veto por la Ley de Usurpaciones, del que si bien valora que corrija algunos aspectos, aún mantiene temas que le son difíciles de apoyar.

Además, el actual presidente del Partido Acción Humanista, una de las tiendas que integran el oficialismo, se declara escéptico del proceso constituyente.

La semana pasada el diputado Jaime Araya decía que iban a apoyar casi a ojos cerrados el veto del Ejecutivo por la Ley de Usurpaciones. ¿Ustedes tienen la misma disposición o hay más dudas en su bancada?

Nunca en mi vida he apoyado nada a ojos cerrados, yo por lo menos soy de los que creo que hay que estudiar, leer, analizar, reflexionar y tomar decisiones. Tal como estaba el proyecto, evidentemente era impresentable. No estamos disponibles para una autotutela, para el ojo por ojo, diente por diente, ni bandas armadas que salgan a defender a los dueños de los fundos. También creo que es clave tener un proyecto que no castigue con pena de cárcel cuando hay una toma pacífica, no violenta.

¿Y le parece correcta la fórmula que propone el gobierno: que sea el juez que decida entre multa o presidio para este tipo de usurpaciones “no violentas”?

Creo que la fórmula del gobierno mejora el proyecto, pero de todos modos me merece duda la aplicación de la pena de cárcel para quienes realicen tomas no violentas. Quedó mejorado en cuanto permite la definición por parte del juez. Pero en ese aspecto, para mí sigue siendo complicado. Soy presidente de la Comisión de Vivienda, me relaciono con comités habitacionales permanentemente y es muy complicado como señal, permitir que tomas no violentas terminen con gente eventualmente presa. No puedo estar de acuerdo con esa fórmula.

¿Va a rechazar esa parte del veto o lo está estudiando todavía?

Lo estoy estudiando, pero lo más probable es que no comparta esa parte del veto. Cuando la toma no es violenta, se puede aplicar el criterio para situaciones muy diversas. ¿Qué pasa si los estudiantes se toman una rectoría? ¿Qué pasa si hay un grupo de pobladores que toma un lugar como una manifestación por demanda de viviendas, pero después lo abandonan?

¿Pero usted estaría abierto a apoyar, por ejemplo, que sí hubiera pena de presidio para tomas violentas, con daño en cosas, con violencia en las personas, intimidaciones?

Evidentemente es muy distinto que se ataque a alguien, por cierto, a que alguien rompa un vidrio o corte un alambre púa, son cuestiones totalmente distintas que no pueden tener la misma calificación.

Respecto al proceso constituyente. ¿Cómo está viendo el proceso? ¿Está inclinado ya por el “En contra” o tiene todavía esperanza?

Más que estar inclinado por el rechazo, estamos observando ese proceso y lo que vemos es que los republicanos lamentablemente, muy lamentablemente, han utilizado su mayoría para imponerla, impidiendo total y absolutamente la existencia de propuestas o enmiendas que surjan desde el oficialismo. Las ha rechazado absolutamente todas. La senadora (Paulina) Vodanovic lo ha llamado muy bien. Una Kastitución.

Dentro de las reuniones de coordinación con el oficialismo en las que participa, ¿hay ambiente para iniciar un plan alternativo, paralelo, mediante reforma constitucional, que dé otro margen, que otorgue más alternativa a este proceso constituyente?

En primer lugar, nosotros queremos quedar hasta tener la propuesta del Consejo Constitucional. Queremos ver en definitiva qué hay. En segundo lugar, queremos ver si hay voluntad para introducir modificaciones por parte de los expertos. Lo cual también es dudoso, es decir, todo el proceso es muy dudoso. La impresión que da hoy día es que esto no va a pasar, no va a avanzar. En ese caso nosotros, habló de mí y de los humanistas, los que hemos luchado, por más de 40 años, por una nueva Constitución para Chile, por supuesto, lo vamos a seguir haciendo y vamos a buscar todas las fórmulas necesarias, ya sea en el Congreso, utilizando ciertos textos que sirvan como insumo, la propuesta de la Presidenta Bachelet, la propuesta de la Convención, la propuesta de los expertos y otros elementos. Creemos que es importante que el proceso tenga continuidad.

¿Entonces, usted es partidario de esperar que culmine todo el proceso, que decante y ver qué hacer?

No, yo creo que inmediatamente después de tener la propuesta de texto, el 7 de octubre, vamos a tener una impresión más clara de si está la voluntad, que hasta ahora no la hemos visto. He visto algunos que, con bastante ingenuidad, creen que esto se va a poder arreglar a la chilena. Arreglar la carga, no es cierto. Echándole un poquito para allá, un poquito para acá. El problema es que esta propuesta estructuralmente no es una buena propuesta, ya no es un problema de un artículo o de otro. Es un problema de la concepción que está dentro de esta propuesta, que significa un retroceso, incluso, respecto de la Constitución actual.

¿A quiénes se refiere que están actuando con ingenuidad? ¿Dirigentes del oficialismo?

No, por el contrario, creo que el oficialismo está actuando de forma muy responsable. Pero hay partidos que promovieron el Rechazo, Amarillos, Demócratas, esos sectores, que hoy día creen que los republicanos se van a poner buenitos y van a aceptar cambiar todo lo que han hecho.

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